La CNMC intensifica la vigilancia sobre las energéticas entre la presión del Gobierno y los consumidores por los precios del gas y la luz

Los precios de la luz siguen en máximos históricos.
Los precios de la luz siguen en máximos históricos.
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Los precios de la luz siguen en máximos históricos.

Se acerca el invierno y la subida del precio de la luz y del gas hace que los ciudadanos busquen la forma de pagar menos por estos recursos esenciales. Incluso, se plantean hacer su propia transición ecológica y sustituir el combustible fósil por soluciones renovables, como la biomasa. Por si no fuera suficiente con tener que pagar facturas mucho más abultadas de lo habitual, los consumidores encuentran trabas y mensajes engañosos. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha intensificado su vigilancia contra eventuales malas prácticas e irregularidades y solo en los últimos ha intentado responder a la presión tanto desde el Gobierno como desde las organizaciones de consumidores 'atacando' por tierra, mar y aire: luz, gas y biomasa.

En los últimos diez días, el organismo supervisor del libre mercado ha anunciado una multa de 9,2 millones a Grupo Audax por "captar clientes de luz y gas de otras compañías mediante prácticas fraudulentas", mediante "actos de engaño y confusión" por los que los consumidores se pasaban a esta compañía pensando que solo se acogían a descuentos de su antiguo proveedor. El martes, empezó a pedir información a las cuatro compañías que ofrecen la tarifa regulada de gas (TUR) acerca del atasco y la tardanza para hacer el cambio a los clientes que solicitan el paso desde la tarifa libre. Para cerrar la semana, el supervisor informó el jueves de que estaba investigando a varias empresas por presuntamente repartirse el mercado de astillas de madera en España y Portugal. De confirmarse, una práctica monopolística que podría hacer subir el precio de un elemento que ese emplea en la producción de biomasa. Otro subidón energético.

En este último caso, la relación entre las astillas de madera y las renovables es una suposición por el uso que se les da en el sector, más que información sobre qué es lo que investiga la CNMC. Porque este caso es tan preliminar que ni siquiera el nombre de las empresas investigadas ni a qué se dedican con exactitud ha salido todavía de la unidad de Energía que abrió el proceso. En verano, se anunció la investigación sobre cómo repercutían las gasolineras el descuento de 20 céntimos que concluyó que, salvo alguna excepción, no se estaban reembolsando la ayuda del Gobierno.

Signo de los tiempos que corren, no es extraño que la CNMC informe de procedimientos muy preliminares, mucho antes de una resolución formal, como también es el caso de la petición de información por el "atasco' para pasar a la TUR. No existe una cifra, pero en el supervisor reconocen que hay una notable "intensidad" de las cuestiones que tienen que ver con la energía, como así ha apuntado en alguna ocasión su presidenta, Cani Fernández, acerca de que el organismo está "más vigilante" sobre posibles malas prácticas en este sector. Sobre las acciones que se han conocido en la última semana, en el organismo no pueden dar un plazo para conocer futuros movimientos y aunque indican que suelen pasar meses, apuntan también que quizá podría haberlos en los próximos días.

Tercer sector más conflictivo

Que la energía es materia sensible no es nuevo. De acuerdo con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en condiciones normales, antes de que empezara la crisis energética, los suministros de gas y luz era el tercer sector de consumo "más conflicto" para los derechos de los consumidores por detrás de servicios financieros y telefonía. Más ahora, cuando el mercado energético está "absolutamente descontrolado", dice Enrique García, portavoz de esta organización. 

Para el Gobierno también está claro. El martes, fue la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, la que dio a conocer la apertura de diligencias informativas por parte de la CNMC a las cuatro compañías que ofrecen la tarifa regulada del gas. En los días posteriores, su 'jefa', la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, no ha dejado de insistir en la cuestión.

"Ellas lo que dicen es que están desbordadas por la cantidad de personas que están queriendo pasar a la tarifa regulada y yo entiendo que es probable que sea así, pero tiene una fácil solución, que es reforzar los equipos", declaró el jueves en los pasillos del Congreso. "Agradecemos que la CNMC haya iniciado un expediente informativo para ver qué está ocurriendo, porque es lógico que cuando el Gobierno se moviliza para una tarifa regulada en condiciones que permitan que familias pasen el invierno a un coste razonable puedan rápidamente agilizar ese cambio", añadió.

A la espera de saber si el procedimiento de la CNMC terminará con la contratación de más personal para hacer los cambios de tarifa, con algo más o con nada, el sector de las eléctricas no ocultaron el viernes su malestar con un comunicado que difundieron para "defender el nivel de transparencia" del sector, que está "fuera de toda duda".

La patronal de las eléctricas, Aelēc, aseguró en su nota que el "elevado volumen y detalle de información" está  "disponible públicamente", desde las propias empresas como desde la CNMC. "El sector eléctrico hace frente a importantes requerimientos de información de los organismos reguladores, sobre la evolución de los negocios y los datos más relevantes sobre todas sus actividades, especialmente la producción y venta de energía, a lo que hay que sumar los informes que, anualmente, publican las empresas".

Consumidores en pie de guerra

El tercer vértice está en la presión que ejercen los consumidores, desde organizaciones como la OCU, que colaboran abiertamente o de manera más discreta con la CNMC, hasta otras como Facua, que dan la bienvenida a esta vigilancia reforzada pero también advierten de que la ley termina amparando algunos hechos por los que Ribera pone el grito en el cielo.

La OCU tuvo mucho que ver en la multa al Grupo Audax por captar clientes con prácticas "fraudulentas" porque de esta organización partió la denuncia que terminó como una resolución de la CNMC. Esta organización se considera "fiel escudera" del supervisor, con quien comparte en sus estatutos el objetivo de mejorar la defensa de los consumidores, muy vulnerables en cuestiones energéticas en estos momentos. 

"No es que los consumidores sean tontos, es que el mercado es muy difícil, artificialmente complejo"

"El 74% de consumidores no sabe que es el mercado libre y regulado, esto quiere decir que tienen un desconocimiento casi absoluto de la realidad del mercado y no es que sean tontos, es que el mercado es muy difícil, artificialmente complejo", dice García, que apuntaa que es algo que afecta no solo a población más mayor o vulnerable, también a los jóvenes. 

"Está claro que hay gran cantidad de consumidores que están criticando que las líneas de las cuatro compañías con TUR están saturadas y con retrasos", tercia el secretario general de Facua, Rubén Sánchez, que recuerda que la semana anterior ellos habían denunciado que Naturgy había eliminado de su web el formulario para poder acogerse a las tarifas reguladas de luz y de gas, aunque "luego lo restablecieron".

Aunque da por buenas las indagaciones de la CNMC, Sánchez advierte de que en realidad se dan de frente contra la propia ley. "A nivel de información telefónica, solo se les obliga a que tengan un teléfono y que sea gratuito, no del número de teleoperadores o del tiempo máximo de espera", algo que todavía no establece ninguna norma.

De la misma manera, las compañías tampoco están obligadas a poner a disposición de los consumidores un formulario online, el método al que recurren estos días miles y que tampoco es una vía rápida. "Si quisieran, lo podrían eliminar y no vulnerarían ninguna norma", dice Sánchez, que cree "necesario mejorar la legislación para que haya imposiciones a las compañías".

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