Sánchez afronta esta semana su primer Debate sobre el Estado de la Nación en su momento más bajo como presidente

  • Fuentes de Moncloa confirman que el presidente tiene pensado hacer "anuncios" en el primer debate en seis años.
  • Podría dirimirse si el presidente opta por consagrar el giro social de su Gobierno hacia la izquierda o hacia el centro.
  • Unidas Podemos reclamará que ese viraje sea progresista para paliar la "desorientación" del electorado de izquierdas.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visto a través de un monitor en la segunda jornada de la cumbre de la OTAN.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visto a través de un monitor en la segunda jornada de la cumbre de la OTAN.
EFE/ Lavandeira jr.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visto a través de un monitor en la segunda jornada de la cumbre de la OTAN.

Hay colgada en los pasillos de La Moncloa una portada del diario progresista francés Libération que destaca la palabra "remontada" para narrar la victoria de Pedro Sánchez en las elecciones del 28 de abril de 2019. Quizá sea el mejor término para definir la carrera política del actual presidente, que ahora deberá inspirarse en ese vocablo para tratar de darle la vuelta a la situación actual, en la que el jefe del Ejecutivo acusa ya el desgaste. Pese a que el Gobierno está inmerso en la gestión de los fondos europeos, los datos de empleo le sonríen y todavía no ha perdido una votación en esta legislatura, hay una sensación generalizada de fin de ciclo, marcada por unas encuestas nada favorables para Sánchez, malos resultados electorales cada vez que se abren las urnas y una inflación galopante que no prevé frenarse en un corto plazo.

Es por ello por lo que el Debate del estado de la Nación que tendrá lugar entre el martes y el jueves será de vital importancia. Se la da el propio presidente, según cuentan fuentes cercanas. Sánchez tomará la palabra el martes a las doce del mediodía y podrá contestar al resto de grupos cuando quiera y durante el tiempo que considere. Tal y como añaden las mismas fuentes, habrá anuncios y se hará balance de la vida la coalición, que supera ya los dos años y medio, tiempo en el que ha habido una pandemia, un volcán y ha estallado la guerra en Ucrania tras la invasión de Rusia.

El último fue Rajoy, pero será Pedro Sánchez y después de 7 años.

Pese a todo ello, el Gobierno asegura que "está fuerte". Sánchez tratará de exponer que las medidas que se han tomado para paliar todas esas crisis "han sido rápidas y eficaces" para "proteger a los ciudadanos, a los trabajadores y a las clases medias". "Sabemos para quién gobernamos y se verá en el debate", continúan estas fuentes, dejando ver otro de los ejes en torno a los que girará la cita parlamentaria. Y es que el debate también dirimirá si el presidente opta finalmente por consagrar el giro social de su acción de Gobierno hacia la izquierda o hacia el centro.

Las dificultades atravesadas hicieron que el Ejecutivo se centrase en la gestión económica. No obstante, el batacazo sufrido por el PSOE y por Unidas Podemos -en este caso, Por Andalucía- en las elecciones andaluzas del 19 de junio en las que el PP consiguió una mayoría absoluta histórica y los socialistas se hundieron con su peor resultado hizo que Sánchez, Manual de Resistencia en mano, diera un nuevo giro de tuerca a su discurso: volviendo a las esencias que le hicieron ganar las primarias del PSOE a Susana Díaz en 2017, denunció públicamente que existen "poderes económicos" que "golpean" al Gobierno.

Lo hizo en la rueda de prensa en la que presentó la ampliación de las medidas para paliar las consecuencias económicas de la guerra, un decreto que deberá ser convalidado este mismo jueves. Sin ponerles nombre, denunció que actuaban a través de "terminales mediáticas y políticas" con el fin de "ponerle palos en las ruedas". "Hubo responsables empresariales que trabajaron para que hubiera un Gobierno conservador", había dicho en La Sexta en noviembre de 2017.

Con ese impulso ideológico tratará de posicionarse ante Alberto Núñez Feijóo, el actual líder del PP. Al contrario que Pablo Casado, su antecesor, el gallego ha optado por aparcar los debates ideológicos contra Vox y centrarse en la economía. Esto ha conseguido desdibujar a Sánchez y ponerse por delante en las encuestas. Para darle la vuelta, el presidente podrá exponer su balance y su proyecto. Además, el hecho de no ser diputado impide que Feijóo dé la réplica -lo hará en su lugar Cuca Gamarra, portavoz del PP, y el presidente popular presenciará el debate desde la bancada de su partido-.

Además, el presidente del Gobierno también insistirá en que el debate forma parte de la "normalidad y estabilidad" que, según sus cercanos, le ha devuelto a la política española. "Elecciones cada cuatro años, presupuestos anuales, Debate del estado de la Nación...", argumentan, afeando de paso la "nula colaboración" del principal partido de la oposición "en ningún tema", como por ejemplo la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), un tema que también tendrá entidad.

El viraje a la izquierda que reclama Unidas Podemos

Unidas Podemos, como socio de coalición de Sánchez, no tiene pensado plantear una intervención al ataque contra el presidente, pese a las últimas discrepancias que han salpicado la acción del Gobierno en asuntos como la política migratoria o el aumento del gasto militar. No obstante, fuentes de la formación explican que el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique -que compartirá su intervención con su homólogo de En Comú, Jaume Asens-, tampoco va a obviar esos asuntos, sobre todo para reclamar a Sánchez un viraje a la izquierda tras la "desorientación" que, en opinión de los morados, está sufriendo el electorado progresista por algunas de las últimas acciones del Ejecutivo.

En este sentido, la idea de Unidas Podemos es aprovechar el Debate del estado de la Nación para insistir en sus propuestas de cara a la elaboración de los próximos Presupuestos Generales del Estado, previsiblemente los últimos de la legislatura, que los morados consideran que deben suponer un impulso de la acción social del Gobierno. De hecho, hace unos días la líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ya desgranó las principales reivindicaciones moradas para esas cuentas, entre las que se cuentan la fijación de un precio máximo para el combustible que complemente la ayuda de 20 céntimos por litro y también la puesta en marcha de un fondo extraordinario de 10.000 millones de euros para que las comunidades los dediquen a sanidad y educación.

Más allá de las nuevas medidas sociales que puedan venir aparejadas a la aprobación de los Presupuestos, para Unidas Podemos también es fundamental que se cierren de una vez por todas la aprobación de la ley de vivienda y la reforma de la ley de seguridad ciudadana, más conocida como ley mordaza. En una entrevista en este medio la semana pasada, Belarra aseguraba que este extremo era el "paso previo" para poner en marcha las cuentas, y ese va a ser el eje del discurso de Echenique el martes: que el Gobierno necesita reorientar el rumbo aprobando medidas así y nuevas ayudas sociales porque, ahora mismo, hay una parte importante del electorado progresista que piensa "que el Ejecutivo no tiene objetivos políticos claros", en palabras de Belarra.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento