La Península y, concretamente, España, empieza en la cordillera de los Pirineos, que la separa políticamente de Francia. Aunque esta es una frontera natural, ¿cómo se sabe dónde comienza exactamente un país y termina el otro?

A lo largo de la frontera hay dispuestas entre 602 y 720 marcas o mugas en el suelo que delimitan ambos países. La diferencia entre estas dos cifras depende de si solo se cuentan los hitos oficiales o también aquellos que están duplicadas o tienen subnúmeros.

Desde el punto de vista histórico, la frontera actual se describe en los tres tratados de Bayona de mediados del S. XIX y, a partir de ahí, se pusieron estos hitos fronterizos o mugas en el terreno. Sin embargo, es crucial conocer también las coordenadas exactas de estas marcas en el caso de que se puedan perder o desubicar debido a la erosión de las piedras, el hundimiento del terreno o cualquier otro incidente.

En España, el Centro Geográfico Nacional y el Centro Geográfico del Ejército de Tierra son los encargados de señalizar con coordenadas exactas los mojones fronterizos entre ambos países.

En este sentido, el topógrafo José Manuel Pérez Casas, del Centro Geográfico Nacional, junto con el capitán Francisco Javier Clemente Orellana y el brigada Emilio Gallardo, del Centro Geográfico del Ejército de Tierra, desarrollan sobre el terreno un trabajo histórico y en el que participan más compañeros: la delimitación precisa de la frontera con Francia.

Según explican, en esos 40 kilómetros que, de media, tienen de ancho los Pirineos, los expertos marcan por GPS las mugas con una precisión de 10 cm. 

AGENCIA ATLAS

Para ello, los dos equipos deben estar separados: uno marca las coordenadas donde está la señal fronteriza y el otro, a kilómetros de distancia, las confirma. 

De este modo, se evita que cualquiera pueda coger una de estas mugas y pueda desplazarlas, aumentando así la frontera de un territorio, como ya ocurrió en Bélgica hace un año, cuando un agricultor movió la frontera con Francia al empujar con su tractor uno de los mojones que delimitaban ambos países.

Este tipo de trabajos se realizan siempre en verano, ya que facilita la localización de las marcas al evitar la nieve. "La F indica que es la parte de territorio francés; a la izquierda está la E, que es territorio español", comenta uno de estos expertos en declaraciones a la Agencia Atlas.

A continuación, los datos tomados los españoles deben ser examinados por geógrafos franceses y, finalmente, aprobados por la Comisión Internacional de los Pirineos presidida por diplomáticos de ambos países. Entonces sí sabremos, casi al milímetro, dónde empieza España en los Pirineos.