Drogas, prostitución y suciedad es lo que encuentran los vecinos del distrito de Villaverde frente a sus casas cada día a causa de un 'narcopoblado' ubicado en los terrenos de Renfe en la estación Villaverde Alto. Una escena sórdida, llena de suciedad, chabolas, contenedores, drogas y mal olor que recuerda a filmes como 'Spun', pero una vez más la realidad supera a la ficción. El Ayuntamiento de Madrid ha puesto fin a esta situación y ha procedido a desmantelar este asentamiento ilegal conocido por ser uno de los puntos calientes de tráfico de drogas y prostitución en esa zona de la capital.

A primera hora de la mañana los agentes de seguridad notificaban a las personas asentadas en las chabolas que el desmontaje comenzaría unas horas después para que recogieran sus pertenencias y poder desalojar la zona sin altercados. La vicealcaldesa de Madrid Begoña Villacís y el delegado de Desarrollo Urbano Mariano Fuentes han estado supervisando el desmontaje de este asentamiento: "Es un deber como administración limpiar esta zona y permitir que los vecinos puedan vivir en una situación de salubridad y también de seguridad", señala la vicealcaldesa.

Este desalojo se trata del decimoquinto en esta parte de Madrid. Los vecinos que viven cerca de la estación de Villaverde Alto sufren cada día los estragos que causa este 'narcopoblado'. María.G, una vecina que coge el cercanías cada día para ir al trabajo nos cuenta su experiencia: "Da miedo pasar por la zona, evito ir por ahí. Nos paran y piden dinero, te insultan e incluso han llegado a agredir a vecinos y gente que pasaba por la zona".

Las sucesivas operaciones policiales en el distrito han ido desplazando a los narcotraficantes y la prostitución. El último 'narcopoblado' del distrito se había instalado en un asentamiento ilegal justo debajo de la A-42. Uno de los problemas a los que se enfrentan las zonas afectadas es que estos asentamientos vuelvan a ubicarse en las zonas colindante por su naturaleza nómada. Estas labores de desmantelamiento no solo van enfocadas a mejorar la vida de los vecinos sino también a ayudar a las personas que viven instaladas en estas chabolas y se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. 

Tania Carrasco

Muchas de ellas son víctimas de maltrato, prostitutas y drogodependientes, por ello Samur Social ha peinado la zona ofreciendo sus servicios, ayuda y una alternativa habitacional para que salgan de esas situaciones insalubres. "Lo primero que hace el Ayuntamiento es intervención social: filiarles para recabar su identidad y detectamos si hay situaciones de vulnerabilidad. En este caso la mayor parte de las mujeres se dedican a la prostitución. Muchas veces somos capaces de ayudar a gente a salir de este tipo de vida horrible", ha comentado Begoña Villacís.

En esta zona no solo se limpiará, se vallará para impedir nuevos asentamientos. "Lo siguiente será instalar cámaras de vigilancia, pero no en todas las zonas se puede hacer porque es imposible. En la colonia Marconi sí, por ejemplo, porque hay problemas de trata", ha explicado la vicealcaldesa. Por otro lado, la concejal presidente del distrito de Villaverde, Concha Chapa, han aportado la cifra de 466 chabolas o infraviviendas demolidas en lo que va de mandato. En 2022 se han llevado a cabo 177 actuaciones.