Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Lara Álvarez y la maldita frase de "¿el que calla otorga?"

Lara Álvarez en su vídeo de Instagram
Lara Álvarez en su vídeo de Instagram
Instagram
Lara Álvarez en su vídeo de Instagram

A veces, sobran las palabras. La comunicación verbal habla por sí sola. La última imagen de Lara Álvarez en el reality 'Pesadilla en el Paraíso' transmitía esa incertidumbre que no se necesita explicar. Ni siquiera cuando Carlos Sobera no ocultó la emoción en sus ojos y dijo, en directo, a la propia Lara: "Todo el equipo de Telecinco te quiere un montón".

Nadie había dicho nada, pero todos entendíamos todo. Estábamos ante un adiós sin adiós, y la cámara seguía a Lara Álvarez para mostrar cómo se iba de una granja que no ha logrado las expectativas esperadas.

No tardó en abrirse la veda a la especulación, materia prima de Mediaset durante décadas. Incluso la audiencia fiel de la cadena repite en las redes sociales las frases que nutrían a los programas del reality show con el objetivo de estirar el conflicto. Aunque no hubiera conflicto.

Frases falsas del tipo "el tiempo pone a cada uno en su sitio". No, el tiempo por sí solo no tiene por qué arreglar nada. Frases falsas que intentan incendiar con "aquí hay algo que se nos escapa", "cuando el río suena, agua lleva" o "tarde o temprano saldrá todo". No, ni tarde ni temprano. Sólo buscan el impacto del sainete de la conspiración. Frases falsas como "el que calla otorga". No, callar jamás ha significado validar.

Y Lara Álvarez ha destacado esta nociva frase de "el que calla otorga" al reaparecer en su Instagram. Como si estuviera presentando un programa, en este vídeo explica que ha renovado contrato de larga duración con Mediaset para afrontar nuevos proyectos, tras ocho años vinculada a las conexiones desde Honduras en 'Supervivientes'. 

"No siempre el que calla otorga, a veces simplemente está de vacaciones", reflexiona Lara a sus seguidores de Instagram. Y está bien verbalizarlo para frenar prácticas mediáticas que describen cómo se sienten las personas sin pretender escuchar a las personas. 

El silencio nunca ha sido dar la razón, a menudo sólo es un síntoma de inteligencia. Porque no hay que verbalizarlo todo, todo el rato. O las palabras relevantes pueden terminar perdiendo valor carcomidas en la sobreexposición de la especulación que devalúa lo que toca. Es, al fin y al cabo, uno de los problemas de fondo de Telecinco. El espectador ha tirado la toalla, no confía en la palabra del canal tras tantos años de venta de humo al por mayor.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento