Hace solo unos meses eran dentistas, diseñadores gráficos o albañiles, pero ahora están recibiendo un riguroso entrenamiento militar en la Academia de Infantería de Toledo para combatir en Ucrania. 

Son los primeros 64 futuros soldados ucranianos que han llegado a España para ser adiestrados por el Ejército de Tierra dentro de la misión de Asistencia Militar de la Unión Europea, que tiene otros dos centros de entrenamiento, en Alemania y Polonia.

"Estamos realizando un programa de instrucción básica de cinco semanas basado en las habilidades del combatiente, fundamentalmente el movimiento y comportamiento en el campo de batalla, tiro con fusil y combate en zonas urbanizadas", explica el teniente coronel Francisco Iranzo, jefe de la unidad de formación.

Además de instrucción básica, aprenden otras competencias como "asistencia sanitaria en zona de combate, lucha contra explosivos improvisados, defensa personal, desminado y reconocimiento básico de minas".

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El programa es intenso y durante estas cinco semanas apenas hay descanso para los nuevos reclutas, que ni siquiera pisarán la cercana ciudad de Toledo porque el alto mando ucraniano no les ha autorizado para salir de las instalaciones militares. 

"Es un horario intensivo de seis días y medio a la semana, con diez horas diarias de instrucción y algunas jornadas de 24 horas para practicar la instrucción nocturna", subraya Iranzo. Las pocas horas de descanso que tienen las pasan en una cantina habilitada especialmente para ellos dentro de la Academia de Infantería.

"Tenemos muy en cuenta la moral y el bienestar del personal ucraniano. Son personas que han abandonado su país, han dejado familias, amigos... Es una situación inestable e intentamos que el tiempo que están aquí sea lo más cómodo posible para ellos y puedan aprovechar la instrucción al máximo", señala Iranzo.

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Todo el proceso de adiestramiento está supervisado por un fornido comandante ucraniano, que prefiere no revelar su nombre por razones de seguridad, pero se muestra orgulloso de los progresos: "Mi misión aquí es formar a la gente que ha venido en colaboración con los instructores españoles para que puedan defender a nuestro país. Tengo una gran esperanza en que estén preparados para defenderlo".

Asegura que la moral de las tropas ucranianas "es muy alta" después de los últimos avances logrados frente al ejército ruso y no oculta su deseo de regresar a Ucrania: "Tengo ganas de volver para defender a mi país y a mi familia. Las tropas están muy motivadas, incluido yo mismo, y queremos volver para reforzar al ejército ucraniano con todo lo que hemos aprendido aquí. Queremos defender nuestro país para que las futuras generaciones de hijos y padres puedan tener la misma paz que en el resto del mundo".

Eso sí, advierte de que su objetivo no es otro que expulsar a las tropas rusas y recuperar el 100% del territorio ucraniano, incluida la península de Crimea: "Desde la caída de la Unión Soviética, Ucrania es un país soberano y eso incluye Crimea. Estoy seguro de que recuperaremos todas las partes que eran de Ucrania y alzaremos la bandera ucraniana en lo alto de todos los territorios que vamos a reconquistar".

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Los instructores españoles corroboran que la motivación de los soldados ucranianos es altísima. "El personal que ha venido no tenía ninguna formación militar, pero en el tiempo que ha transcurrido han aprendido mucho. No saben lo que les espera en un futuro y por eso están muy motivados y ellos son los primeros que ponen mucho interés en la instrucción", sostiene el teniente coronel Iranzo.

La media de edad de los soldados ucranianos llegados a España es de 34 años, pero es un grupo muy ecléctico en el que hay jóvenes de solo 20 años y veteranos que superan los 40. Algunos tienen estudios superiores, como es el caso de un odontólogo, y otros solo tienen estudios básicos. "Muchos de ellos trabajaban en la construcción antes de la guerra", cuenta uno de los instructores españoles.

Todas las órdenes a los nuevos reclutas se transmiten en español y son traducidas al ucraniano al momento a través de intérpretes. Durante el entrenamiento se tiene también muy en cuenta las gélidas temperaturas que se encontrarán los soldados a su regreso a Ucrania y todo el trabajo está planificado para el combate en clima frío.

Es por ello que todos los instructores pertenecen al Regimiento de Infantería 'América 66', con sede en Navarra, perteneciente al Mando de Tropas de Montaña del Ejército de Tierra.

España tiene una larga experiencia en formación de tropas

"Esta misión está enfocada a las necesidades de adiestramiento requeridas por Ucrania para mejorar la capacidad de sus fuerzas armadas. Estamos apoyando en lo que ellos nos han pedido", explica el teniente general Francisco Braco, comandante del mando de operaciones.

"España posee una larga experiencia en misiones de adiestramiento a Fuerzas Armadas de otros países, como Irak, Mali o Somalia. La diferencia es que esta misión tiene lugar en territorio español", añade Braco, quien destaca "la capacidad logística" del Ejército español: "Nosotros los recogemos en Ucrania, los adiestramos y una vez finalizado el entrenamiento los devolvemos a su país".

"El objeto de este adiestramiento es que las fuerzas armadas ucranianas lleven a cabo eficazmente operaciones militares para defender la integridad territorial de Ucrania y mantengan las fronteras reconocidas internacionalmente", afirma.

Este contingente de 64 militares ucranianos es solo el primero de los que pueden venir en el futuro. El Ministerio de Defensa ha trasladado al gobierno de Zelenski su capacidad para entrenar a 400 soldados cada dos meses y está a la espera de que Kiev apruebe la llegada de un nuevo grupo.

El Ejército de Tierra está listo, además, para entrenar no solo a reclutas sin experiencia militar, sino también para ofrecer formación específica a soldados profesionales, como tiro de precisión para francotiradores o instrucción a zapadores.