Iberdrola ha presentado un nuevo Plan de Biodiversidad que, mediante la protección y la acción por la naturaleza, tiene como finalidad alcanzar en 2030 un impacto neto positivo sobre los ecosistemas y especies allí donde opera, según ha anunciado la compañía.
El proyecto sostiene los mecanismos para impulsar la transformación hacia un modelo energético que contribuya, al final de esta década, a generar condiciones medioambientales mejores a las que existían de forma previa. Así, establece la preservación de la naturaleza y el bienestar de las personas como elementos prioritarios en el modelo de negocio.
Con este plan, que se alinea con la Visión a 2050 del Convenio de Diversidad Biológica, el grupo Iberdrola pretende abordar los impactos en ecosistemas y especies que generan las actividades de la compañía a lo largo del ciclo de vida, considerando la cadena de suministro y creando valor económico y social a través de los servicios ecosistémicos.
En la presentación, realizada por Emilio Tejedor, director de Medio Ambiente de Iberdrola, en la Cumbre Mundial de Biodiversidad (COP 15) en Canadá, el ponente destacó que el nuevo Plan es una "continuación del camino marcado desde 2007 con la aprobación de su primera Política de Biodiversidad".
"Este plan se complementa con los de Acción Climática y de Economía Circular de la compañía, que abordan la descarbonización y el uso sostenible de los recursos para una protección integral de la naturaleza que nos rodea y de la que dependemos de manera vital", ha remarcado.
Líneas principales de actuación
El Plan de Biodiversidad establece tres líneas principales de actuación. La primera de ellas fija un marco contable pionero de cuantificación de los impactos positivos y negativos, en los ecosistemas y especies, derivados de la construcción, operación y desmantelamiento de instalaciones. De esta forma, la compañía podrá seguir el grado de cumplimiento de su objetivo y revisar sus planes de acción para garantizar su consecución.
La segunda línea expone la necesidad de intensificar las acciones de conservación y regeneración de la biodiversidad. Para ello, Iberdrola se ha marcado la meta a 2025 de evaluar y revisar los planes de acción de los activos de todas sus tecnologías considerados prioritarios por su grado de afección o por su importancia estratégica. El objetivo para 2030 contempla la revisión y creación de planes para el 100% de sus instalaciones.
Por último, el Plan recoge la necesidad de impulsar un cambio sistémico a través de la acción por la biodiversidad, la promoción de la investigación de soluciones de conservación, restauración y regeneración, así como la transmisión del conocimiento para lograr la transformación cultural necesaria. Así, pretende ser motor de este cambio, integrando la biodiversidad en todos los procesos internos de planificación estratégica y toma de decisiones del grupo.
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