Díaz rechaza volver a castigar las agresiones sexuales poniendo el foco en la violencia como plantea el PSOE

Yolanda Díaz e Irene Montero, en el Congreso hace unos días.
Yolanda Díaz e Irene Montero, en el Congreso hace unos días.
PEDRO RUIZ
Yolanda Díaz e Irene Montero, en el Congreso hace unos días.

El PSOE tampoco puede contar a la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, entre sus aliados para sacar adelante la reforma de la ley del solo sí es sí que los socialistas anunciaron este lunes. Díaz guardó silencio durante todo el día después de que el PSOE confirmara que llevará al Congreso una propuesta para modificar la norma y volver al modelo de la anterior ley, es decir, castigar las agresiones sexuales con penas de entre 1 y 5 años de prisión cuando haya violencia, intimidación o se haya anulado la voluntad de la víctima y de entre 6 y 12 años cuando haya penetración. Pero fuentes próximas a la vicepresidenta aseguran que no están especialmente de acuerdo con el paso adelante de los socialistas, aunque no ofrecen más detalles sobre su posición.

Pese a oponerse a la modificación que han planteado los socialistas de manera unilateral, Díaz evitó pronunciarse durante el día sobre la reforma de la ley del solo sí es sí, un asunto extremadamente espinoso para el Gobierno. Fuentes próximas a la vicepresidenta se limitan a señalar que a Díaz no le ha sonado "muy bien" el anuncio del PSOE de que presentará una proposición de ley -los socialistas aún no han divulgado el texto definitivo de su propuesta-, y estas fuentes aseguran que la vicepresidenta está "buscando soluciones de manera coordinada con el Ministerio de Igualdad". El departamento de Irene Montero no confirma esta colaboración con Díaz.

La reacción de la vicepresidenta ha sido mucho más tibia que la de Podemos, que este lunes por la mañana insistió en su rechazo cualquier cambio en la parte penal de la norma porque no solventaría el problema de rebajas de penas y, además, aseguró que el PSOE está siendo objeto de "presiones". Pese a que el ministro de Presidencia, el socialista Félix Bolaños, ha asegurado que "el consentimiento seguirá en el centro" de la ley con la reforma que plantea el PSOE, Podemos considera que establecer una gradación de las penas en función de si ha habido violencia contra la víctima supone renunciar, en la práctica, al modelo instaurado por la ley del 'solo sí es sí'.

Podemos y el PSOE -a través de los ministerios de Igualdad y Justicia, respectivamente- llevan semanas manteniendo conversaciones para definir las medidas a tomar para atajar las rebajas de condena que se están determinando por parte de algunos jueces en aplicación de la ley del sí es sí. Pero los morados parten de la premisa de que estas rebajas son fruto de una aplicación errónea de la ley y no de que ésta tenga fallas. Y, según aseguró este lunes Isa Serra, coportavoz de Podemos y asesora en Igualdad, "ambos socios" de Gobierno coinciden en que "una modificación penal no va a acabar con el problema que estamos viendo con las revisiones de condena".

Lo cierto es que esa interpretación, al menos en parte, es acertada, puesto que los presos que se han beneficiado de rebajas de penas están protegidos por el principio jurídico de que siempre se aplica la ley más favorable al reo. No obstante, lo que plantea el PSOE es que la modificación podría evitar futuros problemas en la aplicación de la ley, algo que para Podemos es trabajar sobre una hipótesis que aún no se sabe si se va a producir. Es más: los morados creen que el Gobierno no debe cambiar, de facto, el modelo basado en el consentimiento en base a potenciales problemas futuros que, a su juicio, son improbables.

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