Pedro Sánchez acepta el reto. El presidente del Gobierno ha presentado este martes una petición de comparecencia en el Senado. Lo hace, según el Ejecutivo, para explicar el decreto energético aprobado la pasada semana en el Congreso de los Diputados y para "confrontar modelos". A efectos prácticos supone recoger el guante lanzado por el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, que el pasado sábado le desafió a mantener un cara a cara que hasta hoy el Gobierno no había confirmado que se produciría y que casi con toda probabilidad tendrá lugar el próximo martes, pese a que primero deberá autorizarlo la Mesa.

"Queremos confrontar modelos en un debate que sea sereno y constructivo. Nosotros tenemos claro cuál es el nuestro, que está alineado con los países de nuestro entorno y que pasa por dar protección a las familias y a los trabajadores", ha señalado la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez. En su comparecencia semanal tras la celebración del Consejo de Ministros, la también ministra de Política Territorial ha criticado asimismo al presidente del PP, del que ha dicho "no saber qué pide". "Anteayer pedía un debate en el Senado, ayer en el Congreso…", ha remarcado, además de recordar que en julio ya hubo un debate de política general, el Debate sobre el estado de la Nación. Cabe recordar, eso sí, que Feijóo no pudo participar en el mismo al no ser diputado.

El PSOE activa el modo electoral con un Sánchez omnipresente y obligando a los alcaldes a explicar las medidas del Gobierno

Por su parte, desde el PP desdeñan la petición de comparecencia de Sánchez. Fuentes de la formación aseguran que "no responde a la invitación a un debate sereno efectuada" por Feijóo. La versión que defienden los populares critica que el presidente "solo se atenga a explicar un decreto ya convalidado" -el plan se aprobó el miércoles con 187 votos a favor, 161 en contra y una abstención-, lo que evidencia "su falta de interés en debatir de política general". "Habla de lo que él quiere, no de lo que a la ciudadanía le preocupa", señalan las mismas fuentes, que aseguran que el debate planteado es "parcial" y "deja fuera problemas que atenazan el presente y el futuro de los españoles".

Para el Gobierno, estos argumentos demuestran que "se han quedado patidifusos" y que la iniciativa les ha pillado "a contrapié". Y es que, fuentes cercanas al presidente aseguran que no será un debate parcial. Se remiten al documento presentado por Sánchez, que advierte que informará sobre el plan, de su "perspectiva territorial", así como "del contexto económico y social del mismo". "Lo que queda claro es que el PP no tiene modelo alternativo, tendrán que improvisar un plan si quieren contraponer modelos", añaden las mismas fuentes.

El Gobierno cambia el paso

Con todo, el Ejecutivo ha tomado hoy la iniciativa en lo que a esta cuestión se refiere tras días con versiones poco acompasadas. Feijóo lanzó el reto el sábado. En su tierra (Galicia) y aprovechando la apertura del curso político, el presidente del PP invitó al presidente del Gobierno a debatir. "Comparezcamos, reflexionemos, hablemos y concretemos los modelos", dijo. El domingo, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, aseguró que Sánchez estaría "encantado" de debatir y aprovechó para lanzar un dardo al líder de la oposición. "Sería una oportunidad para que se estudie los temas", señaló.

Así las cosas, ayer la ministra de Educación y portavoz del PSOE, Pilar Alegría, rebajó las expectativas del Partido Popular. Cierto es que ya avanzó que el encuentro se produciría en el Senado, pero como cualquier otro martes -lo habitual es que presidente y jefe de la oposición se vean las caras una vez al mes-. Es decir, en sesión de control. "Tendrá la oportunidad en la próxima sesión de control en el Senado", fueron sus palabras. No obstante, desde el Ejecutivo niegan que se haya producido un cambio de versión, al justificar las declaraciones de Alegría apuntando que "lo dijo porque el presidente comparece en sesiones de control".