Colombia va a las urnas con Petro como favorito y sumida en la polarización

Elecciones presidenciales en Colombia
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Henar de Pedro
Elecciones presidenciales en Colombia

Colombia se juega su futuro. El país va a las urnas este domingo en un contexto de división social y con la sombra de las protestas de 2021, y tendrá que elegir entre cuatro candidatos tras una campaña marcada por las acusaciones, los ataques y los mensajes cruzados mientras el actual presidente, Iván Duque, mira desde la distancia, pues no concurre en los comicios. Gustavo Petro, que parte como favorito, compite con Federico Gutiérrez, Rodolfo Hernández y Sergio Fajardo. Cuatro nombres que abarcan todo el espectro ideológico y con retos (y diferentes planes) para Colombia.

La economía, la corrupción, la inseguridad ciudadana y el desempleo son las cuatro grandes preocupaciones de los ciudadanos, según las encuestas, por lo que se hace un dibujo muy realista del terreno en el que se juegan los comicios. Carlos Malamud, investigador del Instituto Elcano, explica a 20minutos que las elecciones "se dan en un contexto de fuerte polarización política, por la crisis del Covid y por la posibilidad de que gane Petro -candidato izquierdista-, que tiene muy nerviosos a los mercados". Ahora mismo es claro favorito, aunque las encuestas se han ido ajustando con el paso de los días. "Petro tiene un perfil bastante peculiar, viene de una guerrilla muy nacionalista, pero muy interesado en hacer política. Se ha convertido en un gran protagonista en la vida política. Fue alcalde de Bogotá. Reniega de la política tradicional pero pertenece a la élite política tradicional", desgrana Malamud.

Petro tiene un perfil bastante peculiar, viene de una guerrilla muy nacionalista

Para Marta Moya, periodista de France 24 en Colombia y analista en El Orden Mundial, resume todo en la misma palabra: polarización. "Aunque Colombia es un país tradicionalmente conservador, en los últimos años las sucesivas protestas contra las políticas han sacudido los cimientos de la derecha y de los partidos hegemónicos, quienes ahora ven en Petro una amenaza al establishment que ha regido el país desde su consumación como república independiente", explica. 

Y hay otro componente: "La violencia ha aumentado en muchos territorios, donde los grupos armados ilegales se han hecho fuertes durante los últimos cuatro años pese a las políticas de seguridad de Duque". Así, también entra en juego la inestabilidad. "El continuo asesinato de líderes sociales, ambientalistas, excombatientes y defensores de derechos humanos también forma parte del paisaje electoral y, por supuesto, el paro armado decretado por la estructura narcoparamilitar. El Estado está lejos de controlar ciertos territorios en el país", sentencia Moya.

Petro busca romper con los partidos tradicionales

Gustavo Petro lidera las encuestas y es un candidato muy peculiar, con un pasado que mezcla varios componentes. Representa la opción de la izquierda y su historia es la de un hombre que abandonó la guerrilla tras formar parte del M-19, un grupo que en 1985 tomó el Palacio de Justicia de Bogotá. Después fue alcalde de la capital y senador. Llega a las elecciones con un discurso progresista, ecologista y con proclamas por la igualdad. Quiere, además, según dice "una economía que gire alrededor de la vida". En las últimas encuestas se ha situado en torno al 40% de los votos. En los últimos mítines ha aparecido portando un chaleco antibalas después de que su equipo anunciara que su seguridad está en peligro.

Federico Gutiérrez, por su parte, es el candidato más cercano al oficialismo, no tanto a Duque como al expresidente Álvaro Uribe, aunque el candidato de este partido, Óscar Zuluaga, tuvo que dar un paso atrás. Se define Guitérrez como el "candidato de la gente" e hizo carrera política como concejal y como alcalde durante cuatro años en Medellín. La seguridad ciudadana y "las libertades de los ciudadanos" son dos de los pilares de su programa. Llega a los comicios con buena prensa por su actividad a nivel local y su impulso a la juventud colombiana. Se disputa el segundo puesto en las encuestas con Rodolfo Hernández y aspira a pasar a segunda vuelta presumiblemente frente a Petro.

En la derecha radical está Rodolfo Hernández. Empresario, millonario, comparado con Donald Trump, y que no ha necesitado ni de grandes actos ni de apoyos muy sonados para llevar adelante una campaña efectiva. Se mantiene tercero en los sondeos pero recortando espacio a Gutiérrez. Su mayor proclama es la lucha contra la corrupción y hace un uso de las redes sociales propio de los movimientos populistas. Hace hincapié en su figura de 'outsider' alejado de la política tradicional y busca el voto precisamente del sector de la sociedad más desencantado con los años de Duque. Puede dar la sorpresa el domingo, beneficiado precisamente por la polarización.

El centro, por último, lo ocupa Sergio Fajardo, más descolgado en los sondeos. Es la opción centrista y que proclama un discurso precisamente 'sanador' de la división social que asola Colombia. Es la tercera vez que se presenta a unas elecciones y podría incluso empeorar su resultado de 2018. La educación, el medioambiente y la mejora de las infraestructuras son los asuntos más importantes de su programa. Fajardo fue, además, alcalde de Medellín entre 2003 y 2007. Sus opciones, eso sí, son mínimas viendo los sondeos y faltaría entonces por ver a quién irían a parar sus votantes en la segunda vuelta.

Una figura llamativa de las elecciones es la de Ingrid Betancourt, secuestrada por parte de las FARC en 2001, en mitad de la campaña presidencial. Estuvo seis años en cautiverio y su papel en la política colombiana parece clave, "pero no es tan influyente" como pueda parecer, sostiene Malamud. Tras un intento por aguantar en la carrera presidencial, Betancourt se ha unido a la candidatura de Rodolfo Hernández.

¿Qué puede pasar en segunda vuelta?

La mirada, en ese escenario, se pone en segunda vuelta, pues el ganador de la primera no alcanzará la mitad de los votos. "Lo que podría ocurrir es que se forme una coalición informal de todos contra Petro en esa segunda vuelta", comenta Malamud, aunque matiza que esos movimientos dependerán "de quién sea su rival". En palabras de Moya, "el panorama en 2022 es diferente al de 2018, cuando Petro también pasó a segunda vuelta pero todos los demás candidatos se afiliaron a las propuestas de Iván Duque, haciendo sobre el izquierdista una suerte de cordón sanitario". La historia ha cambiado: buena parte de la sociedad colombiana "está harta de las mismas políticas, que consideran fracasadas".

El panorama en 2022 es diferente al de 2018

En caso de segunda vuelta, Moya hace una diferenciación. "Si pasa Gutiérrez, yo creo que parte del electorado del populista de derechas, Rodolfo Hernández, que va tercero en las encuestas, no va a ceder y no votará por él". Ahora bien, si salta la sorpresa y pasa Hernández, considera que es más fácil recrear un escenario de "todos contra Petro", ya que los votantes de Gutiérrez "no quieren bajo ningún concepto que Petro llegue a la Casa de Nariño".

¿Y qué papel juega el actual presidente? "Iván Duque influye poco, tiene un prestigio bastante limitado, pero quien sí podría influir sería Uribe. Recordemos que Duque llega puesto por Uribe. Uribe resta más de lo que puede sumar en las candidaturas de Gutiérrez y de Hernández. El voto del uribismo a quien compita contra Petro está garantizado", desarrolla el investigador. Los estragos de Duque son más negativos que positivos: más de un 80% de los colombianos consideran que el país no ha mejorado bajo su mandato. Ahora Colombia entrará en una nueva era, solo tiene que elegir quién la lidera.

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