Las familias, enfrentadas por las votaciones para cambiar la jornada escolar a continua en Infantil y Primaria: "Saltan chispas"

Daniel Lana, padre favorable a la jornada continua (izq) y David Fernández, a la jornada partida
Daniel Lana, padre pro jornada continua (izq) y David Fernández, pro partida
CEDIDA/ J. GONZALEZ
Daniel Lana, padre favorable a la jornada continua (izq) y David Fernández, a la jornada partida

Unas familias defienden que sus hijos pequeños se cansan con seis clases seguidas. Otras argumentan que las horas lectivas después de la comida no se aprovechan. Y en medio, profesores y personal administrativo de las escuelas, mayoritariamente favorable a volver permanente la jornada continua que trajo la pandemia a la escuela infantil y primaria. 

Las Comunidades, salvo País Vasco y Cataluña, han dejado la pelota de decidir la jornada escolar en el tejado de los colegios. Por eso, en la comunidad educativa "saltan chispas" en los últimos meses entre los partidarios y detractores de la jornada continua. 

David Fernández, 59 años y de Madrid, es un padre que pasó hace tres cursos por este conflicto y explica que sintió "el chantaje" de algunos profesores para incorporar la jornada continua. A las familias de los colegios que todavía no la han aprobado les advierte de la imposibilidad de revertir la medida. 

¿Es mejor la jornada continua o partida en la escuela infantil y primaria?

"Yo me metí en el AMPA para evitar el cambio a la continua. En todos los centros que han querido regresar a partida los profesores se han negado".

La polémica sobre cuál es la mejor jornada educativa para las familias ha vuelto al foco mediático con la publicación de un estudio muy crítico con la deriva de la escuela pública hacia la jornada continua. Sus autores, de ESADE, aseguran que la evidencia científica concluye que es perjudicial para el rendimiento del alumnado, para su desarrollo socioemocional y sus ritmos biológicos, así como para la integración de las mujeres en el mercado laboral y, por tanto, para la economía familiar.

"Me sorprende que salga ahora a la luz  que a un niño de ocho años no le hace bien dar seis horas seguidas de clase"

Los profesores, según este estudio, son quienes más se benefician de la jornada continua, que solamente se aprueba tras una votación que exige una participación del 66% del censo, tras la propuesta del consejo escolar, donde están representados docentes, administración y familias.

Representantes de los profesores, como los sindicatos UGT y ANPE, defienden, al contrario que ESADE, que la jornada continua es la mejor  "pedagógicamente" para el alumnado. Y abogan porque los problemas de conciliación familiar que puedan suscitarse los asuman otras administraciones públicas, utilizando las instalaciones escolares, pero sin sobrecargar a los profesores.

Las familias están profundamente divididas en este debate. Hay centros donde la tensión hace "saltar chispas", donde los padres han llegado a las manos. Y en los que los foros de Internet se llenan de insultos y amenazas.

David Fernández defiende que la jornada continua no trae beneficio alguno para los niños. "Me sorprende que salga ahora a la luz (por el estudio de ESADE) que a un niño de ocho años no le hace bien dar seis horas seguidas de clase".  

"Con la pandemia era una medida discutible", agrega, "por reducir los desplazamientos, pero ahora quieren hacer permanente lo que a todas luces debería ser excepcional", lamenta Fernández. Para este padre, los profesores han trasladado a las familias un conflicto de conciliación que tendrían que tener con su empleador, la administración pública.

"Yo también quiero terminar a las 3 en lugar que a las 5, pero los padres deberían saber que si caes y accedes ya nunca se va a volver atrás, porque los profesores no lo van a permitir".

Un proceso "truculento"

En el colegio al que va el hijo de Luis Asensio, un padre de Leganés, llevan seis años planteando la votación de la jornada continua. Hasta este curso siempre fracasaban porque no se alcanzaba el quorum que exige la ley. "Es el gran caballo de batalla. Las votaciones para ser válidas requieren de la participación de dos tercios del censo y sale mejor si no quieres la jornada continua quedarte en casa y no ir a votar".

"Entre el que no quería, los que nunca votan, la pereza y los de sexto que como se van no votan, pues no se llegaba al cupo en la escuela. Un año faltaron 15 votos sobre 600".

"Este proceso genera muchas tensiones en el colegio, hay gente que llega a perder los papeles"

Este curso, sin embargo, ha vuelto a plantearse la propuesta de votación en el consejo escolar a petición de los profesores y tras dos cursos en continua por la pandemia. El proceso ha sido "truculento", describe. Se alcanzó dos tercios del quorum y salió que sí. "Pero unos padres que prefieren la jornada partida impugnaron la votación por un defecto de forma con el voto por correo. Hubo que repetir, y volvió a salir que sí".

