‘Los renglones torcidos de Dios’: las diferencias y similitudes de la película con la novela de Torcuato Luca de Tena

Dirigida por Oriol Paulo ('Contratiempo') y protagonizada por Bárbara Lennie y Eduard Fernández, la película corona estos días la taquilla española. 
'Los renglones torcidos de Dios'
'Los renglones torcidos de Dios'
Cinemanía
'Los renglones torcidos de Dios'

[Este artículo contiene SPOILERS de 'LOS RENGLONES TORCIDOS DE DIOS']

Después de triunfar en el mercado internacional con películas como Contratiempo y Durante la tormentaOriol Paulo ha conquistado la taquilla española con el lanzamiento de su último trabajo. Ahora, tras los pasos de su adaptación de la obra literaria El inocente, el cineasta se ha atrevido a versionar una de las novelas más célebres del panorama patrio, Los renglones torcidos de Dios (1979). 

La novela de Torcuato Luca de Tena marcó a varias generaciones, quienes ahora disfrutan de la misma forma del filme protagonizado por una inmensa Bárbara Lennie, en el papel de la detective Alice Gould, quien se enfrenta al director del hospital psiquiátrico de Nuestra Señora de la Fuentecilla, Samuel Alvar (Eduard Fernández). Dos personajes que han conseguido trasladar el espíritu de la novela a un filme, que presenta diferencias respecto al material original

Una fuente de inspiración para generaciones futuras, que incluso presenta grandes paralelismos con el libro Shutter Island, que el estadounidense Dennis Lehane publicó en 2003 y sirvió de base para la película homónima de 2010, dirigida por Martin Scorsese y protagonizada por Leonardo DiCaprio. Un argumento nacido después de que la novela de Torcuato, cuya influencia nunca fue confirmada por Lehane, fuera traducida a numerosos idiomas.

El reflejo de la paranoia, la psicopatía o las fobias

Hasta 18 días pasó Torcuato Luca de Tena en el hospital psiquiátrico de Conxo (Santiago de Compostela) para plasmar sus vivencias en Los renglones torcidos de Dios. Un centro que posteriormente sería investigado por sus malas praxis en el tratamiento a los pacientes, quedando demostrados muchos de los abusos que denunciaba el periodista y escritor en su obra. 

Aunque Torcuato Luca de Tena ya era un literato respetado tras obtener el Premio Nacional de Literatura 1955, por Embajador en el infierno, y el Premio Planeta 1961, por La mujer de otro, Los renglones torcidos de Dios supuso su mayor éxito de ventas, presente en las bibliotecas de todos los hogares. 

En su publicación en 1979, una época en la que las enfermedades mentales estaban mal vistas y obligaban a los afectados a apartarse de la sociedad, la novela se convirtió en un manual fidedigno sobre trastornos psicológicos. Una ficción que incluso recibió el apoyo de psiquiatras tan reputados como Juan Antonio Vallejo Nágera, quien se encargó del prólogo que acompañó a sus páginas. 

Ahora, el filme de Oriol Paulo rasca la base de la obra, cuya riqueza radicó en la ambigüedad entre la locura y la cordura, así como en la exploración en las fobias, las paranoias, la psicopatía, la depresión aguda... Unas enfermedades en las que cualquiera puede caer inmerso. "Las personalidades especialmente exquisitas son más vulnerables que las más zafias; del mismo modo que una taza es más frágil cuanto de mayor calidad sea la porcelana", recogía acertadamente la obra de Luca de Tena.

La ausencia y el recorte de grandes personajes

El sanatorio del filme acude a viejos conocidos, como el hombre elefante, el jorobado, la niña oscilante, Ignacio Urquieta, Rómulo (el niño mimético) y Remo. Y vislumbraba a otros tantos, como el hortelano, el hombre de cera, el falso mutista, el astrónomo o la duquesa, entre otros, quienes sirvieron como excusa en la obra original para abordar la diversidad de trastornos mentales. Pero, la condensación del metraje ha obligado a la reducción de sus tramas y la desaparición incluso de personajes secundarios, perdiendo el afán de Torcuato de que su libro fuera lo más fidedigno posible a la realidad de finales de los 70.

De igual forma, el equipo médico también ha visto reducidas sus filas en el filme, sin la presentación oficial de la doctora Dolores Bernardos (quien aparece de tapadillo) y la ausencia total de los doctores Salvador Sobrino, José Muescas y Rosellini. Unos profesionales a los que Alice debía ganarse uno a uno para que la declararan sana, mientras visitaba los diversos emplazamientos del hospital, también acortados en la película.

