El próximo viernes se sentará en el banquillo de la Audiencia Provincial de Castellón el hombre acusado de abusar sexualmente de sus dos hijas durante más de diez años, al que la Fiscalía de Castellón ha solicitado 28 años y medio de prisión.

Según recoge El Mundo, las hijas del acusado tenían 4 y 6 años cuando comenzaron los abusos por parte del padre, en el año 2005, y se prolongaron hasta el año 2017, cuando la más pequeña de las dos ya tenía 16 años. Según explica el Ministerio Público, "el hombre aprovechaba los momentos en los que se encontraba a solas con la menor, cuando la madre de la menor y su pareja no se hallaba en el domicilio en el que convivían familiarmente, para someterla a todo tipo de actos de naturaleza sexual, bajo la amenaza de golpearla si no accedía o si lo contaba".

El hombre, con domicilio en Coves de Vinromà, también acostumbraba a llevar a su hija a una residencia en otra localidad en su propio vehículo, y allí mantenía contactos de naturaleza sexual. 

Constantes amenazas

Por otro lado, la Fiscalía también ha apuntado que el acusado no permitía que su hija se relacionase con sus compañeros de clase o estudiara, siendo continuamente espiada para saber que hacía y con amenazas constantes. 

En el mismo modus operandi procedía el padre con la menor de sus hihas, que sufrió abusos hasta los 11 años. "Su padre le requería para que le tocara los genitales y le realizó tocamientos a la menor en los genitales por encima de la ropa", señala el fiscal.

Por todo ello, el Ministerio Público pide al Tribunal una pena de 11 y 15 años por abusar de sus hijas y por un delito de maltrato a la mayor de ellas, por el que sumaría otros dos años. Además, el fiscal se plantea solicitar una orden de alejamiento y que se le prive de la patria potestad. 

Finalmente, el acusado deberá indemnizar a su hija mayor con 50.000 euros por el "daño moral causado" y a su hija menor con 15.000 euros por el mismo concepto.