El bebé de Teresa Tanco, la menor agredida sexualmente por el exmarido de Mónica Oltra, se encuentra ingresado en un hospital valenciano desde este domingo tras perder el conocimiento y dar positivo en cocaína, según recoge Levante. La vida del menor, que tiene seis meses y es el segundo hijo de Teresa, no corre peligro.

Fue la propia madre del menor la que denunció ante la Policía Nacional el estado en el que se encontraban sus dos hijos, que estaban a cargo del padre. La familia de este fue la que asumió la responsabilidad de cuidar de los niños ante los Servicios Sociales, después de que se valorase retirar la custodia a los progenitores el pasado verano por su situación.

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Cocaína en sangre

El bebé de seis meses llegó a un hospital de Valencia este domingo acompañado de su padre y de una familiar de este. Había sufrido un desvanecimiento y, tras un análisis, los servicios médicos detectaron la presencia de cocaína en su sangre, tal y como explica el diario local.

Fuentes del entorno de Tanco han asegurado a El Confidencial que los padres del menor se han separado y que los hechos ocurrieron cuando, tras una discusión, Teresa abandonó hace dos semanas el domicilio en el que la familia había sido acogida. El bebé no está inscrito en el Registro Civil.

Tras la alerta por cocaína, los Servicios Sociales de la Generalitat, que ya tenían un expediente de vigilancia abierto, recibieron la información y el grupo de menores de la Policía Nacional tomó declaración a Pedro, el padre del bebé.

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Miedo a que terminen en un centro de menores

Según recoge el periódico valenciano, Teresa está tratando de acreditar que está en condiciones de atender a sus hijos y darles un hogar. Teme a que acaben en un centro de menores como fue su caso. La joven estuvo tutelada por la Generalitat y fue víctima de abusos sexuales por parte de Luis Eduardo Ramírez, el exmarido de Mónica Oltra, que era educador del centro de menores en el que se encontraba interna. Ramírez fue condenado a cinco años de prisión.

Este verano, los Servicios Sociales plantearon retirarle la custodia a los progenitores de los menores. A finales de agosto, tras una denuncia de una amiga que alertaba de la delicada situación de los niños, era buscada por la Guardia Civil. Estuvo una semana en paradero desconocido, pero agentes del Instituto Armado consiguieron localizar a los pequeños, comprobando que se encontraban en perfecto estado de salud en un domicilio con luz y agua.

Ahora, tras este nuevo episodio, la Consellería de Igualdad está analizando si los menores se encuentran en una situación de riesgo de desprotección.