Borja Terán Periodista
OPINIÓN

La plaga del suelo negro en los decorados de la tele

Las escenografias con suelo negro son una tendencia internacional
Las escenografias con suelo negro son una tendencia internacional
RAI
Las escenografias con suelo negro son una tendencia internacional

La oscuridad se cierne sobre la tele. En los últimos tiempos, se ha contagiado la falsa percepción entre los profesionales de la tele de que el suelo negro con brillo es la mejor opción para las escenografías. El motivo: genera una espectacular amplitud al reflejar con brío las imágenes de las grandes pantallas que abundan en los platós. Pero, a la vez, también propicia que puedan parecer todos los programas iguales. Y no es lo mismo un magacín que un informativo o que un espectáculo de variedades.

Cuando Andreu Buenafuente se iba a estrenar en Movistar Plus con Late Motiv, un anuncio bromeaba con el cómico solicitando un suelo de negro piano para su estudio de televisión. Lo consiguió, se lo pusieron. Y la escenografía brilló con todos sus reflejos, ya que congeniaba con el alma de un late show que con nocturnidad y creatividad quería desprender un punto de glamour selecto. La conjunción de ese pavimento con el telón de rojo bicolor y los remates de madera teatral de las paredes creaba una elegancia hermosa. De eso va la tele, de conjunciones de elementos, de atrezo clásico y tecnología actual. Sin embargo, parece que se nos va olvidando el truco de conjugar técnica y artesanía y se recurre al atajo de transformar los decorados en una misma nave espacial que no despega hacia ningún lado. Como mucho, hacia la monotonía que invita a la confusión entre formatos.

Si un programa es diurno y pretende acompañar al espectador desde la compañía cercana probablemente pegue más otro tipo de suelo. La negritud para narrar la actualidad incluso puede fomentar una distancia entre audiencia y contenido. Es uno de los problemas de la estética de los actuales informativos de TVE. Su suelo, tan negro y tan espejo, puede despistar a un espectador que acude a los reputados Telediarios para que le encuadren la información más que para ver quién tiene el efecto especial más grande. La realidad aumentada es importante si aporta, es un error si distrae. De ahí que los presentadores de los grandes informativos vuelvan a sentarse en la mesa. Los movimientos están bien si ayudan a clarificar la narración y son un problema si aturden.

Fue Atresmedia el grupo que incorporó el negro brillante como seña de identidad de sus espacios informativos que, además, resaltaba su apuesta por las pantallas de led. Les funcionó para proyectar modernidad de vida urbana en los programas. 

Pero, ¿el negro brillante se debería usar más en programas espectáculos y menos en magacines e informativos? No tiene por qué. Depende de las características de cada espacio. De hecho, el gran espectáculo de entretenimiento de nuestra televisión reciente, Tu cara me suena, eligió en sus inicios la luminosidad de un escenario de suelo blanco para entrar por los ojos del espectador a su brillante manera. No se parecía a nadie, ni quería parecerse. 

Cada plató necesita sus matices, sus perspectivas e incluso ese suelo que le va a dar un punto más personal a la propuesta. Para crear sensación de hogar, a veces, es mejor tirar del parqué flotante al alcance de todos en Leroy Merlín que cegarse por el efectismo de una supuesta modernidad que, en realidad, es un mareante y frío plástico que con sólo mirarlo se raya y hasta ralla al espectador. 

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