La ayuda de España a Ucrania en la guerra desatada tras la invasión de Rusia entra en una nueva dimensión. A partir del lunes, 64 militares ucranianos comenzarán un adiestramiento ofrecido por miembros del Ejército de Tierra español en la base de Toledo que durará casi dos meses, a razón de entre 10 y 12 horas al día durante cinco días a la semana, y que servirá para "mejorar las capacidades de las Fuerzas Armadas" del país al que el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró la guerra el pasado 24 de febrero. No serán los únicos, puesto que otros miembros del Ejército ucraniano ya han estado en Toledo o Zaragoza en estas últimas semanas.

"Esta misión de adiestramiento es fundamental", ha señalado Francisco Braco Carbó, comandante del Mando de Operaciones del Ejército de Tierra. En un encuentro informativo con periodistas en el Ministerio de Defensa, ha asegurado que es "básico tener armas, pero más básico es tener personal bien formado". En este sentido, ha recordado que "no es la primera vez" que España presta este tipo de servicios a "países amigos" y ha puesto como ejemplos misiones en Mali o República Centroafricana.

La idea de adiestrar a militares ucranianos comenzó a pensarse en agosto. Al menos así lo ha contado Pablo Paniagua, teniente coronel del Ejército. Fue él quien se reunió con emisores de Ucrania para trabajar en una hoja de ruta sobre qué podía ofrecer España más allá del envío de armamento y de material humanitario que hasta entonces se había realizado. En septiembre, ha continuado Paniagua, se consolidó la propuesta y el mes pasado se planificó para poder llegar hasta esta semana, cuando quedan apenas días para que desembarquen los 64 militares en Toledo.

Durante las cinco semanas que estén en la base militar, el entrenamiento será “exigente”, aunque tendrán suficiente tiempo de descanso para asimilar lo aprendido y “todas las comodidades necesarias” para que se sientan cómodos. Al final, como han destacado todos los presentes en el encuentro informativo, “están dejando su país, donde son imprescindibles, para venir a aprender a España”. En este sentido, trabajarán entre 10 y 12 horas al día durante cinco días a la semana. 

Estos 64 militares se sumarán a los 19 que ya recibieron formación en Zaragoza y a otros 21 que están haciendo lo propio en Almería. Además, el ministerio ya ha abierto la puerta a que sean muchos más los que participen en este programa, del que todavía España y Ucrania están cerrando la documentación necesaria. En principio, la base de Toledo tiene capacidad para recibir a 400 soldados cada dos meses durante los próximos dos años, el tiempo que se ha planificado. 

Como telón de fondo está la propuesta de la Unión Europea de que entre los 27 países miembros se formen 15.000 militares ucranianos. Por su parte, la coronel Yulia Tapaciok, jefa de Relaciones Bilaterales para la Región Europa del Estado Mayor Conjunto ucraniano, ha agradecido a España el apoyo señalando que dicha formación “es muy importante”. En un discurso en el que ha insistido en que Ucrania sigue necesitando armamento y material humanitario, ha agradecido la contribución de España y ha finalizado destilando esperanza: “El enemigo podrá destruir nuestras casas o separar nuestras familias, pero nunca podrá vencernos”.

Atentamente ha escuchado su discurso la ministra de Defensa, Margarita Robles, que ha vuelto a poner en valor el trabajo de las Fuerzas Armadas en este conflicto y ha pedido a los medios "no valorar el trabajo político, sino el de los militares". Además de insistir en que “solo hay un único culpable”, en referencia a Putin, ha trufado de mensajes subliminales su discurso contra los que dudan de la ayuda a Ucrania, que “lo que está haciendo es ejercer su legítimo derecho a la defensa”. “Estamos defendiendo los valores de la paz, la libertad y la democracia. España siempre estará del lado de la OTAN y de la Unión Europea”, ha concluido.