Mario Vargas Llosa se fue de la casa de Isabel Preysler y no quiso volver con ella

Isabel Preysler Y Mario Vargas Llosa.
Isabel Preysler Y Mario Vargas Llosa.
GTRES
Isabel Preysler Y Mario Vargas Llosa.
Estos son los nuevos detalles sobre la ruptura entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler
Wochit

Cuando parecía que nada podía sorprender antes de cerrar el año, la noticia de la separación de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa ha convulsionado el mundo del corazón.

La revista Hola publicaba en su edición de esta semana las primeras palabras de Isabel, deslizando que la ruptura se produjo a mediados del mes de diciembre cuando Mario abandonó la casa de Puerta de Hierro (Madrid) para trasladarse hasta su piso de soltero situado en una de las zonas nobles de la capital.

La publicación asegura que Preysler se cansó de los celos infundados del escritor y de las continuas discusiones que desgastaron y complicaron la convivencia.

El comunicado también contiene datos íntimos que han sorprendido a Mario Vargas Llosa, que fue quien decidió poner tierra de por medio y ni siquiera pasar las navidades junto a Isabel y su familia.

Fuentes solventes explican a 20minutos que si bien Mario sabía que Isabel explicaría su nueva situación a la revista del saludo, no se esperaba que vertiera sobre él acusaciones tan graves. No está dispuesto a tolerar que sus asuntos de alcoba se ventilen con formas chabacanas y mucho menos a que se le señale de ahora en adelante como un hombre bronco, huraño y con ademanes ciertamente incomprensibles. 

Es consciente de que esta ruptura está generando una corriente de comentarios y especulaciones sin precedentes y que pueden dañar su imagen seria e irreversiblemente.

Tras la difusión de la exclusiva y del ruido ocasionado, Isabel mira hacia otro lado. Este periódico ha podido saber que se ha sacudido cualquier responsabilidad, asegurando que ella se ha limitado a confirmar una noticia que, además, dice que ya había corrido como la pólvora entre periodistas y colaboradores. 

La portada de Hola ha confirmado que Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa han roto. 

Alude a su breve entrecomillado para demostrar que no ha hecho públicos detalles relacionados con la separación y mucho menos para colgarle ningún cartel en estos tiempos de tanta hipersensibilidad.

La familia del Nobel intuía que este final podía producirse. Los hijos de Mario, con quienes ahora mantiene una buena relación después de infinidad de idas y venidas, nunca vieron con buenos ojos una relación que empezó en la clandestinidad y que hizo sufrir mucho a su madre, Patricia, con quien el escritor ha recuperado el contacto y que, tal y como ha podido confirmar 20minutos, fue conocedora de la crisis y la posterior ruptura.

Su exmujer, que escogió permanecer en la sombra para que él brillara, se llevó un gran chasco cuando descubrió que él bebía los vientos por la musa del azulejo.

Aquellos inicios, románticos y frenéticos, poco o nada tienen que ver con este abrupto y polémico final. Isabel se afanó en conquistarle y en demostrar que, detrás de esa mujer hierática y recta, se encontraba una apasionada de la lectura. 

Se afanó en hacerle ver que dos mundos tan diversos podían confluir en un mismo camino. Se cegaron de amor, superaron todos los baches y brindaron por una felicidad que ahora está empañada. La situación es tensa.

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