La situación bélica en la central nuclear de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, ha empujado a uno de los colaboradores más famosos de la televisión rusa a pedir que "no haya más diálogo" y desliza que Putin se prepara para bombardear Londres y Washington con ojivas nucleares si la ofensiva ucraniana para retomar la central —en manos rusas desde el mes de marzo— acaba en un desastre atómico.
El complejo de Zaporiyia es la instalación nuclear más grande de toda Europa y sigue siendo operativa gracias a los técnicos ucranianos que están al frente de las operaciones obligados por unas tropas rusas que, según Kiev, han acordonado la zona con explosivos para evitar que Ucrania recupere la central.
El canal Rossiya 1, afín al Kremlin, debatió el estado de la cuestión en la noche del pasado lunes tras la nueva tentativa ucraniana de recuperar el enclave. Ahí fue cuando Yury Kot —líder del movimiento prorruso Parus— lanzó su proclama.
"Tenemos que decirle a Ucrania y a los países que les apoyan que si la planta nuclear de Zaporiyia resulta dañada y ocurre un desastre, dos misiles impactarán inmediatamente en vuestros centros de decisión", dijo. "Uno en Washington y el otro en Londres. Serán nucleares. Y ya no va a haber más charla".
La planta de Zaporiyia ha sufrido dos ataques en la última semana y en ambas ocasiones han ocasionado desperfectos y herido a un trabajador. Uno de los reactores, de hecho, tuvo que ser apagado. "Se ha evitado de milagro una catástrofe nuclear, pero los milagros no duran para siempre", dijo la organización Energoatom.
La situación en la central preocupa a todos los países vecinos. Rumanía, por ejemplo, pidió el lunes a la población menor de 40 años que se aprovisione "lo más rápido posible" de pastillas de yodo, ante el riesgo de un desastre nuclear en una fábrica que se sitúa a solo 700 kilómetros de la frontera con Rumanía.
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