Indignación en Rumanía y Bulgaria ante un posible veto a su entrada en el espacio Schengen

Niñas vestidas con trajes típicos con pancartas que dicen "No a la violencia contra las mujeres y los hombres" bailan durante flash mobs con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres en Sofía, Bulgaria.
Mujeres con trajes típicos en Sofía, Bulgaria.
EFE/EPA/VASSIL DONEV
Niñas vestidas con trajes típicos con pancartas que dicen "No a la violencia contra las mujeres y los hombres" bailan durante flash mobs con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres en Sofía, Bulgaria.

La posibilidad de que Rumanía y Bulgaria puedan quedarse fuera de Schengen en la reunión de Justicia e Interior de la UE de este jueves y viernes en Bruselas, debido a un veto de Países Bajos y Austria, ha despertado indignación y acusaciones de doble rasero en las naciones balcánicas.

La postura de La Haya y Viena choca con el apoyo expresado por la Comisión Europea a la entrada a Schengen de Rumanía y Bulgaria. Según Bruselas, cumplen los requisitos técnicos y dejarlos fuera supondría un acto de "discriminación".

"Estas posiciones están dictadas por consideraciones políticas internas y no por deficiencias de la parte búlgara a la hora de aplicar los requisitos de Schengen", criticó el primer ministro interino búlgaro, Galab Donev.

"La sospecha de la aplicación de un doble rasero en la UE, especialmente por parte de los Países Bajos, está tomando cuerpo", agregó Donev.

Países Bajos sigue oponiéndose a la admisión de Bulgaria por los problemas de corrupción y crimen organizado que sigue arrastrando ese país

El sentimiento de indignación es generalizado en Rumanía y Bulgaria. "Holanda y Austria son casos de hipocresía europea y de utilización de temas secundarios, algo que no ayuda al proyecto europeo", afirma el analista rumano Radu Magdin.

Inmigración ilegal

Según medios rumanos, Países Bajos ha accedido a permitir la entrada de Rumanía en el espacio de libre circulación de mercancías y personas, pero la candidatura rumana seguiría contando con la oposición de Austria.

El canciller austríaco, Karl Nehammer, ha mostrado su oposición al ingreso de Rumanía y Bulgaria. Según Nehammer, más de 75.000 inmigrantes ilegales han llegado a Austria sin haber sido registrados en los países de la UE por los que pasaron. La mayoría atravesaron Bulgaria y Rumanía.

El canciller austríaco sí ha tenido buenas palabras para Croacia, otro país de la UE que aspira a ser admitido en Schengen y del que elogió su rigor a la hora de controlar sus fronteras exteriores.

Indignación con Rutte

Países Bajos sigue oponiéndose a la admisión de Bulgaria por los problemas de corrupción y crimen organizado que sigue arrastrando ese país, que está junto a Rumanía entre los principales puntos de origen de trata de personas en la UE.

El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, afirmó recientemente que, con un soborno de 50 euros, se puede entrar ilegalmente en Bulgaria desde la no comunitaria Turquía, lo que ha provocado un torrente de indignación en el país balcánico.

El fiscal general búlgaro, Ivan Geshev, le ha exigido que aporte "pruebas". El ministro de Justicia búlgaro, Krim Zarkov, ha recordado la muerte de tres policías en dos incidentes con las mafias de la inmigración ilegal que actúan en la frontera con Turquía.

La presión migratoria

Bulgaria defiende su trabajo en la frontera y explica el flujo de ilegales por el aumento de la presión migratoria y de la violencia de las mafias. El ministro del Interior, Ivan Demerdzhiev, ha dicho que el número de indocumentados que llegan de Bulgaria se ha multiplicado por cuatro respecto al de años anteriores.

En 2022, Bulgaria ha registrado más de 150.000 intentos de cruzar la frontera ilegalmente. Fuentes oficiales aseguraron que la Policía de Frontera búlgara impide cada día la entrada ilegal en el país de entre 600 y 1.200 personas.

"Histeria entre la clase política"

Según el analista Mihai Isac, especializado en Rumanía y Bulgaria, la posibilidad de que Rumanía no sea admitida en Schengen provoca "histeria entre la clase política rumana".

Isac recuerda que el europarlamentario rumano del gobernante Partido Nacional Liberal (PNL) Rares Bogdan sugirió que Bucarest podría bloquear en la frontera con Ucrania "los trenes y centenares de camiones que pasan a diario por Rumanía" si el país se queda fuera de Schengen.

Otro diputado rumano amenazó con represalias contra las empresas en Rumanía de los países que veten su ingreso en Schengen. "Un efecto negativo a un 'no' a Rumanía sería la intensificación del discurso nacionalista", afirma Isac.

Una tragedia nacional

En Bulgaria, prosigue Isac, "el rechazo sería considerado una verdadera tragedia nacional".

Con el ex primer ministro Boiko Borisov intentando formar un Gobierno que ponga fin a la inestabilidad, un "no" en Bruselas "podría llevar a elecciones anticipadas y al crecimiento de partidos nacionalistas filo-rusos".

"Entrar en Schengen significa ser miembros de pleno en la UE"

Además de las ventajas económicas que traería la eliminación de las fronteras comunitarias, la aceptación en Schengen tiene importancia "simbólica" para ambos países, que entraron en la UE en 2007 pero no han entrado en Schengen por sus deficiencias en la lucha contra la corrupción.

"Entrar en Schengen significa ser miembros de pleno en la UE", remacha el analista Radu Magdin.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento