La guerra acelera la agricultura ecológica en España: "Los químicos cuestan ahora el triple"

Imatge de recurs d'un agricultor
Iamgen de recurso de un agricultor
LA UNIÓ DE LLAURADORS
Imatge de recurs d'un agricultor

"Este año ha sido climáticamente un desastre", sentencia Pedro Gomáriz, un agricultor murciano de 34 años, representante de la cuarta generación de una familia dedicada al cultivo de cítricos en la comarca de la Vega Media del Segura.

"Media España helada y la otra, apedreada o ahogada, mira que me gusta la historia y hablar con los mayores y no tengo una referencia en 70 años de algo que haya afectado tan globalmente a toda España, este año va a faltar de todo", declara Gomáriz, que es miembro de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).

La inestabilidad climática ha sido, sin embargo, solo un elemento perturbador más para un sector agrario que arrastra problemas estructurales desde hace décadas en España. La Guerra de Ucrania y las consiguientes sanciones internacionales a Rusia, uno de los principales productores de fertilizantes químicos del mundo, han sido la gota que ha colmado el vaso.

"Los fertilizantes inorgánicos han subido de una media de 50 o 60 céntimos el año pasado a 1,60 euros este año, se han triplicado", se lamenta el agricultor, que pronostica peores cosechas y cierre de pequeñas plantaciones en los próximos tiempos.

"Muchas explotaciones no le están echando a los árboles lo que necesitan porque no se lo pueden permitir. Esto necesita un gasto constante y hay explotaciones con un alto nivel de endeudamiento que no van a poder seguir", prevé Gomáriz, que lleva años invirtiendo en tecnología como la energía solar para los cabezales de riego o el uso de big data para mejorar sus rendimientos. "Nos toca reinventarnos tecnológicamente, reducción de costes y eficiencia, no nos queda otra".

"Nos toca reinventarnos tecnológicamente, reducción de costes y eficiencia, no nos queda otra"

Un cambio de era

El uso de químicos como el fósforo para mejorar los rendimientos agrícolas comenzó en los mismos inicios de la agricultura, mediante el empleo de hueso triturado. La revolución de los llamados fertilizantes inorgánicos o químicos -compuestos fundamentalmente por la triada de nitrógeno, fósforo y potasio- llegó a comienzos del siglo pasado.

"Hemos aumentado la población a nivel exponencial en el último siglo y eso, en parte, ha sido gracias a que se puede alimentar a esa población que antes no se podía. Esto ha estado directamente relacionado con la Revolución Verde y al empleo de agroquímicos", explica Daniel Trenado, agricultor y consultor agrícola que explicó el problema en torno a la subida de precio de los fertilizantes químicos en un hilo de Twitter el pasado 30 de mayo.

La paradoja de esta revolución, según defiende Trenado, es que ha generado una dependencia de recursos finitos como el potasio o el fósforo para que la agricultura siga produciendo a unos niveles que permitan alimentar a una población mundial que seguirá aumentando durante varias décadas.

La primera luz de alarma sobre esta dependencia fue la constatación de que las minas de fosfatos -de donde se extrae el fósforo- están alcanzando su límite en todo el planeta y no se tiene constancia de que existan más depósitos.

A este inconveniente, que hasta ahora no había influido en exceso en los precios de los fertilizantes, se ha sumado la subida del precio de la energía -la conversión de nitrógeno en amoniaco para fertilizantes requiere gas natural- y la interrupción del comercio con países como Rusia o Bielorrusia, origen tanto de buena parte del potasio necesario para producir los fertilizantes como de los propios fertilizantes manufacturados.

"Hemos vivido en una burbuja en los últimos 40 años en la cual la cesta de la compra era una parte minoritaria de un presupuesto familiar", declara Trenado. "Ahora, la subida de precio de los fertilizantes va a tener como consecuencia más inmediata un encarecimiento de los alimentos".

