Los primeros radares para controlar la velocidad de los vehículos en el interior de Barcelona han empezado a funcionar este lunes. Son un total de 17, de punto, y comenzarán a suponer multas para los infractores en enero de 2023, ha explicado la concejala de Movilidad, Laia Bonet.

Septiembre será un mes pedagógico, durante el que únicamente mostrarán a los conductores la velocidad a la que circulan. De octubre a diciembre, los que no respeten el límite máximo permitido recibirán notificaciones en casa. Finalmente, cuando comience el nuevo año, se les multará.

Cuatro nuevos radares de tramo de Barcelona empezarán a sancionar este viernes

Las sanciones, ha señalado Bonet, supondrán pagar 100 euros si se excede la velocidad máxima permitida en hasta 20 kilómetros por hora, y abonar 300 euros y perder dos puntos del carnet si se sobrepasa en entre 20 y 30 kilómetros por hora. Si los conductores van todavía más rápido, el importe de las multas podrá llegar a los 600 euros.

De estos 17 radares, 12 están en entornos escolares. Hay otros cinco en algunos de los lugares de la ciudad considerados de riesgo a causa de la circulación a una velocidad inadecuada, que son: 

Aragó entre Urgell y Casanova

Gran Via con Sant Roc

Diagonal entre Pius XII y el Palau de Pedralbes

Diagonal con Numància 

Bonanova con Anglí.

Los puntos donde hay radares cerca de centros educativos son los siguientes:

C/Numància (entre c/Anglesola y c/Déu i Mata), escuelas Ítaca i Anglesola.

C/Aragó (entre c/Bruc y paseo de Gràcia), Escola Lestonnac y Escolàpies Llúria.

C/Mallorca (entre c/Nàpols y c/Roger de Flor), Escola Dominiques.

C/Mallorca (entre c/Muntanya y c/Fontova), Escola Dovella.

Trav. de Gràcia (entre c/Aribau y c/Alfons XII), Escola Infant Jesús.

C/Indústria (entre c/Sant Quintí y c/Conca), Escola Miralletes y Institut Moisès Broggi.

C/Sant Antoni Maria Claret (entre c/Trinxant y c/Guinardó), Escola Antoni Balmanya.

C/Balmes (entre c/Marià Cubí y trav. de Gràcia), Escola Pia.

C/Balmes (entre c/Francolí y c/Santjoanistes), Escola Poeta Foix.

C/Entença (entre c/Provença y c/Rosselló), escuelas Xirinacs y Entença.

C/Sardenya (entre c/Taxdirt y trav. de Gràcia), Escola de les Aigües.

C/Muntaner (entre c/Còrsega y c/Rosselló), Escola Sant Miquel.

Bonet ha apuntado que en el Ayuntamiento están "muy preocupados" porque el exceso de velocidad es una de las causas más comunes de los accidentes de tráfico en la ciudad. En lo que va de año, han muerto 18 personas en siniestros (15 iban en moto). El objetivo, ha indicado, es llegar a "cero accidentes mortales y cero accidentes con heridos graves".

También ha asegurado que, con los radares, "la voluntad no es poner multas", sino concienciar a los conductores para que no circulen más rápido de lo permitido. Por ello, ha dicho, se ha comunicado dónde están situados, y son bien visibles porque incorporan una pantalla que informa de la velocidad a la que se mueven los vehículos.

Asimismo, Bonet ha informado de que no se descarta instalar más radares dentro de la ciudad en un futuro si es necesario. "Ojalá no los tengamos que colocar", ha afirmado.

6.000 notificaciones por los radares de tramo

Los cuatro nuevos radares de tramo situados en accesos a Barcelona -el túnel de la Rovira, el túnel de Badal, la Ronda Litoral (a su paso por el Moll de la Fusta) y el túnel de las Glòries- empezaron a sancionar el pasado viernes, después de una fase informativa.

Desde junio, cuando se pusieron en marcha, ha señalado la concejala de Movilidad, han supuesto enviar 6.000 notificaciones a conductores por sobrepasar la velocidad máxima permitida.

Los radares de tramo permiten calcular la velocidad media en un recorrido, lo que hace posible identificar a los vehículos que superan el límite de forma continuada. Además, evita el efecto frenazo-aceleración que con frecuencia se produce en los de punto. También posibilita al conductor corregir un exceso de rapidez momentáneo.