Los activistas de la organización Greenpeace detenidos por la Policía este jueves en Málaga tras acceder a la central de Naturgy denunciando que está "costeando" la invasión de Ucrania con la compra de gas ruso han quedado en libertad, aunque con cargos como resistencia y desobediencia grave.
Fuentes de Greenpeace informaron de que otros cargos que les atribuye la Policía son los de daños, allanamiento de morada y desórdenes públicos.
El desalojo de los activistas, que se encontraban en la central desde primera hora de la mañana, se efectuó progresivamente y concluyó pasadas las 15.00 horas. Los agentes retiraron las pancartas desplegadas en el recinto por los manifestantes.
Inicialmente se efectuó el desalojo de los que estaban en las zonas más bajas, mientras que tardó más en el caso de los que había junto a una de las pancartas grandes y en el de los escaladores que permanecían en una chimenea con una pancarta de quince metros, que fueron los últimos.
"El gas financia la guerra"
Los participantes en la protesta desplegaron pancartas en la chimenea y en las torres de refrigeración de la central, situada en la barriada malagueña de Campanillas.
"El gas financia la guerra" y "Naturgy financia la guerra" son algunos de los lemas empleados por la organización en esta actuación, que se enmarca en su campaña de denuncia contra la eléctrica Naturgy (antes Gas Natural Fenosa) por ser la empresa energética que más gas ruso compra en España.
Se suma así a otras acciones llevadas a cabo por Greenpeace en la planta regasificadora en el puerto de Bilbao, la sede central de la compañía en Madrid y más de trece oficinas comerciales por toda la geografía española.
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