La subida de precios ha afectado a prácticamente a todos los sectores, incluso a la limpieza de los hogares. Poner una lavadora, pasar la aspiradora o comprar una botella de lejía han encarecido las facturas de muchas familias en los últimos meses.

Ante este problema, existen algunas soluciones para reducir los gastos de limpieza en casa, sin que ésta deje de ser efectiva. Para ello, la empresa de limpieza Interdomicilio ha dado algunos consejos y trucos a 20minutos para reducir el ticket de la compra.

Independientemente de las preferencias que tenga cada consumidor, los expertos recomiendan algunas alternativas para los que quieran ahorrar en la limpieza del hogar.

Usar productos caseros

Los productos caseros se han convertido en los sustitutos ideales para reducir el ticket de la compra. Los más habituales son el vinagre de limpieza, el bicarbonato, el aceite de oliva y el limón. "Son igual de efectivos", explican desde Interdomicilio.

El suavizante se puede reemplazar por el vinagre de limpieza, ya que es un desodorizante que deja la ropa suave. Además, este mismo producto es efectivo para eliminar la cal y se puede usar para limpiar la grifería y los cristales. "Utiliza una mezcla de tres partes de agua caliente por una de vinagre de limpieza", recomiendan.

En cuanto al aceite de oliva, también se considera un producto 'multiusos'. "Sirve para pulir metales, eliminar óxido, limpiar e hidratar muebles de madera, quitar manchas de pintura…", detallan desde la empresa de limpieza.

El limón se puede utilizar para desodorizar o limpiar el suelo. También es un buen sustituto de los limpiadores de horno. "Exprime tres limones en una cacerola y ponla en el horno 30 min a 250º. Retira la cacerola y limpia las paredes con un trapo. Puedes hacer esto utilizando el calor residual del horno justo después de usarlo", explican desde Interdomicilio.

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El bicarbonato, otro gran aliado

El bicarbonato es otro producto muy empleado en la limpieza del hogar. Se puede hacer una pasta con él, mezclándolo con agua. Se suele usar como un blanqueante natural para la ropa o, incluso, para limpiar las quemaduras de las sartenes u ollas.

Este producto tiene otros muchos usos: para limpiar las ventanas, la grifería, el horno, las alfombras, la nevera, la plancha y las tuberías. Además, evita los malos olores y elimina las marcas de agua en la madera.

Optar por productos multiusos

Las estanterías de los supermercados están repletas de decenas de productos específicos para cada zona de la casa: para suelos de madera, para el baño, para la cocina, para los cristales... La oferta es tan amplia que, en muchas ocasiones, se adquieren productos que no se necesitan. Además, comprar todas estas variantes incrementan considerablemente el ticket del supermercado.

A pesar de que sean específicos, su uso no garantiza que limpien mejor que otros. Por eso, la mejor opción es adquirir productos multiusos que permiten limpiar distintos materiales sin dañarlos.

Un limpiador multiusos de marca blanca tiene un precio inferior a los dos euros. Este se puede utilizar en encimeras, baños, azulejos, neveras, microondas, muebles y juguetes, según especifican las propias etiquetas del producto.

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Comprar 'marca blanca'

Existe la creencia de que un limpiador de marca es mucho más efectivo los productos de marcas de la distribución (MDD), conocidas popularmente como marcas blancas. Sin embargo, esto no es así porque muchos productos de las marcas blancas están producidas por proveedores de primer nivel.

Un limpiador de suelo de la marca líder en el mercado cuesta unos 2,35 euros la botella de litro y medio. El mismo producto con la misma cantidad de la marcas blancas cuesta en torno a un euro. Lo mismo sucede con la lejía. El litro de la marca líder se vende a 1,39 euros, mientras que un litro de lejía de marca blanca se puede adquirir por un euro menos.

Reducir el uso de la aspiradora

En muchos hogares, la aspiradora se ha convertido en un fuerte aliado. La rapidez con la que limpian es el principal motivo por los que las familias optan por adquirir este electrodoméstico. Sin embargo, la subida de la luz ha provocado que el uso de estos aparatos también haya encarecido las facturas desde hace unos meses.

Según el portal Cuánto Consume, una aspiradora de 900W provoca un gasto de electricidad de casi 50 euros al año si se utiliza una hora al día. Si la potencia sube a 1.600, el aparato gastaría más de 70 euros al año. Y una aspiradora de 2.000W incrementaría el gasto unos 100 euros anuales.

A la hora de aspirar, es fundamental tener en cuenta el tamaño y el tipo de superficie que se va a limpiar: no es lo mismo una casa de dos habitaciones que de cinco, ni un suelo de madera que de moqueta. Cuanto más grande y más tiempo esté encendida, más gasto de electricidad.

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Para ahorrar, se recomienda pasar la aspiradora lo menos posible y de forma eficiente y rápida. De esta manera, no solo se tardará menos en terminar de limpiar, sino que también se consumirá menos batería y, por lo tanto, su tiempo de carga será menor.

Otra forma de ahorro es volver al aparato tradicional: la escoba. El gasto se reduce a cero, aunque requiere más esfuerzo y, a veces, no elimina todos los ácaros del suelo. Aun así, puede convertirse en un buen compañero de la aspiradora porque necesitaría menor tiempo de uso al estar la superficie está prácticamente limpia después de barrer.

Usar los aparatos eléctricos por la tarde

Los precios de la electricidad varían en función de los tramos horarios. Pueden darse diferencias en el precio del kilovatio hora (kWh) de hasta 20 céntimos, según los datos de Red Eléctrica recogidos por RTVE. El intervalo más barato, conocido como valle, se sitúa entre la medianoche y las 08.00 horas los días laborales y se extiende a las 24 horas los fines de semana. El más caro (punta) va de lunes a viernes entre 10.00-14.00 horas y 18.00-22.00 horas. Entre ellos dos se sitúa el tramo llano, de lunes a viernes entre 8.00-10.00 y 22.00-00.00 horas. 

Es recomendable poner la lavadora, el lavavajillas o la aspiradora en los tramos más baratos, ya que supone un gran ahorro en la factura a final de mes. Algunos electrodomésticos cuentan con una función que permite programarlos para que automáticamente empiecen a funcionar en el horario marcado.