Putin se venga del ataque de Kiev sobre Crimea bombardeando las grandes ciudades ucranianas y deja una decena de muertos

Ataques rusos sobre Kiev.
Ataques rusos sobre Kiev.
HANNAH WAGNER/DPA/EFE
Ataques rusos sobre Kiev.

La madrugada del 10 de octubre guarda un importante parecido en Ucrania a la del 24 de febrero: Rusia ha decidido volver al punto inicial de la guerra. Vladimir Putin ordenó este lunes ataques masivos sobre las principales ciudades ucranianas como venganza tras la voladura por parte de Kiev del puente de Crimea, una infraestructura fundamental en el ideario y en el mapa de Moscú. Kiev, Zhytomyr, Dnipro, Odesa, Obuhiv, Khmelnytskyi, Sloviansk, Ternopil y Leópolis fueron los focos de unos bombardeos que dejaron un total de 14 muertos y 97 heridos, según el último balance ucraniano. En total, Rusia habría lanzado 83 misiles y habría recurrido a 17 drones iraníes.

El Kremlin no tuvo ningún tipo de filtro. Vació municiones sobre escuelas infantiles, parques, edificios oficiales, puentes y viviendas. "Quieren borrarnos de la faz de la tierra", lamentó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que fue trasladado rápidamente a un búnker por su seguridad. La guerra ha vuelto, como un deja vú, a lo que fueron los primeros pasos de Moscú con la invasión. Después de seis meses, la capital y los enclaves más importantes de Ucrania han perdido la (falsa) normalidad que habían recuperado tras las primeras semanas.

Pablo del Amo, coordinador de Descifrando la Guerra, explica a 20minutos que la guerra, a su parecer, "entra ahora en una fase mucho más destructiva porque parece que la reacción de Rusia ante los reveses militares es precisamente esa, aumentar la destructividad". Esto lo haría con ataques masivos por toda Ucrania, "tanto a la estructura crítica como a nivel civil". Del Amo resume que el conflicto entra en un punto en el que "ninguno de los dos bandos va a moverse: ahora mismo la guerra continuará y tratarán de resolver la situación en el campo de batalla".

"Ucrania existía antes de que apareciera este enemigo, y Ucrania existirá después de él", insistió Zelenski, que llamó a los suyos a resistir frente a Putin. En esa misma línea, el ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba, insistió que Ucrania "es la víctima" en esta guerra y que "no ha provocado" a Moscú para que se le responsabilice de la escalada de Moscú. "Los terroristas rusos están atacando de forma masiva ciudades ucranianas. Infraestructura civil y crucial está bajo ataque. Uno de los primeros objetivos fue un parque infantil, museos e instituciones educativas. Por desgracia, ha muerto gente", resumió por su parte el primer ministro, Denis Shmigal.

Bombardeos en Ucrania
Bombardeos en Ucrania
Henar de Pedro

Rusia reconoció rápidamente la escalada de boca del propio Putin, quien huyó eso sí de la responsabilidad de haber atacado a civiles. Aseguró que su estrategia pasó por bombardear instalaciones energéticas, puestos de mando y centros de comunicaciones ucranianos. El presidente ruso calificó la maniobra de "ataque masivo con armas de alta precisión y largo alcance" y avisó a Kiev de que habrá "una dura respuesta" si mantiene su contraofensiva con maniobras como la de Crimea, algo que calificó de "ataques terroristas". Tras reunir a su Consejo de Seguridad, Putin tuvo un mensaje para Zelenski: "Es simplemente imposible dejar sin respuesta estos crímenes".

En ese relato, culpó a Ucrania de lo que está ocurriendo desde hace más de siete meses, con la invasión rusa del país. "El régimen de Kiev ha estado usando métodos terroristas desde hace mucho", recalcó Putin, antes de acusar a Kiev del "asesinato de figuras públicas, periodistas y científicos, tanto en Ucrania como en Rusia". "Hay ataques terroristas en el Donbás desde hace más de ocho años. Hay actos de terrorismo nuclear", sentenció el líder ruso.

