El BCE declara la guerra a la inflación: sube los tipos 0,75 puntos, el mayor aumento de intereses en la historia del euro

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, explica la subida histórica de tipos a los periodistas.
Lagarde, explica la subida histórica de tipos a los periodistas.
RONALD WITTEK / EFE
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, explica la subida histórica de tipos a los periodistas.
Europa manda un mensaje claro: quiere ser contundente contra la inflación y por eso ha decidido subir los tipos de interés un 0,75%, la mayor subida de tipos de su historia. 
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El Banco Central Europeo (BCE) ha sacado la artillería pesada para combatir una inflación que, en contra de las previsiones de primavera, no está aflojando como se esperaba porque el enquistamiento de la guerra en Ucrania y la crisis energética que está proyectando en Europa está dificultando la bajada de los precios en el Viejo Continente. 

El organismo dirigido por Christine Lagarde ha elevado 0,75 puntos los tres tipos de interés principales del BCE y deja la referencia en el 1,25%. Un porcentaje de remuneración por el dinero más en sintonía con el que actualmente se registran en Estados Unidos (2,25%) y Reino Unido (1,75%) tras las últimas subidas decretadas por sus bancos centrales. Se trata de la mayor subida en una sola reunión desde que el euro empezó a circular y deja los tipos en su nivel más elevado desde 2011.

"Queremos asegurarnos de que la inflación vuelve al objetivo del 2% en la zona del euro a medio plazo", ha expresado el BCE en la nota en la que explica su decisión. Además, la institución con sede en Frankfurt anticipa que volverá a subir los tipos en las próximas reuniones ante una inflación que "sigue siendo excesivamente elevada y es probable que se mantenga por encima del objetivo durante un periodo prolongado".

Queremos asegurarnos de que la inflación vuelve al objetivo del 2% en la zona del euro a medio plazo

"Tenemos una inflación increíblemente elevada, no estamos cumpliendo objetivos y tenemos que actuar". Así de tajante se mostraba Christine Lagarde en la rueda de prensa que siguió al anuncio. "No queremos ver efectos de segunda ronda. Queremos que los agentes económicos sepan que el BCE se toma en serio la inflación", añadía. La presidenta insistió en que la decisión se ha adoptado de forma "unánime" por todos los miembros del Consejo de Gobierno.

Tras conocerse la decisión del BCE, las principales bolsas europeas sufrieron ligeras caídas, pero, pasadas las cinco y media de la tarde, los mercados de valores en el Viejo Continente ya habían remontado a números verdes. Quien acusó más el movimiento del BCE fue el euro, que cayó a los 0,994 dólares, perdiendo de nuevo la paridad frente a la divisa estadounidense.

La autoridad monetaria ha aprovechado la subida de tipos para actualizar sus previsiones de inflación y crecimiento, que reflejan ahora una peor coyuntura que en junio. El BCE estima que 2022 cerrará con una inflación promedio del 8,1% (1,3 puntos más que hace dos meses), que aflojará al 5,5% en 2023 hasta caer al 2,3% -casi en el objetivo- en 2024. En cuanto al PIB, la institución prevé un crecimiento del 3,1% (tres décimas menos), un leve 0,9% el año próximo (1,2 puntos menos) y un 1,9% en 2024 (dos décimas menos).

Domar la inflación a toda costa

La decisión tomada este jueves y el compromiso de adoptar cuantas subidas de tipos sean necesarias hasta que la inflación empiece a bajar demuestran que el BCE está dispuesto a sacrificar el crecimiento de la economía con tal de frenar los precios. Aunque el escenario central para Frankfurt es que la economía se estancará en los próximos meses, Lagarde ha reconocido que es posible que la eurozona entre en recesión en 2023 si Rusia cierra por completo el grifo del gas.

Este dilema entre crecimiento e inflación se volverá más acuciante a medida que se acerque el invierno. A falta de que se pronuncien el resto de analistas institucionales, la banca de inversión da por hecho que los países del euro entrarán en recesión ya en la segunda mitad del año. Un escenario que podría agravarse todavía más si la escasez de gas dispara los precios o un invierno especialmente frío eleva la demanda. "Es difícil de ver cómo el BCE puede reducir la inflación que está impulsada principalmente por factores de oferta sin esperar una recesión que frene la demanda", sostienen desde el departamento de análisis del banco ING.

La subida de tipos tiene una consecuencia doble. Una muy directa para la macroeconomía (se reduciría la actividad económica al encarecerse los préstamos y esto aliviaría la inflación) y la segunda, en segunda ronda, para los clientes bancarios: si a las entidades se les encarece financiarse, estas trasladan el coste a los préstamos que otorgan a sus clientes y los hipotecarios, entre todos ellos, son los más relevantes para el negocio de los bancos. 

Evolución de los tipos de interés
Evolución de los tipos de interés
Carlos Gámez

Las hipotecas, de este modo, van a encarecerse para aquellos que compren ahora una casa y para los que ya la habían suscrito con una renta variable. El euríbor que indexa a una mayoría de ellas, de hecho, está en máximos de la última década. En concreto, la asociación de usuarios financieros Asufin estima que las familias pagarán de media 130 euros más al mes por su hipoteca a finales de este año por la subida de tipos. En este sentido, desde el ministerio de Asuntos Económicos, trasladan que la posición de las familias y las empresas ante la subida de tipos es sólida y que su comportamiento ha sido "muy prudente en los últimos años".

La gran duda con la subida de tipos es que el temor de empresas y ciudadanos a endeudarse por ser más caro que antes desemboque en un enfriamiento del consumo, de la inversión y, por ende, de la economía. Algo que, en vista de sus últimos movimientos, parece inevitable. 

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