Eduard Fernández homenajea a su madre con su primer monólogo: "Necesitaba despedirme y siendo actor es una buena manera"

Precioso homenaje el que hace el actor Eduard Fernández a su madre en su último monólogo. Ella, enferma de alzhéimer, falleció durante la pandemia. Él se pone en su piel para darle un emotivo último adiós. Por él y por todas las despedidas que nos robó el covid.
Precioso homenaje el que hace el actor Eduard Fernández a su madre en su último monólogo. Ella, enferma de alzhéimer, falleció durante la pandemia. Él se pone en su piel para darle un emotivo último adiós. Por él y por todas las despedidas que nos robó el covid.
Precioso homenaje el que hace el actor Eduard Fernández a su madre en su último monólogo. Ella, enferma de alzhéimer, falleció durante la pandemia. Él se pone en su piel para darle un emotivo último adiós. Por él y por todas las despedidas que nos robó el covid.
Eduard Fernández homenajea  a su madre en su último monólogo.
Atlas

Eduard Fernández siempre tiene muy presente a su madre, fallecida durante la pandemia. El actor ganador de tres Goyas no pudo llegar a despedirse de ella, por ello ha utilizado su primer monólogo, Todas las canciones de amor, para homenajearla.

El texto del argentino Santiago Loza y dirigida por Andrés Lima se estrenó en los escenarios del teatro Calderón de Valladolid el 21 de enero. Actualmente, se encuentra en los Teatros del Canal de Madrid hasta el 12 de febrero, cuando comenzará su gira nacional.

En una entrevista concedida a Salamanca Hoy, Fernández ha mostrado su lado más personal hablando sin miedo sobre su carrera y expectativas a los 58 años. Y es que, según ha confesado el actor, su primer monólogo se presenta como "una necesidad personal y profesional".

En el tiempo que dura el monólogo, Eduard "hace de todo" como él mismo ha confesado. El actor interpretará a una señora con la que busca "ser como su madre": "Soy una señora con peluca y camisón. Tiene mucho de mi madre, la tengo muy presente. Hago un poco de ella, cómo era, bonita y muy frágil. Deteriorada al final y lúcida a ratos. No me pude despedir de ella y ahora le hago este homenaje. Necesitaba despedirme y siendo actor es una buena manera".

Sin embargo, también ha querido dejar claro que, si bien interpreta a su madre, no la menciona en el texto. Aunque no le es necesario, su intención es buscar una buena manera de despedirse. Su progenitora falleció en plena cuarentena, por lo que no pudo viajar a darse su último adiós: "Es difícil contar qué sientes cuando no puedes despedirte de un ser querido. No has cerrado, no has concluido algo. Decir adiós tiene algo de imaginario en cada uno, porque somos adultos y sabemos que las cosas son así, que cuando uno está muerto, está muerto. Pero hay algo más allá de lo racional que entra dentro de la mística, de lo espiritual, que me hace sentir que necesitaría haberle dado un beso. Que ella supiera que estaba allí. Es triste y doloroso".

Eduard no culpa a nadie de la situación, aunque sí que ha criticado el "horror" que se vivieron en las residencias como en la que su propia madre vivió sus últimos días.

Por otra parte, el periodista Oskar Belategui también quiso preguntarle por su carrera teatral: "Pienso en el reto de a ver qué hago dentro de tres días subiéndome al escenario. Cada día es cada día y cada película es cada película. La gente me dice 'muy bien, como siempre'. ¿Y yo qué sé cómo haré la próxima película? Tengo que buscarme la vida y luchar".

Del mismo modo, cuando le preguntan por su hija, Greta Fernández, el intérprete tiene muy claro el máximo consejo "sobre la tontería" que le podría dar: "Es que esto es un oficio que tiene una parte artística, muy bella, en la que uno se puede expresar. Y otra de oficio, que te la da las tablas. Toda película está bien, hasta la mala. Hay unas cosas por las que hay que luchar y otras por las que no es necesario. Greta tiene la cabeza muy bien amueblada. Hablamos mucho, me emociona la relación tan bonita que tengo con mi hija".

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