Fernando Grande-Marlaska no cambia de versión pese a estar cada vez más acorralado por la oposición y por sus socios de Gobierno y parlamentarios. El ministro del Interior ha insistido este martes en negar que se produjeran muertes en territorio español en el salto masivo a la valla de Melilla registrado el pasado 24 de junio, un acontecimiento en el que hubo al menos 23 fallecidos -las ONG aumentan la cifra hasta los 70-. Además, ha defendido de nuevo la actuación "proporcionada" de la Guardia Civil y de la Gendarmería marroquí en lo que ha calificado como un "ataque violento" a las fronteras "españolas y europeas".

"Ningún hecho trágico ocurrió en territorio español", ha asegurado el ministro antes de entrar a la comisión sobre secretos oficiales y gastos reservados en unas declaraciones que chocan frontalmente con lo expuesto por un grupo de diputados que visitaron el lunes el lugar de la tragedia. Pese a que las cámaras interiores de la Policía Nacional en el paso fronterizo del Barrio Chino de Melilla -donde se produjeron los hechos- no funcionaban, sí hay imágenes de la Guardia Civil captadas desde el helicóptero y de drones que contradirían las palabras del responsable de Interior, según miembros de Unidas Podemos y de Bildu. 

"Todo parece indicar que hubo fallecidos en zona de control de las autoridades españolas", señaló sin matices Enrique Santiago, parlamentario ‘morado’. Se ve "una avalancha de personas por el suelo que se puede presuponer que están heridas o fallecidas", añadió Jon Iñárritu, diputado abertzale. También desde el PP comparten esta versión. "Se aprecia cómo las palabras del ministro Marlaska no solo eran falsas, sino que quedan claramente en entredicho" porque las imágenes de los altercados "indican una cosa y las palabras del ministro, la contraria", ha señalado Javier Maroto, portavoz de los 'populares' en el Senado.

Otras voces del PP se han sumado a las críticas y han pedido el cese del ministro por "mentir" durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados. La portavoz parlamentaria Cuca Gamarra se ha visto "sorprendida" de que Pedro Sánchez "no haya cesado a su ministro después de tener constancia de que el ministro mintió en sede parlamentaria". El coordinador general del PP, Elías Bendodo, también ha exigido el cese de Marlaska "mejor hoy que mañana", dado que España "está hoy en el foco de la comunidad internacional por un asunto de derechos humanos en la frontera española de extrema gravedad".

De este modo, el PP se muestra muy crítico con el Gobierno de Sánchez al que ya 'salvó' por este asunto el pasado 21 de septiembre, votando en contra de investigar el suceso tras escuchar la comparecencia del ministro en el Congreso. No obstante, la emisión del reciente documental de la BBC saca a la luz "nuevas imágenes que aparentemente acreditan hechos muy graves", denunció el presidente popular, Alberto Núñez Feijóo, el jueves pasado. 

En el PP continúa sin descartar apoyar la comisión de investigación propuesta por Podemos y otros socio o, incluso, solicitar por su cuenta una investigación, lo que le supondría enfrentarse no solo al PSOE sino a la Guardia Civil. En primera instancia, el PP pide una nueva comparecencia de Marlaska ante el Pleno del Congreso y también que el Gobierno les facilite las imágenes de lo ocurrido en Melilla. Unas explicaciones que, como ha exigido Gamarra a la entrada de la comisión sobre secretos oficiales y gastos reservados, "deben darse en el Pleno o en la comisión de interior como le ha pedido el PP y no a puerta cerrada".

Los populares, de quien depende que salga adelante la comisión de investigación, piden "máxima trasparencia" para conocer "qué ocurrió y comprobar que el ministro mintió". "Queremos saber si la Guardia Civil ha recibido alguna orden indigna por parte de sus superiores políticos porque un Cuerpo ejemplar no puede recibir órdenes indecentes", defiende Bendodo.

Así las cosas, el debate se centra ahora en cuál es la frontera fijada entre ambos países. Socios parlamentarios del Ejecutivo como ERC o Bildu defienden que ese paso fronterizo aparece dentro del mapa oficial recogido por el Instituto Geográfico Nacional y el catastro, por lo que es español. Interior, no obstante, rebate esa teoría con diferentes resoluciones judiciales que recogen "cómo la soberanía de España llega a la valla".