La agroecología como alternativa

José Antonio Rico, de 56 años, lleva casi tres décadas trabajando en sus 10 hectáreas de cultivo de uva de mesa repartidos por tres términos municipales de la provincia de Alicante. "No soy un agricultor al uso y no tengo las fincas todas juntas, las tengo cada una en un sitio", explica Rico.

En su caso, el impacto de la subida del precio de los fertilizantes ha sido insignificante, fundamentalmente porque Rico, que también es miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE), utiliza, únicamente, fertilizantes de origen orgánico, cuyo precio apenas ha aumentado en los últimos meses.

"Yo lo que uso es un abonado orgánico a base de estiércol, de compost y, cuando se presta la naturaleza, hago abonados en verde, planto leguminosas que luego fijan nitrógeno en suelo", declara Rico. "La fertilización orgánica es mucho más rica y variada, aunque sea menos explosiva y menos productiva en algún momento, pero ganas en calidad del producto final, lo que pasa es que eso el consumidor lo reconoce o no dependiendo del nivel de interés que pueda tener".

El principal problema de este método es que baja la producción y, por lo tanto, el producto final es más caro. La agricultura ecológica sigue siendo muy minoritaria en España -en torno al 10% de la superficie cultivada-, aunque la subida de precios de los fertilizantes químicos podría darle un inesperado impulso.

"Es evidente que esta subida de precios ocasiona una merma importante en los sectores convencionales que usan químicos, que no pueden acceder a este tipo de fertilizantes porque son muy caros, pero también es una oportunidad para que puedan alternar esas técnicas con otras que se utilizan la agricultura ecológica", defiende Rico. "Supondría un cambio de paradigma para el agricultor, un nuevo enfoque profesional, reinventarse".

José Antonio Rico, agricultor de cultivos ecológicos y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE).
José Antonio Rico, agricultor de cultivos ecológicos y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE).
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"Es evidente que esta subida de precios ocasiona una merma importante en los sectores convencionales que usan químicos"

Microorganismos y aguas residuales

La subida de precio de los fertilizantes químicos podría impulsar la agricultura ecológica, pero todos los expertos admiten que una sustitución de una por otra manteniendo unos niveles de producción similares es totalmente inviable hoy por hoy.

Algunos avances científicos, no obstante, están logrando que los fertilizantes de origen puramente orgánico se vayan haciendo más eficientes día a día. Emilio Nicolás, investigador científico del Cebas-CSIC, está trabajando en un proyecto que buscan sustituir la aplicación de fertilizantes químicos por otros de origen orgánico.

"Cuando tu pasas a una agricultura ecológica, los rendimientos pueden bajar de media entre un 8% y un 12%. Porque la respuesta a la fertilización en un cultivo es muy lineal, si aportas más insumo tienen más cosecha", explica Nicolás, que sin embargo, sí prevé que la actual escalada de precio acelere una transición ya en marcha hacia un mayor uso de fertilizantes orgánicos en España con una mayor estabilidad de precios.

"Cuando tu pasas a una agricultura ecológica se ve como los rendimiento puede bajar de media entre un 8 y un 12%"

La gran esperanza está en el avance de nuevas técnicas de fertilizado orgánico, como el uso de aguas residuales o de microorganismos. "De las depuradoras, tú tienes la parte del fósforo que llevan las aguas residuales que entran en una depuradora por los detergentes que se utilizan en la actividad urbana. En cuanto al potasio, se encuentra en los suelos arcillosos pero está interlaminado, la alternativa es usar bacterias que lo solubilizan y lo ponen a disposición de la planta", explica Nicolás.

Los avances de este tipo están aún, advierte el investigador, en una fase inicial y se requerirá aún un plazo largo para que reemplazen completamente a los fertilizantes químicos. "Nos vamos a tener que ir a usar microorganismos, a usar fuentes naturales de fertilizantes si es que sigue siendo insostenible como parece el mercado de los fertilizantes inorgánicos, cuyo precio se prevé que siga creciendo", declara Nicolás.

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