Cómo afecta a nuestros peces la enfermedad del punto blanco, una de las más comunes: "Debemos trabajar en la prevención"

Dos ejemplares de pez dorado en un acuario.
Dos ejemplares juveniles de pez dorado en un acuario.
Hans / PIXABAY
Dos ejemplares de pez dorado en un acuario.

Aunque mucha gente se cree que tener peces en casa es una tarea sencilla, estos pequeños animales acuáticos son muy delicados y están expuestos a enfermedades que, por lo general, se desconocen, lo que lleva a la muerte de muchos de ellos. Una de las dolencias más comunes que pueden padecer es la enfermedad del punto blanco.

El punto blanco es una enfermedad provocada por un parásito que puede ocasionas graves daños en la piel y el sistema respiratorio de nuestros peces, llegando a causar incluso la muerte. Por ello, es importante saber prevenirla y conocer sus síntomas para actuar de manera precoz.

Tal y como explica Marcel Osborne, responsable de Acuariofilia en Kiwoko, el mantenimiento de un acuario en las condiciones óptimas de limpieza, temperatura, población de peces y parámetros fisicoquímicos del agua, así como ofrecer una alimentación adecuada y equilibrada, son dos de las principales claves para evitar este tipo de enfermedades.

"Prácticamente todos los peces de acuario han estado alguna vez en contacto con el parásito ichthyophthirius multifiliis, el causante del punto blanco, sin haber desarrollado la enfermedad, pero existen diferentes factores que merman sus defensas naturales y favorecen el contagio”, explica Osborne. "Entre estos se encuentran, en concreto, mala calidad del agua, la mala alimentación, un deficiente mantenimiento del acuario, el estrés o la superpoblación del acuario".

Detección, síntomas y tratamiento

Para saber si nuestro pez o peces están contagiados de esta enfermedad, es importante conocer sus síntomas. El más característico es la aparición de pequeños puntos blancos en la piel de los peces y, sobre todo, en la zona de las branquias. "Para intentar reducir las molestias que estas manchas les generan, pueden mostrarse mucho más activos, frotando su cuerpo contra la grava del acuario, los elementos decorativos o incluso las paredes", expresa el experto.

"El ciclo completo de este parásito tiene una duración de entre cuatro días y varias semanas, según las condiciones de temperatura que se den en el agua", añade. "Por ello, cuando la enfermedad haya sido detectada, uno de los primeros pasos a seguir es subir el calor del agua de manera progresiva hasta los 30 grados, lo que contribuirá a acelerar el ciclo de vida del parásito y acaban con él lo más rápidamente posible".

Además, existen distintos tratamientos que se pueden administrar en el agua para combatirlo, siempre siguiendo las pautas del fabricante, que deberán indicar la dosis adecuada para el volumen de agua y número de peces, según explican desde Kiwoko.

Es clave contar con un buen filtro y analizar el agua de forma periódico, mínimo una vez cada diez días para acuarios con más de doce semanas de maduración

"Aunque el punto blanco se puede tratar de forma exitosa, como primer paso debemos trabajar en la prevención", asegura Osborne, que insiste en que es clave ofrecer a nuestros peces una alimentación de calidad, así como contar con un buen filtro (que deberemos limpiar con frecuencia, del mismo modo que haremos con el acuario) y analizar el agua de forma periódica. "Mínimo una vez cada diez días para acuarios con más de doce semanas de maduración o cada cinco si no supera este tiempo".

Por otro lado, el experto aclara que "es de especial importancia asegurarnos de que las condiciones de luz y temperatura del agua sean las adecuadas para las especies que tengamos", detalla.

"También, cuando queremos aumentar la población o la decoración, lo ideal sería poder mantener a los nuevos ejemplares en cuarentena durante un par de semanas, hasta asegurarnos de que no están infectados, para evitar así la propagación del parásito a los individuos sanos", concluye Osborne.

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