Reportaje

El resurgir envenenado de Usera: "El barrio está mejor, pero no se puede maltratar al vecino y que se tenga que ir"

fotografo: Bieito Alvarez Atanes [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Reportaje sobre le gentrificación: fotos en el mercado Tirso de Molina en Puerta del Ángel (calle Doña Berenguela 17) y colonia Moscardó (calle Goyeneche)
Un hombre camina por la calle en la colonia Moscardó del distrito de Usera, al sur de Madrid.
BIEITO ÁLVAREZ
fotografo: Bieito Alvarez Atanes [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Reportaje sobre le gentrificación: fotos en el mercado Tirso de Molina en Puerta del Ángel (calle Doña Berenguela 17) y colonia Moscardó (calle Goyeneche)

Un puente sin ningún lustre cruza por encima del Paseo de Santa María de la Cabeza conectando los distritos de Carabanchel y Usera, al sur de Madrid. Se le conoce como el puente de los Capuchinos, por la parroquia y el colegio de esta orden que se alza, en el lado de Usera. Avanzando un poco más, se abre un inesperado barrio de casitas bajas con jardín, como una isla ajena al ajetreo de la ciudad.

"Yo soy del barrio de toda la vida, mi padre hizo las casas que hay ahí, cada vecino se hizo la suya en los terrenos que le entregó la Benéfica Belén a través del Ayuntamiento y el Episcopado", explica Juan Manuel Ureña, rodeado por una montaña de sillas en el pequeño local que sirve de sede a la Asociación de Vecinos de Moscardó.

Ureña, un funcionario jubilado de 74 años, describe a los vecinos tradicionales de la zona como "variopintos en sus profesiones", pero todos ellos de clase trabajadora. Su padre era sastre. En los 80, las viviendas sociales fueron entregadas en propiedad a sus inquilinos y lo que entonces era una zona periférica, se ha convertido en un muy cercano al centro y envidiablemente tranquilo. El precio de la vivienda se ha disparado y la población del barrio está, poco a poco, cambiando.

"Efectivamente, el barrio está cambiando. Está cambiando culturalmente, están llegando aparejadores, arquitectos, artistas, escritores, pintores... que es una cosa que, como asociación, a nosotros nos agrada muchísimo", declara Ureña. La asociación vecinal organiza numerosas actividades con la intención de "culturizar al barrio" en la que los recién llegados están participando activamente.

- ¿Es entonces un cambio a mejor?

- "En ese sentido, yo veo que es mejor para el barrio, lo que pasa que no se puede maltratar al pobre y que se tenga que ir".

Juan Manuel Ureña.

De Chueca a Carabanchel: la gentrificación en Madrid

El proceso que está comenzando a producirse en los distritos del sur del Manzanares como Latina, Carabanchel y el propio Usera no es nuevo en Madrid. La sustitución de la población original de rentas bajas de un barrio por otra de más capacidad adquisitiva es conocido como gentrificación -del inglés gentrification- y es un fenómeno que se viene produciendo desde hace décadas en todas las grandes ciudades de Europa y América.

En Madrid, todo empezó en Chueca, el caso más claro, y le siguieron Malasaña y, en menor medida, Lavapiés. "Eran barrios más o menos degradados en los 70 y 80 y que, a partir de finales de los 80 y 90, se van rehabilitando, con peculiaridades en cada uno de los procesos", explica Álvaro Ardura, Profesor de urbanismo de la de la escuela de Arquitectos de Madrid. "Esto ocurrió de una forma más espontánea en el caso de Chueca, con la llegada de la comunidad gay, mientras que en el caso de Malasaña y Lavapiés fue impulsado por por la Administración con las áreas de rehabilitación preferente y rehabilitación integral".

 

Historia de la gentrificación en Madrid.
 
 

En los tres casos, el resultado fue el mismo. Un encarecimiento de la vivienda y del comercio en la zona, la desaparición paulatina de los vecinos que residían allí antes del inicio del proceso y la llegada de personas de rentas más altas, turistas y una población flotante compuesta por nómadas digitales o estudiantes internacionales.

