La historia de amor entre Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa ya es historia. La pareja ha puesto fin a su relación después de casi ocho años. No hay vuelta atrás y no existen terceras personas.

Una fuerte discusión fue el desencadenante por el que el peruano decidió marcharse al piso que tiene en el centro de Madrid sin dar ninguna explicación a mediados de diciembre. 

La colaboradora de Telecinco Pilar Vidal ha contado en Sálvame que se puso en contacto con la exesposa del escritor, Patricia Llosa, quien no quiere hacer comentarios al respecto. "Me consta antes de que se haya publicado", ha comentado la periodista en boca de la exmujer del escritor. 

Según ha relatado la periodista en el programa, Patricia ha afirmado que Mario ya le había contando su ruptura con Isabel a sus hijos. "Hace dos fines de semana se lo comunicó a sus hijos", zanjó Pilar Vidal en boca de Patricia. 

Fuentes cercanas de la familia han afirmado a la revista Semana que los hijos del peruano "consideran que han recuperado a su padre" y que "por fin" podrán disfrutar de él sin tener que verle la cara a Tamara Falcó y a su madre, a quienes "no soportan". "La querían lejos de su padre", han añadido las fuentes. 

La revista ha desvelado que la noticia ha sido recibida como "un alivio" y "una felicidad" por parte de los hijos del peruano, quienes ya intuían este desenlace. 

Cuando el romance entre Vargas Llosa y Preysler empezó, según las fuentes de Semana, los hijos del escritor se volcaron del todo con su madre y, desde el primer momento, "le dieron la espalda" a la nueva pareja de su padre. 

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"Esa relación puso distancia entre padre e hijos. Siempre han dicho que Isabel alejó a su padre de ellos", han relatado fuentes cercanas a la familia y han añadido que "están felices con la noticia, aunque no se alegren por su padre".