A pesar de que la crisis energética ha elevado voces a favor de paliar el precio del gas con nuclear para producir electricidad, el Gobierno mantiene sus planes de cierre de centrales nucleares, con un calendario que empezará en 2027 y terminará en 2035 con la clausura de la última. Así figura en la versión revisada del 7º Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) que acaba de el Ministerio de Transición Ecológica acaba de enviar a las comunidades y al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), en el que en materia de gestión de residuos radioactivos entierra definitivamente el proyecto que promoción el PP en el Gobierno para crear un Almacén Temporal Centralizado (ATC) en Villar de Cañas (Cuenca). Su lugar, habrá siete almacenes, uno en cada central nuclear.

Comunidades y el CSN podrán presentar informes a este nuevo borrador del 7º Plan General de Residuos Radioactivos, que establece "el cese de la operación de las centrales nucleares entre 2027 y 2035, en coherencia con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) y con el Protocolo de cese ordenado de explotación de las centrales nucleares, firmado en marzo de 2019 entre Enresa y sus propietarios". De este modo, Transición Ecológica descarta ampliar la vida útil que piden partidos como el PP y Vox, aunque no lo reclama ninguna empresa nuclear.

Según el calendario del Gobierno, la primera en cerrar, en 2027, será Almaraz I (Cáceres) y le seguirán Almaraz II en 2028, Ascó I (Tarragona) y Cofrentes, ambas en 2030, Ascó II en 2032 y las últimas serán Valdellós II y Trillo (Guadalajara), en 2035.

Hasta que se complete el desmantelamiento de las centrales también seguirá operativo el centro de almacenamiento de El Cabril (Córdoba) para residuos de muy baja, baja y media actividad.

Fin del ATC

Por otra parte, la versión revisada del 7º PGRR tras consulta pública y que será aprobado por el Consejo de Ministros tras tras recibir los informes que se piden ahora desvela la opción por la que finalmente se decanta el Ministerio de Teresa Ribera para almacenar los residuos radioactivos que generan las centrales nucleares.

En un borrado anterior se planteaba la opción de continuar con el proyecto que ampararon el Gobierno de Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal en la Junta de Castilla-La Mancha de construir un Almacén Temporal Centralizado (ATC) en Villar de Cañas, adonde llegarían los residuos de las siete centrales nucleares en funcionamiento. La otra alternativa que se contemplaba era sustituirlo por siete almacenes, situados en cada central y para almacenar sus respectivos residuos.

Finalmente se ha impuesto esta segunda opción y este último documento de Transición Ecológica contempla la "puesta en marcha de siete Almacenes Temporales Descentralizados en los emplazamientos de las centrales para el combustible gastado y los residuos de alta actividad". Supone abandonar definitivamente el ATC, que desde el principio contó con la oposición de partidos de izquierda y de los ecologistas.

Estos siete almacenes son un paso intermedio entre la instrucción de Transición Ecológica para que antes cada central siga ampliando sus respectivos almacenes temporales para dar cabida al combustible gastado tanto en su explotación como en su desmantelamiento y la solución final, que consiste en un Almacenamiento Geográfico Profundo, una gran obra de ingeniería que de momento solo se ha llevado a cabo en Finlandia y Suecia y también se proyecta en Francia y Bélgica y donde quedarán para siempre los residuos de alta radioactividad. De acuerdo a los planes del Gobierno, este almacén definitivo no estaría operativo hasta aproximadamente 2060 y los primeros trabajos para encontrar el lugar en el que se construirá no empezarán hasta 2024.