Miguel Ángel Aguilar Cronista parlamentario
OPINIÓN

Un cese sin paliativos

La directora del CNI, Paz Esteban, este jueves en el Congreso.
La exdirectora del CNI, Paz Esteban, este jueves en el Congreso.
EFE
La directora del CNI, Paz Esteban, este jueves en el Congreso.
¿PREGUNTAR OFENDE? por Miguel Ángel Aguilar

Sesión de Control al Gobierno en el Pleno del Congreso de los Diputados, con aire de euforia entre los compañeros de viaje del presidente Pedro Sánchez que se habían cobrado la víspera el primer trofeo, según publicaba el Boletín Oficial del Estado, en términos inequívocos, esa mañana haciendo constar en la sección II. AUTORIDADES Y PERSONAL un Real Decreto, el 351/2022, de 10 de mayo, por el que se disponía “el cese de doña Paz Esteban López como Secretaria de Estado Directora del Centro Nacional de Inteligencia”. De acuerdo con la fórmula sacramental para estos casos, la redacción literal decía que el cese se había adoptado “a propuesta de la Ministra de Defensa, y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 10 de mayo de 2022” y concluía el decreto “agradeciéndole los servicios prestados”. O sea, fin de la polémica de la rueda de prensa donde Margarita Robles el martes se había empeñado en disfrazar de sustitución lo que el BOE ha registrado el miércoles como cese. La ministra hubiera querido arrancarle una dimisión a la Directora, lo cual habría permitido que figurara en el BOE la coletilla de que dejaba el puesto “a petición propia”. Pero Paz se mantuvo inconmovible, de manera que el cese quedó al descubierto sin tapadera alguna.

Margarita Robles el martes se había empeñado en disfrazar de sustitución lo que el BOE ha registrado el miércoles como cese

Sonaba la sintonía que activa a los diputados para llevarles hacia el Hemiciclo, como la flauta de Hamelin a los roedores. Puntual la presidenta, Meritxell Batet, abría la sesión rogando a todos que ocuparan sus escaños. La primera pregunta era de Cuca Gamarra, la portavoz del PP. Entraba en directo en la cuestión, calificaba de intachable el comportamiento de Paz Esteban convertida en chivo expiatorio mientras se premia a quienes desafían las instituciones del Estado. El presidente Sánchez que solo ha mirado a Batet evitando a su interrogadora se pone en pie en cuanto le da la palabra, se abrocha el botón de la chaqueta con gesto automático, rehúye el menor atisbo de respuesta y lanza un rosario de descalificaciones al PP con lo peor de su repertorio, que suscita el entusiasmo aplaudidor de su bancada. Porque todos los oradores saben bien que solo las mayores vilezas permiten conectar con el grupo de respaldo, establecer la verdadera comunión con los compañeros de partido para ser envuelto en la ovación. Quedó claro que Pedro Sánchez quiere dar por concluida la etapa Feijóo casi antes de su inicio, que en vez de observar esperanzado que se descuelgue de Vox prefiere empujarle para dejarle a merced de esos ultras. Al presidente, que tanto sabe de acordar con los distantes, le espanta que el PP se le aproxime.

Pedro Sánchez quiere dar por concluida la etapa Feijóo casi antes de su inicio

La segunda pregunta es para Néstor Rego del Bloque Galego, que se adentra en el modelo de producción eléctrica y reclama una tarifa ad hoc galaica. El presidente contesta agarrado a un bloque de folios para no perderse en la ensalada de cifras que apabullan al interrogador. El tercer turno lo consume Edmundo Bal del grupo de Ciudadanos que lamenta la desconsideración a una funcionaria ejemplar como Paz Esteban y se pregunta hasta dónde está dispuesto Sánchez a ceder a sus aliados indepes. Solo consigue que el presidente le dedique algunos desprecios. Siguen unas preguntas para la vicepresidenta primera que responde con la acritud displicente que parece marca de Moncloa. Abandona su escaño Sánchez y hace su aparición la ministra de Defensa, que se sienta en posición equidistante respecto a las tres vicepresidentas y al ministro Félix Bolaños. Margarita se exalta en sus respuestas porque de nadie acepta lecciones y se considera la primera en servicios a la patria y en orgullo por españoles varios. De ese pódium la baja Rufián de ERC para decirle que su patriotismo es tóxico y recluirla en la casa de Bernarda Alba. A Margarita solo le interesa saber si en la Comisión de Fondos Reservados Rufián se interesó por averiguar las autorizaciones judiciales que permitieron espiar al President Aragonés.

¿Imaginan los lectores la deslegitimación ante su público que hubiera supuesto para todo un Pere Aragonés haber quedado fuera de la lista de los espiados? Señalemos también que por un momento cundió el rumor de que la destituida Paz Esteban se encontraba en la tribuna del público. Nadie pudo confirmarlo. Grande alivio para algunos. Vale

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