Los progresistas del Constitucional tratarán de consensuar este martes su candidatura a la presidencia del tribunal

El sentido del voto para la presidencia del TC
El sentido del voto para la presidencia del TC
Henar de Pedro
El sentido del voto para la presidencia del TC

La mayoría progresista del recién renovado Tribunal Constitucional se enfrenta este martes a su primera decisión de calado: la elección de una candidatura de consenso para presidir el órgano garantista. Los magistrados entre los que se han de decantar son el ex fiscal general del Estado Cándido Conde-Pumpido (histórico aliado del Partido Socialista) y la feminista, marxista y abiertamente republicana María Luisa Balaguer.

Ambos miembros del ala progresista del Tribunal Constitucional aspiran a presidirlo y la magistrada Balaguer contará previsiblemente con el apoyo de los conservadores. Así las cosas, la decisión recae sobre el bando progresista, que cuenta con siete magistrados, tres más que el bloque conservador. Si Balaguer recibe, efectivamente, el apoyo de los cuatro miembros del sector contrario, necesitará dos votos en su grupo (el suyo y el de otro magistrado) para alcanzar la presidencia. Si esto ocurre, se convertirá en la segunda mujer de la historia en ocupar este puesto y liderará el Constitucional más paritario de la historia. 

La candidatura de Cándido Conde-Pumpido causa gran rechazo entre los conservadores del TC, esencialmente por la estrecha relación que ha forjado durante décadas con el PSOE. El magistrado fue nombrado fiscal general del Estado por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y se ha ganado la reputación de gran aliado del socialismo. 

Además, Pumpido tuvo hace no demasiado tiempo un roce con sus compañeros conservadores a raíz de la sentencia que declaró inconstitucional el estado de alarma por la pandemia. El magistrado presentó un durísimo voto particular en el que reprochaba que la sentencia era "propia de un lego o un jurista de salón".  

Entre los progresistas que conforman el nuevo Constitucional, Conde-Pumpido recabará previsiblemente un apoyo amplio, pero no total. La cuestión es si ese apoyo es suficiente. Dado que no contará con el voto de Balaguer, debe aunar los de todo el resto de su bloque. 

En este sentido, las miradas se posan sobre la recién nombrada María Luisa Segoviano, que fue nombrada por el CGPJ a propuesta del sector conservador y frente a la propuesta progresista, José Manuel Bandrés. Un magistrado que los conservadores del Consejo rechazaron desde el principio precisamente por asumir que apoyaría el nombramiento de Conde-Pumpido. Apenas 48 horas después de aterrizar en la corte de garantías, Segoviano deberá tomar una decisión clave que probablemente inclinará la balanza de forma definitiva.

La complejidad de la tarea que afronta el bloque progresista es tal, que sus miembros han solicitado retrasar un pleno que, a priori, se iba a celebrar el lunes por la tarde. Este martes se reunirán para tratar de primar una de las dos candidaturas, a pesar de que ni Balaguer ni Conde-Pumpido están dispuestos a retirarse de la pugna.

Lo consigan o no, el miércoles a la una de la tarde tendrán que asistir al pleno y cada uno votará su candidato, que deberá ser refrendado por seis votos. Si la primera votación no resulta en mayoría absoluta, se celebrará una segunda que dará la presidencia al candidato que más votos obtenga. 

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