Todo lo que rodea a las experiencias cercanas a la muerte y las sensaciones de paz y tranquilidad que tuvieron aquellas personas que las vivieron sigue siendo un misterio para la ciencia, que lleva décadas buscando una explicación. En todo este tiempo, muchas han sido las hipótesis realizadas por los científicos basándose en anécdotas, recuerdos o estudios con animales. Recientemente, los investigadores en la materia han logrado dar un paso más allá que ha revelado algunos secretos que, hasta ahora, formaban únicamente parte de las especulaciones.

Para el doctor Bruce Greyson, profesor de psiquiatría y ciencias neuroconductuales en la Universidad de Virginia, la gran dificultad sobre este tipo de experiencias cercanas a la muerte reside en que es prácticamente imposible estudiarlas en tiempo real, indica a Business Insider.

Más allá de lo que puede suceder a nivel físico, asociado a un evento doloroso, como una lesión en la cabeza, un paro respiratorio o un ataque cardíaco, el cerebro tiende a apagar esa sensación de dolor, o al menos su recuerdo.

El ejercicio de 5 minutos al día que te hará sentirte más feliz, según la ciencia

Entre los episodios más comunes que se experimentan está la de ver a los seres queridos, tanto vivos como fallecidos, al igual que ver una luz brillante a final de un túnel. Otras sensaciones a nivel corporal también son la de dejar el cuerpo y flotar, o sentirse atraído hacia el túnel con la luz al final.

El escáner cerebral de un hombre moribundo ha podido arrojar recientemente algo de luz sobre ello. La investigación, publicada en Frontiers of Aging Neuroscience, logró medir las señales eléctricas producidas en un hombre de 87 años que murió de un ataque al corazón cuando estaba conectado a un electroencefalograma.

Según explican los investigadores en dicho artículo, durante los 15 segundos previos al ataque cardíaco del hombre, el electroencefalograma reveló ondas cerebrales de alta frecuencia llamadas oscilaciones gamma, que se cree que desempeñan un papel en la creación y recuperación de recuerdos. "Tenemos señales justo antes de la muerte y justo después de que el corazón se detiene como las que suceden en los humanos sanos cuando sueñan, memorizan o meditan", explica el doctor Ajmal Zemmar, autor principal del estudio, a Business Insider.

El doctor Greyson, que también es cofundador de la Asociación Internacional de Estudios Cercanos a la Muerte, indica que cuando las personas recuerdan una experiencia cercana a la muerte, el cerebro "muestra una mayor actividad en muchas partes diferentes", como aquellas "asociadas con la memoria, la visión, la audición y las emociones".

En concreto, los expertos en la materia creen que el lóbulo temporal, responsable de ayudar a procesar el sonido y codificar los recuerdos, tiene algún tipo de vínculo con las experiencias extracorporales y los flashbacks de la memoria durante las experiencias cercanas a la muerte. Esto ha llevado a algunos a creer que "son simplemente reacciones biológicas y químicas del cerebro que muere", comenta el investigador David San Filippo, profesor asociado de la Universidad Nacional de Louis.

Algunos estudios en animales tratan de arrojar alguna pista al respecto. Uno de ellos, llevado a cabo en ratas, sugirió que la experiencia positiva que las personas experimentan en este estado puede estar relacionada con una avalancha de serotonina que libera el cerebro. Según San Filippo, esta puede ser la forma en que el cerebro prepara gradualmente el cuerpo para la muerte al inducir sentimientos de euforia y alivio del dolor.

A lo largo de todo el mundo, las historias de experiencias cercanas a la muerte son muy similares, independientemente de la edad, apuntan los investigadores. "Escuchamos la misma historia. Puede diferir según las creencias culturales o espirituales, pero es esencialmente lo mismo", dice San Filippo.

Aunque investigar este tipo de experiencias es todo un desafío, los científicos expertos en la materia creen que comprender mejor estos fenómenos puede ayudar a nuevas terapias y tratamientos para las personas que enfrentan enfermedades terminales y sus seres queridos.

"Creo que la gente se beneficia al escuchar historias de experiencias cercanas a la muerte y se consuela con la idea de que la muerte es un proceso y el dolor termina", concluye San Filippo.