Joaquim Coll Historiador y articulista
OPINIÓN

China, hegemonía o decadencia

El presidente chino, Xi Jinping, saluda durante la inauguración del XX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh).
El presidente chino, Xi Jinping, saluda durante la inauguración del XX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh).
EFE
El presidente chino, Xi Jinping, saluda durante la inauguración del XX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh).

Una de las sorpresas que nos ha deparado el mundo postpandémico es el traspié chino. Cuando estalló la covid no pocos analistas afirmaron que el nuevo escenario iba a acelerar el camino hacia la hegemonía mundial del gran país asiático. En el primer año de la pandemia, China sorprendió con su agresiva política de "covid cero", por lo que su modelo fue alabado como el más eficaz para volver a la normalidad. En cambio, más de dos años y medio después, pese al amplio desarrollo de las vacunas, China es la única potencia mundial que sigue con confinamientos y controles estrictos

Pekín fijó para 2022 un crecimiento del 5,5% del PIB, pero a duras penas va a superar el 3%. La culpa recae en la crisis en el sector inmobiliario, en las dificultades de sus empresas tecnológicas y en la incertidumbre que generan los cierres sanitarios de las grandes urbes de un país que concentra dos tercios de su población (1.200 millones) en solo un tercio del territorio. El resultado es que China es el país asiático en desarrollo que menos crece, lo cual no sucedía desde 1990.

Y, no obstante, Xi Jinping, en el poder desde hace una década, va a salir reforzado del XX Congreso del Partido Comunista, que va a elevarlo a la categoría de "emperador vitalicio", como lo fue Mao Zedong. El problema de volver a un poder unipersonal es que refuerza el vicio de todas las dictaduras de anteponer la ideología a la economía. El empecinamiento con la política "covid cero" ejemplifica este viraje. 

La Cámara de Comercio de la UE en ese país ha alertado en su último informe anual, titulado justamente La ideología se impone a la economía, que "China se está alejando del mundo", desacoplándose, buscando la autosuficiencia ante un incremento de las tensiones geopolíticas con Occidente por cuestiones de derechos humanos. En paralelo, sufre un enorme éxodo de extranjeros por culpa de los durísimos confinamientos, acelerándose tanto la pérdida de talento como el aislamiento del gigante asiático, lo cual daña su imagen de los últimos años como economía "fiable, predecible y eficiente".

La UE ha alertado que "China se está alejando del mundo", desacoplándose

Así pues, parece que debemos empezar a cuestionar la idea tan arraigada de que China está llamada a dominar el mundo y que a Occidente solo le puede aguardar una dulce decadencia. Si elegimos la crisis sanitaria como ejemplo es evidente que la tecnología americana y europea ha demostrado una clara superioridad con las vacunas ARNMensajero. No es el caso de la vacuna china, lo cual explica en parte la testarudez con la política de confinamientos de Xi Jinping. Y si ponemos la atención en Ucrania, vemos como los misiles Himars norteamericanos están alzándose como incuestionables ganadores, de lo que China toma nota cuando mira a Taiwán.

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