Entrevista

Risto Mejide: "Cada vez es más difícil decir lo que piensas si no coincide con el gusto de la mayoría"

Risto Mejide, en 'Viajando con Chester', en Cuatro.
Risto Mejide, en 'Viajando con Chester', en Cuatro.
MEDIASET
Risto Mejide, en 'Viajando con Chester', en Cuatro.

Sentarse en Viajando con Chester y frente a Risto Mejide supone enfrentarse a preguntas que muchos no se atreven o no quieren hacer. En el formato de Cuatro, que regresa hoy a las 22.45 h, el presentador saca de su zona de confort a los invitados, literalmente, pues las entrevistas se hacen en lugares fuera de un plató, y figuradamente, por los temas que se tratan.

Esta temporada acudirán al programa la cantante Mai Meneses, el aristócrata Cayetano Martínez de Irujo, el expresidente del Barça, Sandro Rosell; la coleccionista de arte Tita Cervera; el escritor Máximo Huerta; el futbolista Juan Carlos Unzué; el músico Ara Malikian; la artista Samantha Hudson; el piloto Marc Márquez; el cantante Jorge Drexler y la artista Gloria Trevi, entre otros.

¿Qué aporta el hacer las entrevistas en diferentes lugares, en lugar de en un plató?Me interesaba mucho volver al formato original del Chéster, básicamente porque supone salir del entorno con el que estamos muy familiarizados la gente conocida o los famosos, que son los platós, y sacarlos de esa zona y llevarnos a un entorno totalmente distinto en el que se tienen que comportar de manera distinta seguro. Esto es como cuando era una empresa se llevan a los trabajadores del equipo a una casa rural, ocurren cosas distintas porque el entorno es distinto y es un cambio importante.

¿Cómo han elegido los invitados para esta temporada?Hacemos tres listas: mi lista personal, con la gente a la que me gustaría entrevistar, la productora hace otra y la cadena hace otra, y después llamamos a todo el mundo. De esas tres listas básicamente viene el que se atreve, porque hoy en día para dar una entrevista hay que atreverse.

¿Hay que ser especialmente valiente para ir a una entrevista con Risto Mejide?Hay que ser especialmente valiente para dar una entrevista en general, con quien sea y si quieres decir algo. Ahora mismo hay muchos espacios a los que mucha gente puede ir, puede promocionar sus asuntos, pero la la diferencia, o por lo menos eso quiero pensar, es lo que en el Chéster se aporta es que los personajes vienen a contar algo bien, a arriesgarse porque a lo mejor no guste, a arriesgarse a ser trending topic o a arriesgarse a que les digan de todo por haber dicho lo que han dicho.

¿Las entrevistas amables son aburridas?Las entrevistas amables no son entrevistas, son promoción.

¿Qué cree que busca un invitado del Chéster, donde sabe que no van a bailarle el agua?Creo que hay un valor en la autenticidad, en ser de verdad. Los personajes que vienen al Chéster vienen porque no tienen nada que ocultar y ese es un aspecto muy positivo del Chéster. Y también porque bueno, todos tenemos nuestros lados luminosos y nuestros lados oscuros y que eso salga en un programa donde la palabra es la protagonista y donde hay muchos silencios, mucho espacio para repreguntar o para reflexionar sobre cosas que uno normalmente no habla en las entrevistas de promoción, es un gran valor.

Dice la nota de prensa que también vamos a ver muchas confidencias del propio Risto... ¿Se va abrir?Es una obligación moral, cuando uno está haciendo que el otro se desnude, si tú te quedas vestido te conviertes en un voyeur. Cuando el otro está bajando al barro y abriéndose en canal, yo no me puedo quedar como un simple espectador y eso también ayuda a que a que crezca la confianza entre el entrevistado y el entrevistador.

¿Le da vértigo hacer esas confidencias personales?Nunca me ha dado miedo ser tal cual soy en televisión y así me va (risas). Tengo ya suficientes años en la tele para para que todo el mundo haya podido ver mis virtudes y miserias. Esa es mi manera de estar, no en la televisión, es mi manera de estar en el mundo.

