Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Sardá y copiarse a sí mismo (mal)

La Gran Confusión de Javier Sardá
La Gran Confusión de Javier Sardá
RTVE
La Gran Confusión de Javier Sardá

La copia a uno mismo es parte de la vida. Algunos lo pueden hasta llamar coherencia. Para qué cambiar aquello que quedó perfecto. Quizá modificar una idea se termine desvirtuando, a peor. Chicho Ibáñez Serrador repetía las letras de las canciones de los grandes números musicales del Un, dos, tres... de temporada a temporada. Que la temática era "Las mil y una noches", pues, venga, misma versión musical en un nuevo decorado y con el elenco protagónico actual del programa. 

Otro maestro de la televisión, Javier Sardá, está haciendo ahora lo mismo. Pero chirría más, pues su programa está calcando lo que nunca fue un éxito. Ni siquiera una idea magistral. Ya era fácil dilucidar que el "nuevo" programa de sábado noche 'La Gran Confusión' era una versión nacional de 'Obrim Fil', otra tertulia que ha conducido Sardá en La 1, pero sólo para Cataluña. De hecho, la escenografía de ambos espacios es la misma. Aunque introduciendo grada con público y trasladada de los míticos estudios de Televisión Española en Sant Cugat del Vallés a un plató de alquiler en el Parc Audiovisual de Terrassa. 

Pero lo que descoloca es que el guion de los temas elegidos es prácticamente idéntico que en su versión catalana. Así lo ha analizado el portal televisivo Tvienes, que ha desvelado detalladamente no sólo cómo se repiten los asuntos de la tertulia -que podría ser hasta lógico en vista de que no son muy originales (se estrenó con "¿Está en crisis la pareja?", mientras hace algo más de un año hicieron en cataluña "El matrimoni i la parella estan en crisis?", por ejemplo)-, sino que además, como recalca  Xavier Oller en su artículo Tvienes, se replica, dos años después, fragmentos del mismo guion e incluso el mismo grafismo. Hasta vuelven parte de los colaboradores, que bien que existan rostros recurrentes, pero si el espacio salta al nivel nacional hay que adaptarlo a perfiles de miradas que representen mejor la diversidad social de la sociedad española. 

¿Debate de actualidad? Al final, esta praxis de clonar lo mismo como si nadie lo hubiera visto define por qué 'La Gran Confusión' está pasando tan desapercibido y no consigue captar el interés. Puede tener entrevistas divertidas, puede tener la autoría de Sardá. Las tiene. Pero qué sentido tiene un remake de lo que ya no destacó en Cataluña, como si nadie hubiera pensado qué se estaba haciendo mal: el enfoque de los temas ya no iba a tono con la sensibilidad amplia de la sociedad hasta cuando era nuevo. Pues imagínense ahora. Y encima en el competitivo prime time nacional. Bueno, ya late night, pues 'La Gran Confusión' ha sido retrasada por su bajo rendimiento.

Autoplagiar las propias ideas cuando es difícil mejorarlas es lógico e incluso inteligente, repetir una tertulia de hace dos años sólo denota o desgana o estar desconectado de lo que pasa. Porque la forma de entender la vida va evolucionando en cada minuto que pasa. Un programa lúdico de debate debe estar atento a las curiosidades del momento en el que se emite, no tirar de archivo. Tanta gente tiene tantas ganas de currárselo en TVE, como institución que brilla cuando protege la inquietud de retratar con ingenio su tiempo, que esta situación de cortar y pegar a precio de estreno una escaleta que ya evidenció que llegaba tarde es decepcionante y desmotivador. No es que dé la sensación que el programa tire la toalla, es que al final dan ganas de que todos tiremos la toalla.

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