Mientras tanto, el filme otorga un papel diferente a Montserrat (Loreto Mauleón), quien después de ser despedida por Alvar encontraba su vocación como monja. Un cambio en su argumento que llega también junto a la ausencia de las declaraciones de amor de César Arellano (Javier Beltrán, en el filme) e Ignacio Urquieta (Pablo Derqui), quienes pretendían a Alice ante las tropelías de su marido, tanto en el filme como en el libro. 

Una historia de fondo muy diferente

"Es condición muy acusada en esta enferma tener respuesta para todo, aunque ello suponga mentir- para lo que tiene una rara habilidad- y aunque sus embustes contradigan otros que dijo antes. Y todo ello con tal coherencia y congruencia que le es fácil confundir a gentes poco sagaces e incluso a psiquiatras inexpertos", escribía sobre Alice el doctor Enrique Donadío. Un hecho que sí que ha estado muy presente en el filme también, pero que perdía fuste en el reflejo de la inteligencia de la protagonista. 

En la adaptación cinematográfica de Oriol Paulo, la historia comienza cuando Alice recibe el encargo del doctor Raimundo García del Olmo de investigar el caso de asesinato de su hijo en el hospital psiquiátrico, quien ha recibido muerte en extrañas circunstancias. Mientras tanto, el libro mata realmente al padre del doctor García del Olmo y traslada esa acción al exterior del sanatorio zamorano, donde la familia recibe una serie de misivas amenazantes de un interno. 

Al igual que en el filme, Alice investiga el caso realmente- que nace en verdad de su paranoia- y la resolución resulta similar al libro. Realmente, el hombre elefante asesinó al padre de Raimundo y a Remo en los libros, siendo la muerte de este último bastante parecida. Un hecho producido por los celos hacia la niña oscilante y donde se confundía de gemelo. El caso de Raimundo no llega a explicarse del todo en la película, dejándonos sin parte de la demostración de la enorme inteligencia de Alice, quien, a pesar de todo, se trata de una mujer tremendamente ingeniosa y muy eficaz en su trabajo.

¿Dónde está la detective María Luisa Fernández?

En el libro, después de que Alice se mostrara deslumbrante al resolver ante las autoridades los casos del asesinato de Remo y del padre de Raimundo García del Olmo, esta demostraba también el engaño de su marido y promovía los sentimientos de los médicos para su liberación, tras la expulsión en la dirección de Samuel Alvar y el nombramiento de Sobrino como nueva directora.

El gran cambio de la película nace en el desenlace del filme, puesto que la detective María Luisa Fernández, compañera de profesión de Alice y viaje conocida, tiene una importancia fundamental en los libros. Un personaje totalmente desaparecido en el título de Oriol Paulo, que se reencontraba con Alice en el sanatorio y a la que pedía ayuda para poder resolver las acusaciones que pesaban sobre su salud mental. 

La investigación de María Luisa Fernández revelaba inicialmente que el marido de Alice era un infiel, derrochador y le había estafado el dinero de su fortuna, pero terminaba descubriendo que realmente esta sí le había intentado envenenar en varios ocasiones, como venganza al maltrato psicológico que ejercía hacia ella. La paranoia aparecía en su mente como respuesta al dolor originado por su esposo

Una resolución de la que los médicos eran conocedores tras firmar la declaración de sanidad de Alice Gould, causando un dilema moral y viéndose obligados a votar de nuevo su posible cordura, a sabiendas que no era tal. Sin embargo, la ausencia de peligrosidad en ella terminaba empujando a su decisión final, la firma de su libertad. 

Una serie de eventos que podíamos encontrar en mayor o menos medida en el filme, pero que eludía la salida posterior de Alice del hospital y su regreso allí a medio camino, después de considerar que no podía volver a vivir lejos de este lugar. 

"Fue la primera vez que la junta de médicos declaró, por unanimidad, la sanidad mental de una residente que todos, lo confesaran o no, sabían que estaba enferma", reza una de las frases más célebres de la novela. Un desenlace muy diferente, que cuenta con similitudes con el filme, pero que, inevitablemente, demuestra una mayor riqueza en su plasmación de la paranoia y el dilema de los doctores. Un hecho que prueba la relevancia de una novela, que, más de 40 años después de su publicación, continúa siendo uno de las grandes referentes de la literatura universal. 

Tráiler final de 'Los renglones torcidos de Dios'

¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento