La ley de universidades fomentará la formación a lo largo de la vida con cursos cortos para actualizar las titulaciones

El ministro de Universidades, Joan Subirats (d) y el secretario general de Universidades, José Manuel Pingarrón Carrazón (i) presentan el nuevo borrador del anteproyecto de Ley Orgánica del Sistema Universitario este lunes en la sede del Ministerio en Madrid.
El ministro de Universidades, Joan Subirats (d) y el secretario general de Universidades, José Manuel Pingarrón Carrazón (i) presentan el nuevo borrador del anteproyecto de Ley Orgánica del Sistema Universitario este lunes en la sede del Ministerio en Madrid.
EFE/ Fernando Alvarado
El ministro de Universidades, Joan Subirats (d) y el secretario general de Universidades, José Manuel Pingarrón Carrazón (i) presentan el nuevo borrador del anteproyecto de Ley Orgánica del Sistema Universitario este lunes en la sede del Ministerio en Madrid.

La futura ley de universidades incorporará un sistema de flexibilización de las titulaciones a lo largo de la vida que permitirá cursar programas de corta o media duración, las 'microcredenciales', para los ya titulados o a quienes acrediten cierta experiencia profesional. 

Así lo ha anunciado este lunes el ministro de Universidades, Joan Subirats, durante la presentación del último borrador de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), que cuenta con aportaciones nuevas fruto de los últimos meses de negociación con rectores, estudiantes y sindicatos. Entre otras cosas, la norma busca revalorizar la función docente, aumentar la financiación pública, dotar de más derechos al alumnado, acercar la ciencia a la ciudadanía y fomentar la formación a lo largo de la vida. 

"Han sido semanas intensas de contacto y de interacción, incorporando ideas que iban surgiendo y recogiendo dudas y preocupaciones", ha destacado Subirats en una rueda de prensa en la sede del ministerio. Este último texto, que pretende que sea aprobado en el Consejo de Ministros "en las próximas semanas", es mucho más simple que los anteriores, pues, según ha explicado Subirats, el objetivo es que siente las bases de una renovación que se mantenga en los próximos "20 años", pero que a la vez pueda ir actualizándose y adaptándose a los cambios mediante decretos y otras reformas. 

Subirats ya había ido avanzando algunos de los cambios propuestos por él desde que fuese nombrado ministro hace cinco meses. Asuntos como el compromiso de elevar la financiación al 1% del PIB, aumentar los derechos y representación del estudiantado, erradicar la precariedad y la temporalidad de los docentes o internacionalizar el sistema universitario han sido algunos de ellos. 

"Tenemos que superar la idea de que una vez hayas terminado lo que has estudiado, vas a vivir de eso toda la vida"

Uno de los puntos en los que más ha hecho hincapié es en la necesidad de promover la formación a lo largo de la vida. Es, según ha resaltado ante los medios, un asunto que venían demandando sobre todo las empresas. "Tenemos que superar la idea de que una vez hayas terminado lo que has estudiado, vas a vivir de eso toda la vida. Si la gente quiere seguir profesionalmente activa, su nivel de formación ha de continuar a lo largo de la vida", ha subrayado Subirats, recordando que actualmente solo un 6% de los universitarios en grados y posgrados tienen más de 30 años. 

En esa línea, en el anteproyecto que espera que entre en el Congreso de los Diputados "antes de finalizar este periodo de sesiones" -esto es, antes de finales de junio- se introducen las 'microcredenciales'. Son, ha explicado, títulos propios, no oficiales, que pueden tener duraciones "variadas", entre los 4 y 30 créditos ECTS, en función de la formación. A ellos podrán acceder personas con algún título previo o con un mínimo de experiencia profesional. 

Además, con el mismo fin, la ley establece que las universidades podrán dar prioridad en el acceso a estos programas de actualización de estudios a sus antiguos estudiantes para fortalecer también la "fidelización" entre el alumnado y el centro donde cursó los estudios. La idea, ha explicado en rueda de prensa, es paliar el "claro desajuste" que considera que hay entre las "necesidades formativas y de actualización" y una "cierta estructura rígida de las titulaciones". 

"Ciencia ciudadana"

Otra de las novedades contempla la apertura y transparencia de la investigación científica a la universidad. Es algo que se puso de relieve también con la recientemente aprobada ley de ciencia y que Subirats ratifica con su texto. Así, establece que todas las publicaciones del personal docente e investigador de las universidades públicas serán "accesibles", que se deberá promover la "transparencia" en los acuerdos de suscripción con las editoriales, así como la "ciencia abierta" en la evaluación de la actividad investigadora por parte de las agencias de calidad. 

"Tenemos un problema en los temas de transferencia e intercambio a la sociedad", ha reconocido Subirats mientras defendía la importancia de esta medida. Se incorpora así, tal y como destacó el ministro, la idea de "ciencia ciudadana", que permita "construir proyectos de investigación con los propios implicados, los estudiantes en este caso". 

Menos requisitos para elegir a los rectores

El nuevo borrador elimina las condiciones que se le planteaba exigir a los aspirantes a rector. Se mantiene el sufragio universal como vía de elección, también que los mandatos sean de seis años improrrogables, pero se eliminan requisitos mínimos de investigación, docencia y gestión, que causaban malestar entre los rectores por considerarse excesivos.

De este modo, recaerá en un claustro universitario la tarea de fijar los criterios mínimos. Eso sí, los candidatos deberán ser funcionarios, doctores, de los cuerpos docentes universitarios y reunir los méritos de investigación, docencia y experiencia en algún cargo que determinen los estatutos. Además, se asegurará en todo caso que la representatividad del personal docente e investigador (PDI) no sea inferior al 51%. 

Contra el envejecimiento 

"Tenemos un problema de envejecimiento de la universidad", ha declarado Subirats, resaltando que dentro de ocho años el 53% del profesorado ya estará en edad de jubilación. Según ha explicado, la edad media de los ayudantes a doctores es de 40 años y la de los profesores que se estabilizan es de 45 ó 46. "Y eso no parece una buena noticia",  ha aseverado. 

"Esto nos exige mejorar muchísimo nuestra capacidad de reclutamiento, de incorporar a gente joven con ganas de estar en la universidad y que no les sea eterno todo el proceso de estabilización", ha añadido. 

Con ese fin, la futura norma contempla transformar la carrera académica para que sea "más predecible, más corta y más estable". Así, la LOSU reduce a tres las etapas a seguir en el camino hacia la estabilización (actualmente son cuatro: acceso, estabilización y promoción). El objetivo es que desde la primera fase hasta la última solo pasen diez años. Los seis primeros se realizarán mediante la figura del ayudante doctor, a la que se accederá por concurso público y no por acreditación. Después se podrá alcanzar la estabilización a través de figuras de Titular de Universidad o bien Permanente Laboral.

Reducir la precariedad y temporalidad 

En aras de erradicar la precariedad de los docentes universitarios, el borrador presentado este lunes plantea reducir la temporalidad, limitando al 20% el porcentaje de la plantilla del PDI que esté con contratos temporales. Ofrecen también "puertas de entrada", en palabras de Subirats, para el profesorado que lleve años contratado bajo "vías no adecuadas" (como el asociado o el visitante), reservando hasta un 15% de las plazas. 

Se recupera también la figura de profesor asociado, el cual no podrá superar un máximo de 120 horas lectivas. Aparece una nueva figura de sustituto, que vendrá a reemplazar al PDI y se limita la duración del contrato del profesorado visitante a dos años. 

Tal y como ya avanzó el ministro, los docentes deberán también superar un curso de formación durante el primer año que les aporte las nociones básicas de cómo dar clase.

Participación estudiantil en los planes de estudios

Uno de los últimos y más novedosos cambios incorporados en este último documento es el reconocimiento del derecho al paro académico, que tendrá que ser declarado por el órgano de representación del estudiantado. Además, su participación en los órganos de gobierno de la universidad, como el claustro o los consejos de facultad o de departamento, será de un mínimo del 25%, y no del 30% como venían reclamando los representantes de los estudiantes. 

Además, se fija una "participación vinculante" de los estudiantes en todo el proceso de elaboración de los planes de estudios y las guías docentes, así como en su implantación. 

Internacionalizar la universidad

La LOSU, según ha recalcado Subirats, tiene el afán de "internacionalizar el sistema". "No es solamente una necesidad, es una obligación y una exigencia", ha subrayado, destacando especialmente la importancia de "europeizarlo". En concreto, la norma especifica que el Gobierno y las comunidades deberán desarrollar estrategias para promover alianzas europeas. En ese marco, se crea una nueva figura de Profesorado Distinguido y se agilizan los visados por estudios para atraer talento, pudiendo ampliarse a los dos años superiores al grado, máster o posgrado, si el solicitante está haciendo prácticas o trabajando. 

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