Podemos no descarta rectificar la reforma de la sedición negociada por Díaz tras un nuevo choque con la vicepresidenta

  • En el partido existe malestar por no haber recibido información minuto a minuto sobre la negociación. 
  • Podemos asegura que el texto acordado por la vicepresidenta puede alentar la "criminalización" de la protesta.
  • Jaume Asens, que se coordinó con Díaz, lo desmiente y asegura que no informó a Podemos para evitar "filtraciones".
  • Sánchez "estudia" rebajar también la malversación, como le exige ERC
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y la líder de Podemos, Ione Belarra.
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y la líder de Podemos, Ione Belarra.
EFE
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y la líder de Podemos, Ione Belarra.

La reforma del delito de sedición suscrita el pasado viernes por PSOE y Unidas Podemos no acaba de convencer precisamente al partido más grande de la coalición morada: Podemos. En la formación cunde un cierto descontento por haber sido -afirman- excluidos de la negociación, que pilotó la vicepresidenta Yolanda Díaz por parte de Unidas Podemos. Y a ese enfado en Podemos se une su preocupación porque, según consideran los morados, la reforma de la sedición que se ha presentado abre la puerta a la "criminalización" de las protestas pacíficas, por lo que el partido no descarta presentar una enmienda para rectificar el texto pactado por su propia líder en el Gobierno.

El desencuentro en torno a esta iniciativa es tan solo el último de la larga lista de choques que se han producido en los últimos meses entre Díaz y Podemos, aunque en esta ocasión el partido morado no ha querido ser tan crítico públicamente con la vicepresidenta como en otras ocasiones. No obstante, aunque en sus declaraciones en abierto los dirigentes morados se centran en que la derogación del delito de sedición acordada con el PSOE "es una muy buena noticia" -como señaló este lunes la coportavoz de Podemos, María Teresa Pérez-, en privado la dirección de Podemos tiene reservas con el contenido de la propuesta y critica, asimismo, la opacidad con la que Díaz ha llevado la negociación.

En este sentido, Pérez afirmó este lunes que la reforma del delito de sedición en el Código Penal "es una muy buena noticia porque es un delito anacrónico" y "los problemas políticos deben solucionarse con política". La coportavoz, no obstante, aseguró que a Podemos le "preocupa" que el nuevo texto legal, tal y como se ha redactado, pueda conllevar la "criminalización" de las protestas civiles, y por ello sostuvo que "durante la tramitación parlamentaria se podrá estudiar y mejorar el texto". Un texto que, admitió la dirigente, el partido morado "no conocía" porque "se ha llevado desde la Vicepresidencia" de Díaz.

Fuentes próximas a la vicepresidenta, no obstante, aseguran que la propia Díaz informó a la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, del contenido del acuerdo antes de que se hiciera público en la noche del jueves. Pero, en cualquier caso, esa discrepancia es una buena muestra del mal momento por el que pasan las relaciones entre Podemos y Díaz, quien sin embargo cuenta con algunos apoyos dentro del partido morado. Es el caso de Jaume Asens, portavoz de En Comú Podem en el Congreso pero también miembro de la Ejecutiva de Podemos, que ha sido el encargado de negociar la reforma de la sedición por la parte morada y que este lunes rechazó que abra la puerta a la "criminalización" de la protesta.

El nuevo delito de desórdenes públicos agravados, señaló a este respecto Asens, implica la presencia de "violencia o intimidación" y, por tanto, no puede criminalizar las "protestas pacíficas". "La protesta pacífica o la desobediencia civil no puede encuadrarse en ningún delito, eso es obvio", pero "un desorden público en una manifestación, cuando alguien decide alterar el orden público quemando contenedores o lanzando un adoquín a un policía... eso es un fenómeno diferente", argumentó el portavoz de En Comú Podem. "¿Eso es criminalizar la protesta? No hay ningún Estado de Europa que no responda ante eso", zanjó.

Iglesias inició las críticas

Asens, además, desmintió que la dirección de Podemos a la que él mismo pertenece no estuviera informada de las negociaciones con el PSOE y ERC para la reforma del delito de sedición, aunque admitió que no fue detallando cada paso de la negociación a los morados -como "tampoco a IU o a los comunes", aseguró- para "evitar filtraciones" a los medios de comunicación. "Ellos [Podemos] sabían que la derogación del delito de sedición estaba sobre la mesa y se estaba negociando, no es un asunto nuevo", argumentó Asens.

La respuesta de Asens, además de a la crítica expresa formulada este lunes por Podemos, también sirvió como contestación a quien primero reprochó desde el partido morado la redacción de la reforma del Código Penal: el ex secretario general Pablo Iglesias. Lo hizo el pasado viernes, cuando celebró la derogación de un delito "anacrónico" como la sedición, pero también criticó que la reforma haya sido elaborada con "secretismo" -esto es, sin que Podemos recibiera la suficiente información- y deslizó que el nuevo texto no debe suponer que se aprueben "por la puerta de atrás otros tipos penales para criminalizar la protesta social".

En cualquier caso, y más allá de las diferencias en torno a la redacción del nuevo delito que sustituirá a la sedición el Código Penal, lo que subyace a este nuevo choque es la pésima relación que ahora mismo mantienen Díaz y la dirección de Podemos. Para los morados, de hecho, no haber tenido -a su juicio- la suficiente información mientras se negociaba esta iniciativa es una muestra más de que la vicepresidenta les orilla en los debates importantes, algo que el entorno de Díaz siempre ha negado.

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