La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, pisa el acelerador para extender por España el "proceso de escucha" que inició el mes pasado en Madrid. Este jueves, Díaz celebró la segunda asamblea de su plataforma Sumar en la Fundación Uxío Novoneyra, ubicada en mitad de la sierra de O Courel (Lugo), donde previamente estuvo visitando algunas de las zonas calcinadas por los incendios de este verano. Allí, en el rural gallego, la vicepresidenta reivindicó la necesidad de "un nuevo contrato social entre el rural y lo urbano", y defendió como medio para revertir la despoblación la potenciación de las explotaciones agrarias y ganaderas extensivas frente a las grandes industrias rurales intensivas.

El segundo acto de "escucha" presidido por Díaz tuvo el mismo formato que el primero, celebrado a finales de julio en el madrileño barrio de Lavapiés: se trató de un encuentro con en torno a una treintena de asistentes, en este caso residentes en la sierra de O Courel y otras zonas rurales gallegas, que estuvieron planteando sus propuestas para revertir la despoblación de sus municipios y expresando sus quejas y sus incertidumbre ante el abandono de su tierra. Como ya ocurrió hace un mes, Díaz apenas realizó un par de breves intervenciones -una al principio y otra al final del acto- y se dedicó fundamentalmente a tomar notas de lo que plantearon los intervinientes. 

A la asamblea acudieron desde líderes ecologistas de la zona hasta vecinos y trabajadores de los municipios de la sierra, así como miembros de cooperativas o algunos agentes forestales. También estuvo presente el cineasta lucense Óliver Laxe, director de la película O que arde (2019), precisamente rodada en la zona rural gallega. Díaz le dio expresamente las gracias por su presencia, y aseguró que Sumar "no se resigna" ni considera que la situación de la España vaciada sea irremediable. "Es posible un país mejor y es posible un rural vivo", sostuvo la vicepresidenta.

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Díaz hizo hincapié en varias ocasiones al que considera uno de los problemas principales que causan la despoblación de las zonas rurales: la sustitución de las pequeñas explotaciones ganaderas y agrícolas por grandes industrias intensivas. "Desde hace 60 años ha cambiado radicalmente la estructura productiva del país y de Galicia", planteó la vicepresidenta, que denunció que "a medida que iba cambiando el modelo agrario y ganadero iban extendiéndose los montes" y, a la vez, se iba descuidando su conservación.

La dirigente también criticó que este proceso ha provocado que se hayan ido "concentrando en pocas manos las explotaciones intensivas", y aseguró que Sumar se opone tajantemente a ellas: "No las queremos". "Tenemos una tarea pendiente que trae causa desde 60 años atrás, cuando el modelo productivo cambió y provocó que se pasara de una agricultura y una ganadería próxima, humana y sostenible a un modelo intensivo que no es correcto", denunció Díaz, que también se refirió a la falta de servicios públicos en los municipios rurales.

Los incendios forestales

Sus habitantes, aseguró la vicepresidenta, tuvieron que "abandonar el rural" porque las administraciones los "abandonaron antes" a ellos. Y muestra de ello, sostuvo Díaz, es la mala gestión de la protección de los bosques, que a su juicio no sirve para evitar incendios de enormes proporciones como los que se han producido este año. "Acabamos de ver el monte gallego, la sierra de O Courel, completamente arrasada, quemada. Las administraciones públicas actúan en el rural, daba igual quien gobierne, solo cuando hay incendios, cuando el daño ya está hecho", criticó. 

Díaz, además, sostuvo que tanto estas políticas como las relativas a combatir la despoblación "no pueden diseñarse desde las capitales, sino desde aquí, sumando". Y por ello, antes de comenzar a escuchar a los asistentes, aseguró que su presencia en O Courel buscaba "aprender de las gentes que saben".