Los gatos son felinos domésticos, pero felinos al fin y al cabo. Descienden del gato salvaje africano y han heredado de sus ancestros algunas costumbres como la necesidad de subir a lugares altos y la manía de afilarse las uñas que suelen traer de cabeza a sus dueños. Según los expertos, los gatos arañan los objetos de una a seis veces al día: al despertarse, para estirar los músculos, para marcar territorio o cuando están estresados. Este hábito es necesario para su correcto desarrollo pero, puede acabar con nuestros muebles (y con nuestra paciencia).

Una alfombra troquelada para colocar debajo del arenero o cómo evitar que nuestro gato esparza las piedras por casa

Hay gatos que adoran nuestro sofá, tanto para descansar en él como para afilar sus uñas. No importa lo grande y caro que sea el árbol con plataformas y rascador incluido que tenemos en casa, parece que nuestro felino prefiere cualquier otro lugar, especialmente en el sillón o las sillas, sus zonas favoritas de descanso. Por eso, los expertos en mascotas aconsejan colocar su rascador cerca de estos lugares para que lo tenga a mano y opte por él en lugar de por los muebles, aunque eso no siempre ocurre. En 20deCompras hemos encontrado una solución para que nuestra mascota siga disfrutando de su pasatiempo favorito sin destrozar la tapicería, se trata de una funda protectora para el brazo del sofá que al mismo tiempo es un rascador de sisal. Un dos en uno que se ha convertido en un éxito de ventas en Amazon (con más de 7.000 valoraciones).

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Esta funda de Navaris mide 70 centímetros de alto y 50 de ancho e integra una zona de sisal que el felino puede usar como rascador, así como un tejido protector de lino disponible en tres colores para el reposabrazos y el frontal. Se coloca ajustando las cintas a las patas del sofá y podemos encontrarlo tanto para lado derecho como para el izquierdo del mueble. De esta forma el gato seguirá usando el sofá sin atacar las alfombras o las cortinas y nosotros sabremos que la tapicería está protegida.

Además, podemos combinar el uso de este protector con otros trucos disuasorios como unas cintas antiarañazos para que no rasque las patas de las sillas o la parte inferior del mueble. En Amazon puedes encontrarlas desde 13,98 euros.

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Este modelo tiene un ancho de 7.5 centímetros y más de 14.5 metros de largo y se adapta a todas las zonas problemáticas. Es de doble cara y a los gatos no les gusta la sensación de adherencia que provoca. Se puede utilizar tanto en telas suaves como sillones, brazos de sofá, alfombras, cortinas, sábanas y superficies duras como mesas, taburetes, puertas o encimeras. Se retira sin dejar residuos de pegamento. Pero, ¡ojo!, no la utilices si tu sofá es de piel natural porque puede acabar dañado.

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