Después de meses de negociaciones y una semana de intensas presiones para que Alemania accediera a enviar a Ucrania los tanques Leopard, el mecanismo para que la entrega de estos carros de combate sea una realidad lo antes posibles ya está en marcha. Queda por delante poner a punto algunos tanques en desuso, organizar la logística del envío e instruir a los operadores ucranianos que los manejarán. Este proceso puede tardar meses, y la pregunta que surge ahora es si este aumento de la ayuda militar occidental será tan significativa en el devenir de la guerra. 

El canciller alemán, Olaf Scholz, comunicó este miércoles ante el Parlamento que entregará 14 unidades de esos carros de combate del tipo 2A6 y autorizó a los aliados que dispongan de esos blindados a sumarse a los envíos. Desde que se dio luz verde, países como Polonia, España, Países Bajos, Noruega o Finlandia ya se han sumado al envío conjunto. Los tanques de estos Gobierno se añaden al envío anunciado por Reino Unido de 14 tanques Challenger 2S y a los 31 tanques Abrams que confirmó Estados Unidos poco después del anuncio de Scholz.

"Este envío es muy importante políticamente", reconoce a 20minutos el almirante Juan Rodríguez Garat. "Envía la señal al Kremlin de que la Unión Europea y la Alianza Atlántica no van a dejar tirada a Ucrania y van a seguir apoyándola hasta que termine la guerra", agrega. 

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¿Cambiarán el curso de la guerra?

Desde Ucrania el envío de estos carros de combate se han justificado como una necesidad urgente para darle la vuelta a la guerra. Los altos mandos ucranianos insisten en que estos tanques cambiarán también los últimos acontecimiento, en los que Rusia ha recuperado la iniciativa militar y está recuperando localidades en el este del país. "Estos tanques podrán desgastar a Rusia, pero no servirán para vencerles", explica a este medio el exagregado de Defensa para Rusia y Ucrania, el coronel Manuel Morato.

"La única manera de vencer a Rusia sería con una guerra abierta, total y con todos los países occidentales unidos", afirma Morato, que insiste en que el envío de tanques "ayudará", pero "no serán definitivos para lograr la victoria". Según el castrense, los carros de combate han sido denostados en los últimos años porque se les consideraba elementos atrasados para las guerras actuales. Sin embargo, apunta que el conflicto ucraniano ha resaltado el uso clave de los tanques, que "han sido utilizados constantemente por Rusia".

La única manera de vencer a Rusia sería con una guerra abierta, total y con todos los países occidentales unidos contra Rusia

"Los carros de combate se utilizan normalmente para romper una defensa", dice el coronel Morato. "Rusia se está haciendo más fuerte en el Donbás y hemos visto en las últimas semanas como ha alcanzado algunos objetivos y está ocupando varias zonas", por lo que señala que "evidentemente, Ucrania va a tener más capacidad de profundizar en ese ataque".

Carlos Gámez

Por su parte, el almirante Rodríguez Garat apunta que este envío le dará una herramienta al Ejército ucraniano para dejar de centrarse en el modelo de guerra que quiere Rusia, que es una guerra de desgaste en el Donbás. "En un frente pequeño y con los carros de combate pueden contraatacar en cualquier punto con suficiente fuerza como para romper las líneas, obligando a Rusia a cambiar su propia estrategia". 

¿Serán suficientes y llegarán a tiempo?

Alemania entregará los tanques comprometidos a Ucrania entre finales de marzo y principios de abril, ha afirmado este jueves el ministro de Defensa, Boris Pistorius. "No tengo ninguna razón para pensar que será demasiado tarde", afirmó Pistorius, quien rechazó que una presunta indecisión de su Gobierno hubiera retrasado los envíos.

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No es lo que opina el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que ha insistido en que la eficacia de los tanques dependerá de la cantidad suministrada y la velocidad en disponer de ellos. "La clave ahora es la velocidad y el volumen. La velocidad de entrenamiento de nuestro ejército, la velocidad de suministro de tanques a Ucrania. El volumen de soporte del tanque", ha afirmado.

Por el momento, los carros confirmados son en trono a 100, una cifra que está por debajo de los 300 solicitados por Ucrania. "Estas situaciones son bastante dinámicas", reconoce Rodríguez Garat, que confía en que terminarán llegando. "Hace nada no se iban a entregar y ahora ya hay comprometidos del orden de 150, con lo cual probablemente se le den tantos como necesite; una cifra que estaría entre los 300 que pide Ucrania o los 500 que se evalúa desde Estados Unidos como cifra más probable para que de verdad pueda influir en el desarrollo del conflicto".

¿Es el envío de tanques una escalada del conflicto?

Voces en Rusia, e incluso en los propios países que suministrarán los tanques, consideran que esta acción supone una escalada en la guerra. Este jueves el Kremlin aseguró que los países occidentales se han involucrado "de forma directa" en el conflicto tras esta decisión. El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, ha reconocido que la participación del resto de países está "creciendo", aunque señala que esta ayuda no servirá de nada a Ucrania.

"Se empezó ayudando política y económicamente, después con chalecos, cascos, logística e información con inteligencia, apoyos que desde el punto de vista operativo son importantes, pero se hablaba de armas defensivas. Evidentemente el carro de combate, aunque se puede utilizar para defenderse, es un arma ofensiva", manifiesta Morato. El coronel considera que desde el punto de vista militar "es una escalada" y provocará "una prolongación de la guerra", además de ser un paso más en "nuestra implicación en el conflicto".

Para Rodríguez Garat esta decisión viene justificada por las propias acciones rusas y su endurecimiento de los combates "a medida que utiliza herramientas de guerra como el bombardeo de las ciudades". "Las naciones occidentales se sienten con más libertad para aumentar el apoyo a Ucrania, pero lo harán lo necesario para que este país recupere su integridad territorial, porque a nadie le interesa que Ucrania puede ir más allá y amenace el territorio ruso", afirma el almirante, que recuerda que "eso sí que sería una escalada que podría llevar al mundo a un desastre".