La Mesa del Parlamento, primera prueba de fuego para el 'pactismo' de Moreno

El Parlamento de la XII Legislatura y la Mesa se constituyen el jueves 14.
El Parlamento de la XII Legislatura y la Mesa se constituyen el jueves 14.
EP
El Parlamento de la XII Legislatura y la Mesa se constituyen el jueves 14.

Gobernar como si no tuviera mayoría absoluta. Ese es el deseo expresado por Juanma Moreno, presidente reelecto –a falta de la investidura el próximo 22–, para la XII Legislatura. Los 58 escaños obtenidos el 19-J no dejan lugar a dudas y suponen el regreso al Parlamento andaluz de una mayoría absoluta casi 15 años después de la última obtenida por Manuel Chaves en 2008. Pero Moreno, que ha basado su campaña en la conciliación de sensibilidades y el talante moderado, no quiere "rodillo" en los próximos cuatro años. La consigna es "pactar con todos", incluso si no es necesario.

Esta aspiración se topa de entrada con un escollo que pondrá a prueba la 'cintura' del PP, pero también desvelará las armas de la oposición. Se trata de la conformación de la Mesa del Parlamento, primer trámite para la constitución de la Cámara andaluza, que tendrá lugar este jueves. La Mesa es, atendiendo al reglamento, "el órgano rector de la Cámara y ostenta la representación colegiada de esta en los actos a los que asista", organiza el trabajo parlamentario y decide sobre la tramitación de iniciativas. Es decir, hacerse con ella garantiza tranquilidad y viabilidad.

El sistema de votaciones arroja un control amplio de la Mesa para el PP. Siete son los sillones a repartir entre los partidos que hayan obtenido suficiente representatividad como para formar grupo parlamentario: la Presidencia, tres Vicepresidencias y tres Secretarias. Una vez iniciada la sesión el jueves, se constituirá una Mesa transitoria con los diputados de mayor edad, presidida por Jesús Aguirre, actual consejero de Salud. Los representantes de los partidos votan entonces a sus candidatos para los puestos fijos de la Mesa. Según el sistema de voto, a los populares les corresponden cinco de los siete asientos: Presidencia, dos Vicepresidencias y dos Secretarías. Al PSOE, por su parte, dos sillones: una vicepresidencia y una secretaría.

No habría más que hablar si el reglamento, en su Artículo 36, no previera un encaje de pluralidad: "Todos los partidos, federaciones y coaliciones que, habiendo concurrido a las anteriores elecciones, hubieran obtenido en las mismas representación suficiente para constituir Grupo parlamentario, tendrán derecho a estar presentes en la Mesa". Según esto, tanto Vox como Por Andalucía, con grupo propio –no así, Adelante Andalucía, que quedaría fuera–, tendrían que tener un lugar asignado.

Debido a este escenario, a esta hora se fraguan las primeras negociaciones de la nueva legislatura. La secretaria general del PP andaluz, Loles López, y la portavoz del Grupo Socialista, Ángeles Férriz, lideran las conversaciones para formar la Mesa y abrir juego a Vox y Por Andalucía. El margen de acción no es amplio. Solo hay dos opciones inicialmente. La primera implica que el PP y el PSOE cedan un asiento a Vox y Por Andalucía, lo que dejaría a los populares con cuatro y al PSOE con uno. El secretario general de los socialistas, Juan Espadas, se cerró la semana pasada a esta posibilidad y apeló a la "generosidad" del PP.

Resulta difícil pensar que el PP ceda dos puestos, quedándose con tres, si bien el propio Juanma Moreno reaccionó a las declaraciones de Espadas mostrándose abierto "al diálogo y la generosidad, a diferencia de otros grupos". La mayoría absoluta del PP quedaría infrarrepresentada en un juego de tres asientos frente a cuatro del resto de grupos. Y si el PSOE aceptara ceder un asiento, perdería su preponderancia sobre Vox y Por Andalucía, quedando los tres con un sillón.

Con voz pero sin voto

La otra opción, la más viable si los dos partidos mayoritarias se niegan a ceder, es acordar dos Vocalías, con voz pero sin voto, un sistema que se ha hecho en las dos últimas legislaturas para garantizar la pluralidad en casos en que las votaciones arrojen un escenario que no la propicie. Así, PP y PSOE quedarían con cinco y dos asientos, respectivamente, y Vox y Por Andalucía, con un vocal cada uno.

Los partidos minoritarios también tendrán que mostrar su capacidad de negociación. Actualmente, la relación del PP con Vox lo aleja más aún del grupo preponderante que Por Andalucía. El homenaje a Blas Infante sirvió de escenario de la ruptura total entre ambos partidos a cuenta de distintas visiones sobre el autonomismo. Juanma Moreno pone tierra de por medio con su ala derecha y, en cierto modo, es rehén de cara a la sesión del jueves de sus constantes apelaciones al consenso y la pluralidad.

En 2015, la pugna por los puestos de la Mesa y la falta de entendimiento abocaron a una intervención de la Justicia. El PP solo logró uno de los siete asientos, pero la diputada Patricia del Pozo presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional al entender que se había vulnerado su derecho a ejercer este cargo representativo en favor de IU. El PP recurrió así la decisión del presidente de la Mesa de Edad, el socialista Luis Pizarro, que favoreció la presencia de todos los grupos, vulnerando, según el TC, los resultados de la votación. De resultas de la sentencia, IU se quedó sin asiento y el PP obtuvo el segundo, aunque finalmente se pactó una Vocalía extraordinaria para IU. 

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