Todo esto se desarrolla en varias fases. El sociólogo Phillip Clay estableció cuatro a en 1979, cuando el concepto de gentrificación acababa de nacer. En una primera, un grupo reducido de pioneros con "modos de vida alternativos" llegarían a estos barrios degradados y estigmatizados, ocupando un nicho de vivienda vacante y sin generar ningún tipo de desplazamiento de la población original.

"Esos pioneros normalmente tienen algo más de nivel económico y bastante más nivel sociocultural, capital social o como lo queramos llamar contactos, educación, etc. Es un poco lo que está ocurriendo en Carabanchel. ¿Esa gente que llega tiene mucho más dinero que los habitantes tradicionales?, pues no muchísimo más, pero un poco más y, sobre todo, sí que suelen tener más nivel educativo", explica Ardura.

"Esos pioneros normalmente tienen algo más de nivel económico y bastante más nivel sociocultural"

La cuestión del desplazamiento de la población original va en aumento en las tres fases sucesivas, a medida que va llegando al barrio población de cada vez más nivel adquisitivo y la zona va siendo rehabilitada y puesta de moda en los medios. En última instancia, los propios pioneros originales acaban siendo también desplazados.

"Esos pioneros no tienen muchos reparos a la hora de compartir el espacio con los pobladores habituales. De hecho, les parece genial al interaccionar con los vecinos de toda la vida, porque el barrio es auténtico, etc", declara Ardura. "¿Qué ocurre? ¿Que en el momento que el barrio se pone de moda porque los pioneros lo ponen de moda involuntariamente, porque no se trata tampoco de culpabilizarse, pues eso atrae a otro tipo de gente a gente con mayor capital económico y, sobre todo, el gran capital que invierte allí".

"Es barrio, barrio"

Nunca había pisado Usera, pero sí había oído hablar muchas veces del distrito. "Aparentemente no era un barrio muy bueno, lo oías en las noticias", declara Olga Curado, una arquitecta técnica de 45 años de Barcelona.

Tras vivir de alquiler en un ático en Atocha, en pleno centro de Madrid, vendió su casa de Barcelona y acabó por comprar su actual vivienda en ese denostado barrio del sur, conocido generalmente por ser el "China Town" de la capital y con fama de abandonado y peligroso.

Buscando áticos o casas con jardín, todo un rara avis en Madrid, dio con la colonia Moscardó, ubicada en el extremo noroccidental del distrito de Usera. "Es alucinante", describe Curado. "Yo vivo en una casa baja y creo que me ha tocado la lotería porque la colonia es muy, muy tranquila, La densidad de población es bajísima y, luego, sin embargo, tienes el barrio, tienes el mercado a dos minutos, la boca de Metro a dos minutos, cruzas las arcadas y tienes tiendas de todo tipo a un minuto. Es barrio, barrio, lo tienes todo".

fotografo: Bieito Alvarez Atanes [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Reportaje sobre le gentrificación: fotos en el mercado Tirso de Molina en Puerta del Ángel (calle Doña Berenguela 17) y colonia Moscardó (calle Goyeneche)
La fachada de un edificio de viviendas con un mural, en el barrio de Moscardó, Usera.
BIEITO ÁLVAREZ

Esa esencia de barrio popular se mantiene y se combina con una nueva escena cultural con galerías de arte, salas de teatro y hasta grandes murales que adornan las austeras fachadas de los viejos edificios de viviendas sociales.

"Se está modernizando, aunque falta un poquito de limpieza, pero por ejemplo, han montado varias galerías de arte como la de Okuda San Miguel y más arriba se están abriendo movidas culturales por el barrio, que son muy interesantes, que creo que antes no las había", declara Curado.

Rejuvenecimiento y revitalización

El barrio de Moscardó tiene la edad media -43,7- más alta de los siete que componen Usera. También es el barrio que más personas procedentes de otros barrios de Madrid ha dado de alta en el padrón en 2021 -2.621-, muchos de ellos son personas jóvenes que acaban de independizarse y vienen en busca de viviendas asequibles.

Los dos distritos de donde vienen un mayor número de personas es de Carabanchel y Latina, lo que demuestra que Usera se está convirtiendo en el destino preferido de antiguos vecinos de estos distritos donde el proceso de gentrificación está más avanzado y de los que están siendo expulsados por los precios del alquiler.

Uno de estos casos es el de Alejandra la Fuente, una periodista de 27 años. Ella conoce bien el proceso de gentrificación. Se crio en el vecino barrio de Comillas, Carabanchel, y terminó por mudarse a Moscardó hace justamente un año ante la subida del precio de los alquileres.

"Conseguí estar en Comillas un año, pero los precios no han dejado de subir y era imposible seguir ahí, o comía o pagaba el piso. Así que decidí moverme al barrio más cercano al mío", declara de la Fuente. "Me da mucha rabia porque tengo la doble sensación de que, por un lado, bienvenido todo el mundo, pero que, por otro, los vecinos podamos tener nuestro espacio de toda la vida en el sitio donde nos hemos criado".

Al poco tiempo de llegar a Moscardó, decidió pasarse por la asociación vecinal, presentarse y ofrecerse "para lo que necesitaran". "Los de la asociación son gente de toda la vida del barrio, hay una pareja joven, de menos de 40, y luego son casi todo más mayores que yo".

Gentrificación sin expulsión

Barrios que resurgen, se vuelven más seguros y habitables sin expulsar a la población de rentas más bajas. ¿Es posible una gentrificación de un barrio sin la expulsión de los vecinos de menor renta?

"Por definición tiene que darse desplazamiento, la gentrificación es un proceso de elitización residencial, esto es, que hay una sustitución de clases", explica Jorge Sequera, profesor de sociología e investigador en la UNED. "Todo es un proceso muy dilatado, esto no ocurre en uno, dos o tres años, esto ocurre en 15 o 20 años. Es un proceso que se va viendo de forma muy paulatina y que tiene mucha mezcla, no hay una confrontación de clases, sino que poco a poco va habiendo una mezcla y estas poblaciones van quedando escoradas".

"La gentrificación es un proceso de elitización residencial, esto es, que hay una sustitución de clases"

La principal forma de evitar ese desplazamiento es, para el profesor Ardura, la intervención en el mercado de la vivienda y el reforzamiento de la vivienda pública. "Lo que caracteriza a España más que el alto porcentaje de vivienda en propiedad, porque hay otros países que también tienen porcentajes altos de vivienda en propiedad, es una casi absoluta inexistencia de vivienda social", declara Ardura. "Si no tienes ningún contrapeso al mercado desregulado, pues es muy complicado, es muy complicado evitar este desplazamiento".

Cecilia Galán, de 36 años, es otra recién llegada al barrio que se ha integrado en la asociación vecinal, ayudando a revitalizar la actividad cultural y asociativa del barrio. Pasó su infancia a poca distancia de la colonia Moscardó, en la zona de Usera más pegada al río. Tras un tiempo viviendo en el extranjero quiso volver al barrio de su infancia, pero los precios ya eran prohibitivos y acabó recalando en este "paraíso dentro de Usera", según sus propias palabras.

"El concepto que se tiene de Usera realmente no existe, por lo menos en esa zona. Ruido, suciedad y sobre todo inseguridad, todo eso no lo sientes aquí, nos hemos apuntado a la asociación de vecinos y hacemos un montón de actividades, es una maravilla", declara esta asesora legal. "La gente de la asociación nos cuenta muchas historias y es que este barrio también ha sufrido mucho. Yo creo que ahora está habiendo un resurgir aunque existe ese miedo de ‘de fuera vendrá quien de casa nos echará’. Pero el que es de aquí de toda la vida va a intentar quedarse porque si una cosa tiene Usera es que te sientes muy de Usera".

OTROS REPORTAJES DE LA SERIE:

Si quieres contactar con 20minutos o realizar alguna denuncia o alguna corrección sobre algún tema, puedes enviarnos un mail a zona20@20minutos.es. También puedes suscribirte a las newsletters de 20minutos para recibir cada día las noticias más destacadas o la edición impresa.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento