Antes siquiera de que el Ayuntamiento presente los presupuestos de 2023 para Madrid, su aprobación se antoja complicada. El Gobierno municipal  cuenta con 26 concejales -15 del PP y 11 de Ciudadanos-. Por lo que  necesita 3 apoyos más para superar la frontera de los 29 votos a favor que marca la mayoría en Cibeles. A sabiendas de que Más Madrid y PSOE no darán su espaldarazo a las cuentas y que los tres ediles del Grupo Mixto no se ponen de acuerdo, todo el peso de la negociación recae sobre Vox. Y este martes, los socios prioritarios del Ejecutivo han marcado una línea roja que el Consistorio considera "legalmente imposible" de satisfacer.

"O se suspenden las restricciones y multas a vehículos con etiqueta A e industriales o con nosotros que no cuente el alcalde para sentarse a negociar los próximos presupuestos", ha advertido Javier Ortega Smith, portavoz municipal de Vox, que posee cuatro representantes. Sorprendido por el órdago, el primer edil, José Luís Martínez-Almeida, le ha replicado: "Nos ha puesto una pistola en el pecho para sentarse a negociar". Todo desde el patio de Cristal del Palacio de Cibeles, mientras en el Salón de Plenos se debatían cuestiones eclipsadas por el toma y daca.

Aunque modulando su intransigencia, la condición de Vox está muy en línea con la que ya empuñó en la negociación de las cuentas del pasado año: derogar Madrid Central. Entonces, ante la negativa del Ejecutivo, los de Ortega Smith votaron en contra de los presupuestos. Ahora, bajo el contexto de la crisis económica que asola a Europa, exigen que el Ayuntamiento responda a "la llamada de la inmensa mayoría de los madrileños" y ponga fin a la limitación de la Ordenanza de Movilidad Sostenible (OMS) a la entrada en Madrid Central de coches de gasolina previos al 2000 y diésel matriculados antes de 2006. Al menos, hasta que los tribunales resuelvan los recursos judiciales impuestos por el partido. 

La historia podría volver a repetirse. Aunque este vez, el regidor popular piensa que Vox no está dispuesto ni a negociar. "Todo el mundo entiende que si hay una verdadera voluntad de negociar, se haga en una mesa. La elección de Ortega Smith es entre ser útil para madrileños con unos presupuestos importantes o ser la muleta de la izquierda en el desgaste continuo. No hay más alternativas", ha argumentado Almeida.

Asimismo, fuentes populares esgrimen que la petición de Vox es inasumible jurídicamente por tres razones principales: el principio de no regresividad recogido en la Ley de Cambio Climático que impide dar marchas atrás a las medidas, la obligación de todas las ciudades de más de 50.000 habitantes a contar con zonas de bajas emisiones antes del 1 de enero de 2023 y las sanciones a las que se enfrenta España por incumplir desde el año 2010 hasta 2017 la directiva europea relativa a la calidad del aire. Por si fuera poco, añaden, "Vox ya solicitó la anulación de la OMS por vía judicial y pidió medidas cautelarísimas, y la Justicia se las denegó".

Cabe recordar que Vox aprobó los primeros presupuestos del mandato de Almeida (2020), se abstuvo en los segundos (2021) y rechazaron las terceras cuentas elaboradas por el Gobierno municipal de PP y Ciudadanos para este 2022.

La opción del Grupo Mixto se desquebraja...

Precisamente, los tres ediles del Grupo Mixto, agrupados bajo el nombre de Recupera Madrid, sirvieron sirvieron para abrir la espita de los presupuestos del curso pasado. Ahora, su opción no ofrece muchas garantías al alcalde. Es "una cuestión de irrelevancia aritmética", ha comentado el propia Almeida. "Una [Marta Higueras] ya ha dicho que no los apoya y los otros dos votos no son suficientes". 

Con todo, el portavoz de los llamados "carmenistas", José Manuel Calvo, ha condicionado su disposición a negociar los presupuestos con el cumplimiento de las 63 medidas acordadas para aprobar los del año pasado. "O corren y cumplen o no se planteen sentarse de nuevo con nosotros", ha alertado.

Los apoyos de Más Madrid y PSOE ya se dan por perdidos. Rita Maestre, portavoz de los primeros, ha advertido que no ve ni un ápice de interés por parte de Almeida en mover un acuerdo con su formación. Por su parte, Mar Espinar, su homóloga socialista, ha avisado al alcalde que "no cuente" con ellos si su intención es "seguir en la misma línea presupuestaria de años anteriores". Su particular línea roja pasa por que "se haga una inversión que responda a los problemas reales de los madrileños en la calle", léase la gente que no puede pagar los alquileres o la calefacción, ha lanzado.

Objetivo: Plaza Elíptica

El requisito de Vox puede ejemplificarse en la Zona de Bajas Emisiones de Especial Protección (ZBEDEP) de Plaza Elíptica, una de las vigas maestras de Madrid 360. De hecho, el concejal de Vox Fernando Martínez Vidal ha solicitado en el pleno "dejar todas las sanciones sin efecto y sin límite de fecha [....] debido a la mala señalización existente y a la falta de competencias del Consistorio para multar en el paso por el túnel".

Los afectados por las multas de Plaza Elíptica recibirán una carta para recuperar su dinero

En respuesta, el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha avanzado que en la Junta de Gobierno de la semana que viene se formalizará la devolución de las infracciones repetidas y cometidas antes del 2 de mayo. "En unas semanas se enviará una carta de los afectados para solicitar sus datos de cuenta bancaria", ha dicho. Y antes de final de año, los conductores habrán recibido su dinero, por valor de 1,4 millones de euros en total. 

El Ayuntamiento, por tanto, no da su brazo a torcer ante las peticiones de grupos municipales y asociaciones de damnificados que solicitan extender el tope de devolución de las multas más allá del 2 de mayo, por haber recibido una cantidad de recetas considerable en las semanas y meses subisguientes.