El precio de la luz será este jueves un 15% más caro que el día anterior, al alcanzar los 259,01 euros MWh, resultado de sumar el precio medio de 170,81 euros MWh fijado en la subasta más un ajuste de 88,20 euros destinado a compensar a las compañías eléctricas por la limitación del precio del gas a 40 euros que entró en vigor el martes. La subasta de la electricidad que será necesaria para cubrir la demanda este jueves cerró con un precio medio 5,22 euros MWh más caro que en la jornada anterior.

El efecto alcista de la compensación a las eléctricas se debe a que en estos días se está consumiendo gran cantidad de gas natural por la elevada demanda energética en plena ola de calor y a la imposibilidad de recurrir a energías alternativas como la eólica, ya que casi no hay viento. Y cuanto más se necesite recurrir al gas para satisfacer la demanda energética, mayor será la compensación que habrá que pagar a las eléctricas por la diferencia entre el precio regulado y el de mercado. A la inversa, se espera que cuando la demanda de esta fuente energética descienda, el tope al gas surta el efecto con el que fue ideado y sirva para reducir el precio de la luz.

A la vista de los precios de los últimos días y del decepcionante estreno del tope al precio del gas, el debate sobre la posibilidad de crear un impuesto extraordinario a las compañías eléctricas ha vuelto a debate en el seno del Gobierno de coalición, cuyas dos almas difieren sobre el mecanismo a utilizar y cuándo hacerlo. A Unidas Podemos no le vale con que el Gobierno vaya a estudiarlo en el marco de los próximos Presupuestos y, a juicio de la vicepresidenta Yolanda Díaz, esa medida debe adoptarse "ya".

"Nuestra posición es clara, son momentos excepcionales y este país necesita abordar con prontitud el principal problema que tenemos, que es la inflación", argumentó Díaz, elevando así el tono de los últimos días. Aunque quiso mandar el "mensaje positivo" de que el Gobierno está "bajando los precios" de la energía, resaltó que se deben "continuar tomando medidas".

Sin embargo, la titular de Hacienda, María Jesús Montero, se mostraba más cauta. Tras asegurar que el PSOE también es partidario de hacer tributar más a las eléctricas y las petroleras para que "aporten más a las arcas públicas" y contribuyan "a financiar el sostenimiento del tejido productivo", ve necesario "buscar el vehículo adecuado para poner en marcha" este tributo. Para crear un impuesto así ya, como quiere Díaz, la vía sería el decreto ley, pero Montero defiende que "los decretos leyes no pueden poner en marcha medidas de nuevas figuras fiscales".

También desde el flanco socialista de la coalición, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, abrió el martes la posibilidad de abordar el debate sobre un impuesto específico por los beneficios caídos del cielo, pero alejándolo al momento en el que el Ejecutivo negocie los Presupuestos para 2023, que deberían entrar en vigor el próximo 1 de enero. "Será importante ver si necesitamos una fiscalidad especial, una para el gas y otra para el petróleo. El momento para debatir esto probablemente sea en el contexto de la negociación presupuestaria", dijo en una entrevista en TVE. "Cada cosa a su tiempo y bien ponderadas, trabajadas junto con el Ministerio de Hacienda y el de Economía", añadió, sacando a Trabajo de la ecuación.

Aunque la ministra Ribera recordó que ya existen mecanismos que minimizan los beneficios de las eléctricas, Díaz instó a no resignarse: "Todo es posible cuando hay voluntad política".

Para el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, las medidas del Gobierno contra la inflación son "parches" y "no funcionan" e insiste en reducir el IVA de la electricidad y el gas, y tomar otras decisiones para que los ciudadanos puedan "llegar a fin de mes".