El objetivo de nuestras acciones futuras, en mi opinión, debe ser el desmantelamiento completo del régimen político de Ucrania

Si el discurso de Putin fue duro, más allá llegaron las palabras del expresidente ruso y hombre fuerte ahora del Kremlin, Dmitri Medvedev. "Ha tenido lugar el primer episodio. Habrá otros", aseguró, sin dudar en calificar a Ucrania como "un régimen nazi". Medvedev, de hecho, no habló ni de anexiones de territorios, ni de controlar determinadas ciudades ni de ataques meramente tácticos. Pensó a lo grande, y lo escribió: "Además de proteger a nuestra gente y proteger las fronteras del país, el objetivo de nuestras acciones futuras, en mi opinión, debe ser el desmantelamiento completo del régimen político de Ucrania", concluyó. Todo porque, dice, "Ucrania es una amenaza constante, directa y clara para Rusia".

La ofensiva rusa, que es un capítulo más en una escalada que ya empezó a evidenciarse con la movilización parcial de efectivos hace unas semanas, ha tenido como respuesta el rechazo unánime de Occidente, que reivindicó su apoyo total a Ucrania. Uno de los primeros logros de Zelenski en este sentido fue una convocatoria urgente de una reunión del G7, previa conversación tanto con el canciller alemán, Olaf Scholz, como con el presidente francés, Emmanuel Macron. Mientras, la OTAN calificó los ataques como "horribles e indiscriminados" y mantuvo su voluntad de seguir apoyando a Kiev.

"Ucrania vencerá y Europa no mirará hacia otro lado"

"La OTAN seguirá apoyando durante el tiempo que sea necesario al valiente pueblo ucraniano a la hora de luchar contra la agresión del Kremlin", sostuvo el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg. Por su parte, el Alto Representante de la UE, Josep Borrell, calificó los bombardeos como "un acto criminal que no tiene cabida en el siglo XXI". Así, Bruselas mantendrá el compromiso de enviar "más apoyo militar" con el que pueda hacer frente a la ofensiva militar rusa. "Continuaremos brindando asistencia económica, humanitaria y de seguridad para que Ucrania pueda defenderse y proteger a su gente", añadió el secretario de Estado de EE UU, Anthony Blinken, en la primera reacción de Washington tras los ataques. 

El presidente Joe Biden fue más allá y aseguró que Putin "va a rendir cuentas" por la invasión. "Estos ataques solo refuerzan nuestro compromiso con el pueblo de Ucrania. Junto con nuestros aliados, seguiremos imponiendo costes a Rusia por su agresión, haremos que Putin y Rusia rindan cuentas por sus atrocidades y crímenes de guerra, y suministraremos el apoyo necesario para que las fuerzas ucranianas defiendan a su país", afirmó. 

La cadena de apoyos a Ucrania fue muy amplia. "Ucrania vencerá y Europa no mirará hacia otro lado", reaccionó la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, mientras que su homólogo del Consejo Europeo, Charles Michel, aseguró que los ataque son "repugnantes" y que la UE no parará hasta que Rusia "rinda cuentas" por sus actos. "Rusia ha demostrado de nuevo al mundo lo que representa: terror y brutalidad. Los responsables deben rendir cuentas", coincidió la jefa de la Comisión, Ursula von der Leyen. Para el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, Putin ha provocado "una escalada inaceptable de la guerra". Para Emmanuel Macron los ataques muestran un "cambio profundo en la naturaleza" de la invasión.

Con todo, Rusia se puede encontrar también con que sus potenciales aliados le den la espalda. Es el caso de China, que no ha dudado en pedir una desescalada tras los ataques. "Esperamos que la situación se calme pronto", ha aseverado Mao Ning, la portavoz del Ministerio de Exteriores, durante una rueda de prensa en la que ha insistido en la necesidad de "tener en cuenta los principios y objetivos de la Carta de Naciones Unidas". Pekín insiste en buscar una salida a través del diálogo pero esa vía diplomática hace tiempo que está cerrada con llave.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento