
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, prevé cumplir uno de sus compromisos electorales estrella en materia tributaria antes de final de año: rebajar para 2023 el tipo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) del 0,456% actual al 0,4 %, mínimo permitido por la Ley de Haciendas Locales. Sería la tercera reducción fiscal del tributo en lo que va de mandato, con la que se se espera que 2,2 millones de recibos de ciudadanos y empresas de la capital ahorren 118 millones euros en total.
Así lo ha corroborado este miércoles la delegada del área municipal, Engracia Hidalgo, cuyo departamento se encuentra en pleno desarrollo de los Presupuestos de Madrid para 2023, listos previsiblemente a finales del mes de octubre o principios de noviembre. Entonces, comenzará la negociación con el resto de grupos municipales para posteriormente llevar las cuentas al pleno de Cibeles.
"Vamos a seguir bajando impuestos, más ahora que nos enfrentamos a una etapa muy dura en la que hay que apostar por las personas y la políticas que generan crecimiento económico y empleo", ha señalado Hidalgo, abundando en la reducción del IBI que ya anunció Almeida durante el debate del estado de la ciudad celebrado en julio.
De aprobarse, el IBI en 2023 de Madrid estará muy por debajo de ciudades como Barcelona, Sevilla, Valencia o Cádiz, cuyo coeficiente es del 0,66 %, 0,67 %, 0,72 % y 0,74 %, respectivamente. La capital del país seguiría los pasos de Santander que en 2022 se convirtió en la primera gran ciudad en bajar el tipo general del IBI al mínimo legal y de Zaragoza que hace unas semanas anunció la misma medida para 2023.
Esta iniciativa iría en línea con la deducción del 50% del IBI durante tres años y del 95 % del ICIO (Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras) que anunció a principios del mes de septiembre el Ayuntamiento de Madrid para los madrileños que instalen placas solares en los tejados de su vivienda.
La llave de los Presupuestos
Esta reducción fiscal generalizada también tiene su lectura política. Por un lado, podría servir al Gobierno local para amarrar los apoyos de Vox a los Presupuestos de 2023, más en duda que nunca después de que los de Javier Ortega Smith impusieran una línea roja para sentarse a negociar que resulta "imposible de cumplir legalmente" para el Ejecutivo local, como es suspender las multas y restricciones a vehículos con etiqueta A e industriales en la ciudad hasta que los tribunales resuelvan los recursos interpuestos por ellos.
De hecho, el primer edil ya está empleando está línea argumental para exhibir las contradicciones en las que incurría Vox al no aprobar las Cuentas 2023, toda vez que bajar los impuestos constituye una de las vigas maestras de su programa. Fuentes de Vox, en cambio, sostienen que podrían respaldar una Ordenanza fiscal que incluya la bajada del IBI y votar en contra de los Presupuestos.
Por otro lado, la iniciativa podría limar asperezas con el Grupo Mixto, que el año pasado apoyó las Cuentas de 2023 a cambio, entre otros asuntos, de que las familias con viviendas con un valor catastral inferior a 300.000 euros recibieran una ayuda que compensase la carga fiscal que supone este impuesto. También es cierto que los conocidos como "carmenistas" no abogaban por una bajada fiscal generalizada, sino únicamente a lo que llamaban "las clases medias". Nueve meses después, el equipo de Almeida no ha encontrado la forma de hacer realidad ese compromiso, justo cuando los madrileños están empezando a pasar por caja para pagar la segunda cuota del tributo sobre inmuebles, que debe ser abonada entre el 1 de octubre y el 15 de noviembre.
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