La extraña tradición de las monedas: Carlos III mirará en la dirección opuesta a Isabel II

El diseño de la libra esterlina de 2015.
El diseño de la libra esterlina de 2015.
GTRES
El diseño de la libra esterlina de 2015.

Ya se ha activado la Operación Puente de Londres, un procedimiento que se va a alargar durante varias semanas y en el que se van a ver implicados desde instituciones a medios de comunicación. Por supuesto, esto afectará a la economía, sobre todo si se declara bank holiday el día del funeral de la reina Isabel II. Pero es una economía que va a cambiar radicalmente. Y eso así porque lo va a hacer de forma física: el rostro de Carlos III de Inglaterra será el que aparezca en monedas y billetes. Y lo hará opuesto a su madre.

No solo el himno nacional británico pasa de "God Save the Queen" a "God Save the King", sino que toda la numismática de varios países se van a ver afectadas por el fallecimiento de Isabel II este jueves 8 de septiembre a los 96 años en el Castillo de Balmoral. Comenzando, claro, por la libra esterlina, cuyas monedas han de seguir una tradición que, casualmente, se inició con el reinado de Carlos II, el cual comenzó en 1649 y finalizó en 1685.

El monarca necesitaba demostrar, después de volver al poder, que tenía autoridad real, de ahí que una clara ruptura con el gobierno de Oliver Cromwell, al que metafóricamente daba la espalda mirando hacia su derecha en las nuevas monedas acuñadas, para las cuales se ideó una competición concursal de grabadores de la época.

Y es que, desde entonces, la dirección en la que mira la cabeza del rey o la reina en las monedas ha cambiado con cada monarca sucesivo. Esta alternancia solo la rompió Eduardo VIII, quien insistió en que su imagen mirara hacia la izquierda.

Se desconoce si esta decisión fue tomada por rebelión contra las normas establecidas, ya que era notorio su malestar por no poder casarse con Wallis Simpson, o por vanidad, dado que lo consideraba su mejor perfil. Pero lo cierto y verdad es que abdicó antes de ser coronado -dedicándose, entre otras cosas, a asistir a casi todas las fiestas filonazis que se celebraban en Reino Unido e incluso codeándose con Adolf Hitler- y solo se produjeron algunas piezas experimentales.

No obstante, se determinó que los diseños para la acuñación de su sucesor, su hermano Jorge VI, padre de Isabel II, debían hacerse atendiendo a la idea de que las de Eduardo VIII no habían entrado en ciruclación y que de haberlo hecho estas lo hubiesen representado mirando hacia la derecha, restableciendo así la tradición original.

Es por ello que Jorge VI miraba hacia la izquierda; en las monedas con el rostro de Isabel II esta ha aparecido siempre mirando a la derecha; y este es el motivo por el que aquellas que se acuñarán con el perfil de Carlos III le mostrarán mirando a la izquierda, siguiendo la tradición. Si bien, en teoría, esto no comenzará hasta después de su coronación, dentro de un año.

Es importante resaltar, además, que esta es una costumbre que no se aplica a la filatelia, pues en los sellos británicos los monarcas siempre aparecen mirando a la izquierda.

¿Qué hacer con todas las monedas y billetes actuales?

Este es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta ahora Reino Unido y parte de la Commonwealth con el perfil en sus monedas y billetes de una monarca que ha reinado más de 70 años y que han de cambiar por la de su sucesor en el trono. Aunque es cierto que Isabel II se convirtió en reina en 1952, no fue hasta 1960 cuando su rostro empezó a aparecer en los billetes de una libra, en un ya famoso diseño de Robert Austin.

Medios como The Guardian estiman que hay alrededor 4.500 millones de monedas y billetes con la cara de la fallecida reina, y que se va a tardar algo más de dos años en poder reemplazarlo todo por el rostro del nuevo soberano, Carlos III de Inglaterra, mientras se van retirando de circulación los anteriores, algo que además deberá acordarse antes con Buckingham Palace para que se haga cargo del nuevo diseño y parte de la logística.

Todo un trajín que afectará además al diseño de nuevos sellos, al propio pasaporte y hasta a los uniformes de la policía y del ejército. Y eso solo en suelo británico: la cabeza de Isabel también aparece en otros países de la Mancomunidad de Naciones, como en los billetes de 20 dólares en Canadá, en las monedas y los billetes de 5 dólares neozelandeses y en todas las monedas y billetes emitidos por el banco central del Caribe Oriental, amén de que ya hay países que están planteándose ser una república, lo que ahondaría en el problema numismático.

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