La covid se reactiva y las variantes ómicron abren la puerta a nuevas olas cada tres meses

Ilustración sobre el futuro de la covid
Ilustración sobre el futuro de la covid
HENAR
Ilustración sobre el futuro de la covid

La palabra 'ola' ha adquirido una connotación negativa tras más de dos años de pandemia. Los especialistas la emplean ya con sumo cuidado, pero lo cierto es que los linajes BA.4 y BA.5 de la variante ómicron del coronavirus han encontrado vía libre en España. Tras causar nuevas oleadas de contagios en Sudáfrica y otros países de nuestro entorno como Portugal o Reino Unido, están detrás del actual repunte de la transmisión que se registra en España a las puertas del verano. 

Hasta el momento, "no se han observado diferencias en la gravedad" de los nuevos contagios, asegura el Ministerio de Sanidad en el último informe sobre variantes, que cifra en entre el 5,4% y el 64,9% la presencia de estas nuevas variantes en las muestras secuenciadas. Sin embargo, los últimos datos de Sanidad muestran un aumento de la ocupación hospitalaria del 5,5% al 6,3% y contabiliza 1.030 ingresos más en una semana.

Sobre los efectos de las variantes BA.4 y BA.5 se ha pronunciado recientemente la investigadora de la University College de Londres (Reino Unido) Christina Pagel. En un artículo de opinión publicado en la revista médica The British Medical Journal, afirma que "mientras ómicron siga siendo dominante, parece plausible que grandes oleadas de infecciones cada tres meses más o menos sean la norma". 

Destaca igualmente en que "aunque las infecciones no serán problemáticas para la mayoría de las personas, cada ola provocará bajas laborales, enfermedades graves y la muerte para algunos, y covid persistente para algunos más".

Con ella coincide la directora de Salud Pública Global de la Universidad de Edimburgo, Devi Sridhar, que en un artículo en el diario británico The Guardian señalaba que "fijándonos en los últimos dos años y en diferentes lugares, una ola de casos de covid-19 cada tres meses parece ser el patrón. Por lo tanto, no sorprende que esto vuelva a suceder y deberíamos esperar otra ola este invierno", decía en relación a la situación de Reino Unido, que espera su pico de BA.4/5 para entre finales de junio y principios de julio.

Esta es una prueba más de que alcanzar la 'inmunidad de rebaño' contra el covid-19 es probablemente imposible"

Los expertos consultados por 20minutos prevén que estas variantes se comporten en España igual que lo han hecho en otros países, pero piden no bajar la guardia en la vigilancia. Por un lado, el investigador del CSIC Iñaki Comas, apunta que "lo que se está viendo en otros países, tanto en Sudáfrica como en Reino Unido, es que el impacto sobre la presión asistencial no está siendo grande. Se espera una trayectoria similar en nuestro país, pero hay que seguir vigilantes". 

No obstante, si la transmisión se disparara, esto también se reflejaría en un aumento de la presión asistencial, como ya pasó en la explosiva ola de Navidad, causada por la muy contagiosa ómicron original, que a pesar de que los síntomas eran mayoritariamente más leves, el gran número de contagios desembocó en una gran demanda hospitalaria.

Por otra parte, el catedrático de biología celular de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, Guillermo López Lluch, recuerda que "las variantes BA.4 y BA.5 no tienen por qué ser más graves" que las anteriores y, de hecho, "los síntomas parece que son los mismos: fiebre, dolor de cabeza, de garganta, muscular, tos o mocos".

Reinfecciones

No obstante, Pagel alerta de que, según un reciente estudio realizado entre personal sanitario, ómicron es "particularmente astuta para evadir la respuesta inmunitaria" tanto humoral como celular. "Incluso una infección por ómicron no induce inmunidad particularmente buena contra una futura infección con esta misma variante", agrega Pagel. Esto explica que personas contagiadas con ómicron se hayan reinfectado con alguno de sus sublinajes poco tiempo después. 

"Las variantes de ómicron no son más graves, pero sí tienen la capacidad de reinfectar, incluso a aquellas personas que se han infectado con una versión anterior de ómicron. Esta es una prueba más de que alcanzar la 'inmunidad de rebaño' contra el covid-19 es probablemente imposible", añadía al respecto Sridhar.

Asimismo, Pagel cita en su artículo los resultados preliminares -sin revisar por pares- de experimentos de laboratorio realizados en Japón que "muestran que las últimas subvariantes de ómicron (BA.4/5) podrían causar una enfermedad pulmonar más grave que la cepa original de ómicron, por lo que no podemos suponer que las ondas futuras serán necesariamente más leves", advierte. 

El covid tiene un comportamiento cíclico, que puede verse interrumpido, pero cada equis tiempo tenemos un incremento"

"Al menos mientras ómicron siga siendo dominante, parece plausible que grandes oleadas de infecciones cada tres meses más o menos sean la norma", concluye la británica. Y, por el momento, según anota López Lluch, el virus "sigue circulando y modificándose, pero parece que se está afinando sobre la variante ómicron".

El epidemiólogo Pedro Gullón recuerda que Pagel escribe un artículo de opinión y no publica de los resultados de una investigación que intente modelizar cómo van a ocurrir las siguientes olas. En todo caso, "lo que dice está basado en lo que hemos tenido hasta ahora: que el covid tiene un comportamiento cíclico, que puede verse interrumpido, pero cada equis tiempo tenemos un incremento de la transmisión. Las olas ocurren y nosotros lo que hacemos es, con diferentes medidas, mitigarlas o no. En ese sentido, es probable que sigamos con ese mismo comportamiento", considera. 

El también profesor en la Universidad de Alcalá recuerda que "cambios muy grandes en el virus pueden causar que se solapen dos crecimientos, como pasó por ejemplo con la ola de diciembre de 2021 con delta y de repente llegó ómicron cuando delta comenzaba a descender y ómicron arrasó. Ahí sí que fue totalmente imputable [la ola] a la llegada de ómicron, pero es normal que haya, cada cierto tiempo, subidas de la incidencia"

Vigilancia, vacunas y ventilación

Una vez asumido esto, prosigue Gullón, "hay que mantener la vigilancia epidemiológica y estar atentos a los indicadores para ver si llegamos a una ola como esta séptima, cuyo impacto asistencial ha sido muy pequeño, pero en el futuro puede pasar algo diferente. No tiene por qué pasar, pero puede pasar. O igual llega un momento en el que la propia epidemia se agota o que se termina convirtiendo en algo mucho más cíclico para el muy largo plazo. Yo no me atrevo a pronosticar qué va a pasar", termina.

Sobre vigilancia epidemiológica organizó este miércoles una jornada la Sociedad Española de Epidemiología (SEE). En ella participó, entre otros expertos, Agustín Portela, de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). Al final de su intervención habló de cómo podría evolucionar el SARS-CoV-2 y apuntó que el escenario más probable es que el virus siga mutando y cabe esperar la aparición de nuevas variantes, pero "mientras en los sueros de los vacunados haya títulos de anticuerpos neutralizantes que reconozcan una nueva variante, podrá haber una amplia circulación del virus, pero no con un aumento de casos graves (hospitalizados, UCI y muertes)".

En cuanto a la forma de protegernos contra el virus, Pagel también recuerda que tenemos herramientas como las mascarillas FFP2 para prevenir los contagios y se hace eco de los expertos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE UU, que recientemente instaron a aprovechar la "oportunidad en décadas" ante la que nos presentamos para mejorar la calidad del aire en interiores.

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