En la primera emisión va Cayetano Martínez de Irujo, ¿hubo algo de él que le llamara la atención o que no supiéramos ya?Sin duda. No solo es el personaje al que se entrevista, sino el momento en el que se le entrevista. Han pasado muchas cosas en nuestras vidas en los últimos dos años, para todo el mundo. Cayetano ha hecho un un ejercicio importante de introspección en muchos sentidos. Ya veréis que le encuentro en un momento para mí mucho más interesante incluso que el momento en el que le entrevisté en Antena 3, en Al rincón. Ahora es un momento mucho más interesante para tener una conversación con él, porque se nota que le ha dado vueltas a muchas cosas que ha sido capaz de asimilar y también muchas cosas que ahora es capaz de expresar.

En esa misma entrega Mai Meneses habla de todo ese infierno en el que se metió después de OT… ¿el rechazo de entonces influyó en esa deriva? ¿Estamos preparados para que nos digan que no en programas como como estos?Son dos preguntas muy diferentes… a la primera te diría que sí, que el fracaso o la frustración forman parte de la vida. Lo bonito que hace Mai es ponerlo frente a nosotros y hablar de un episodio muy importante en el que ella de repente nota que le falta su salud mental y se enfrenta a sus propios demonios con una enfermedad que incluso necesita una medicación. Me encanta porque ella lo expresa de manera muy normal, sin drama, sin una afectación, de manera muy natural, pero hablando de algo que es terrible, que es cuando te falta te falla la salud mental y cómo eso puede llevarte a los infiernos. A mí ese episodio me interesa más allá de lo que sea un éxito o un fracaso profesional que lo podemos tener cualquiera.

De hecho, por poner un ejemplo, Amaia fue eliminada en un programa y después ganó Operación Triunfo...La tele está llena de ejemplos y si vas a nivel internacional las más grandes voces de la historia fueron rechazadas en talent shows y eso no les ha impedido llegar a donde están. En los últimos 20 años tenemos suficientes ejemplos como para ver que una cosa es un programa de televisión y otra muy distinta es el talento de cada cual. Cuando hay talento, ningún programa puede contigo.

¿La gente se toma demasiado en serio la tele?Sí, estamos en un momento en que la gente se toma demasiado en serio absolutamente todo. No digo que haya cosas con las que vayamos a frivolizar, pero sí que cada vez es más difícil decir lo que uno piensa si lo que uno piensa coincide con el gusto de la mayoría.

¿Le cuesta cada vez más a usted, se muerde la lengua?No me siento cohibido, afortunadamente tengo todavía ideas propias. No necesito consultar a las redes sociales para saber qué es lo que tengo que pensar y eso tiene sus tiene sus ventajas y tiene sus inconvenientes. A mí, como bien sabes, la polémica no me es ajena, pero tampoco voy a dejar de ser yo mismo por evitar una polémica. El mayor error consiste en sucumbir a la jauría en las redes sociales. No hablo de estar de acuerdo, no, yo puedo decir algo con lo que tú no estás de acuerdo y me lo haces saber y entonces podemos hablar, conversar y encontrar puntos en común o no. Hablo de la jauría que se organiza en redes, que van con las antorchas a la casa de alguien para quemarlo todo o para cancelarle no de las redes, cancelarle de la vida. Con eso, Porque exista esa jauría, yo no voy a dejar de opinar.

Una de esas polémicas fue el tema de las Campanadas. Cuando se explicó, usted hablaba de cómo afectan a la audiencia los hechos privados de una persona y de cómo los directivos de televisión lo habían aprovechado. ¿Cómo afecta a la audiencia las polémicas de un presentador?No depende de mí. Yo sigo trabajando, sigo haciendo lo que hago de la mejor de la manera más honesta posible y luego los resultados y los efectos de eso ya no dependen de mí.

Aunque sea un poco frívolo es el tema del momento, así que le pregunto, ¿está en el equipo de Shakira o en el equipo Piqué?Yo respeto mucho las rupturas ajenas y por eso exijo mucho respeto con las mías (risas). Creo que una ruptura ajena es tan sagrada como cuando dos personas se aman, ambas cosas pertenecen solo a esas dos personas.

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