Asensio explica que "este proceso genera muchas tensiones en el colegio. Hay gente que llega a perder los papeles", dice, "que  alguien no esté de acuerdo con que un niño de 3 años tenga seis horas seguidas de clase me parece bien, pero en pandemia se ha visto que con descansos no pasa nada y nos hemos convencido. Pero hay algunos padres que parece que lo único que ven es que los profesores se quieren ir a casa a las dos de la tarde y piensan que qué morro y como ellos no pueden, que se fastidien".

"En la última votación salió jornada continua, pero hubo una reclamación por defecto de forma y nos lo han tirado. Tendremos un contencioso"

En su caso, este padre se siente satisfecho con que haya ganado la votación la jornada continua. "Me parece que las horas de después de comer son muy poco productivas y le he preguntado a él, a mi hijo, y me dice que prefiere comer más tarde y no tener que volver a clase y hacer los deberes. Además es que, en el caso de mi centro, gracias al comedor, no cambian los horarios y siguen saliendo a las cuatro. Pero, si un día termino pronto o recorto horario laboral puedo recogerlo a las dos para comer en casa, pero nunca podría a las 12.30 como en la jornada partida".  

En el centro educativo al que lleva a sus hijos Daniel Lana, en Pamplona, también están viviendo el conflicto en este mismo instante. "En la última votación que hicimos salió la continua, pero hubo una reclamación por defecto de forma y nos lo han tirado. Tendremos un contencioso". Lana además de padre es docente. Ve las dos caras de la moneda y se posiciona a favor de la continua para sus hijos y los de los demás, sin considerar que ésta reste rendimiento escolar o empeore la conciliación. 

En Navarra, las familias tienen acceso gratuito a las extraescolares hasta las 16.30 horas en toda la red pública de escuelas, explica Lana. Según su experiencia como profesor, "en la jornada continua se aprovecha mejor las clases, sobre todo las de finales de la mañana, siempre que haya descansos reducidos. Es mucho mejor que parar para el comedor o para ir a casa, luego un rato muerto, y después arrancar con la digestión".

"Existe la percepción de que más tiempo en el colegio es tenerlos protegidos, como si fuera un castigo estar en casa, pero es un premio estar con los críos en casa, ya pasan suficiente tiempo en el aula".

Ampliar o reducir la jornada

En el otro bando, entre los que prefieren la jornada partida, superada la pandemia, está un grupo de padres del colegio Miguel Cervantes de Leganés, que prefieren no aparecer con nombre en el reportaje por salvaguardar la confidencialidad de sus hijos e hijas. Temen represalias. 

Aseguran que atraviesan un 'vía crucis' desde que la consejería de Educación ha delegado en los coles la decisión sobre la jornada "sin monitorizar el proceso". Queja que hace suya la FAPA Giner de los Ríos, la que aglutina a las AMPAS de Madrid, donde se están produciendo auténticos cismas por este polémico debate.

"Como es evidente, unos papas estamos a favor y otros en contra, pero existe una fuerte presión desde el centro a favor de quedarnos en la jornada continua"

"El ambiente es tenso y crispado desde la vuelta de la pandemia con esta situación", explica uno de estos progenitores contrario a la continua. 

"Como es evidente, unos papás y mamás estamos a favor y otros en contra, pero existe una fuerte presión desde el centro a favor de quedarnos en la jornada continua. Se han radicalizado muchísimo las posiciones y los enfrentamientos. Sobre todo en redes sociales, con mofas, amenazas, insultos...", describe. Su grupo defiende que cuánto más tiempo pasen sus hijos relacionándose con otros niños de su edad, mejor.  

"Quien sufre la jornada continua son los niños, porque acaban agotados. Estamos detectando más problemas de rebeldía desde que en la pandemia entran a las 7 a desayunos, porque a la una de la tarde están saturados", asegura uno de ellos. En el colegio al que van sus hijos se ha votado dos veces este curso el cambio de jornada, también por una impugnación procedimental. Finalmente en septiembre el centro asumirá como permanente la jornada continua. Los padres críticos han valorado sacar a sus hijos del colegio, pero lo han descartado para no cambiar el entorno social al que ya se han aclimatado ya los menores. 

"Acataremos, pero seguimos reclamando que la votación no es legal. No puede ser que lo público siempre se reduzca y lo privado se amplíe. O todos los niños van a continua o todos en partida. Si es bueno para unos es bueno para todos".  

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