Lucios, carpas y cangrejos de río: la fauna que llegó a España por deseo de Felipe II

  • Un estudio de la Estación Biológica de Doñana reconstruye las acciones que llevaron a introducir estas especies.
Un cangrejo rojo de río.
Un cangrejo rojo de río.
DULOUP / WIKIMEDIA COMMONS
Un cangrejo rojo de río.

Un nuevo estudio liderado por la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) ha reconstruido, con base en documentos históricos originales y trabajos previos de historiadores, las motivaciones y acciones que llevaron a introducir el lucio, la carpa y el cangrejo de río en España durante el reinado de Felipe II.

Las invasiones biológicas son un importante motor del cambio global y tienen su inicio en la introducción de organismos en lugares que no existían; con el aumento del transporte por todo el mundo, la introducción de especies no ha dejado de crecer, subraya la EBD-CSIC en una nota de prensa.

"Pero eso no debe hacernos creer que las introducciones sean algo moderno. En realidad, se han producido desde hace milenios", afirma Miguel Clavero, investigador de la EBD-CSIC y autor del estudio, que precisa que es difícil de conocer, pero en ocasiones se cuenta "con un buen registro documental para describirlas", como es el caso de las que se realizaron en el siglo XVI hacia la corte de Felipe II, objeto de este nuevo estudio.

Así, diversos documentos fechados entre 1562 y 1563 muestran el inicio de las gestiones cortesanas para importar carpas, lucios y cangrejos de río, ya fuese desde Flandes o desde Francia.

En el estanque de un monasterio

En 1564 se enviaron dos expediciones independientes para conseguir en Bayona peces para los estanques reales; el primer intento de transportar los peces se topó con fuertes tormentas de nieve, que forzaron a depositar ocho carpas y 28 lucios en el estanque del Monasterio de San Juan, en Burgos, en lo que constituye la primera introducción de ambas especies en España.

Un segundo intento consiguió hacer llegar 39 lucios vivos a la Casa de Campo en febrero de 1565, pero las carpas habían muerto durante el trayecto, por lo que la expedición fue enviada de nuevo y dos meses después volvieron con seis carpas y dos tencas.

Estas expediciones no fueron capaces de obtener cangrejos de río en Bayona y varios documentos mencionan la intención de conseguirlos en Burdeos, aunque esa importación no se produjo.

Así, en 1565, Felipe II había conseguido adquirir carpas y lucios, pero no los cangrejos; el interés cortesano por los cangrejos se reactivó dos décadas más tarde, al menos desde 1583, poniendo ahora el foco en la Toscana de los Medici. El envío se produjo finalmente en 1588.

El desafío de los lucios

Aunque la introducción del lucio fue inicialmente exitosa, la especie no fue capaz de establecerse a largo plazo y, a principios del siglo XVIII, Felipe V volvió a importar lucios desde Bayona hasta los Sitios Reales, de nuevo sin generar poblaciones sostenidas.

La actual presencia del lucio en España tiene su origen en la introducción realizada en 1949 por la administración franquista que, curiosamente, volvió a producirse en los Sitios Reales (Aranjuez).

La carpa sí pareció establecerse desde la introducción real, y a finales del siglo XVI la especie estaba presente en otros estanques de palacio de la nobleza, relacionados con la corte; la expansión de la carpa fue lenta en España, probablemente porque nunca se incorporó a las tradiciones culinarias y solo se convirtió en una especie frecuente durante el siglo XX.

El trabajo publicado señala que se conoce poco aún de cómo el cangrejo de río pasó de ser una exclusividad cortesana a un popular bocado, aunque existe interés en seguir trabajando en esta línea.

"Los documentos analizados en este trabajo habían sido estudiados previamente, pero probablemente por personas que no daban importancia a la identidad de las especies. Por el lado contrario, quienes estudian la biodiversidad acuática desconocían o no valoraban la información que atesoran los archivos históricos", explica Clavero.

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