Cuando parecía que la primavera llegaba ya en todo su esplendor e incluso anticipaba el verano con temperaturas altas y cielos despejados, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé para este miércoles precipitaciones abundantes en casi toda la mitad este peninsular, además de nevadas importantes en los principales sistemas montañosos.

En toda la Península y Baleares el cielo estará nuboso y dejará chubascos casi generalizados que tenderán a remitir por el oeste, excepto en el este del Cantábrico y tercio oriental, donde serán abundantes. Se espera, además, que sean fuertes y persistentes en los entornos del bajo Ebro y del cabo de La Nao.

Las lluvias podrán ir acompañadas de tormenta, especialmente en la fachada oriental peninsular, y serán poco probables en el oeste de la Meseta y de Andalucía. En Canarias, que tendrá intervalos nubosos, tampoco se descarta alguna precipitación débil aislada en el norte de las islas de mayor relieve.

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Las cotas de nieve se situarán a 900 metros en la Cantábrica occidental, donde subirán a 1.100; en Pirineos a 1.100/1.300 para luego ascender hasta los 1.500; en la Ibérica septentrional estarán en torno a 1.100; en el sistema central y la Ibérica oriental, a 900 y llegando hasta los 1.100/1.300; en las montañas del este de Andalucía y el sureste de la meseta Sur se situará sobre los 1.700 y bajará a 1.100/1.300.

Las temperaturas se situarán en descenso en la mayor parte del país, que será notable en el caso de las máximas del cuadrante sureste, donde localmente podría ser extraordinario. Habrá heladas débiles en los sistemas montañosos del norte, centro y sureste peninsular.

El viento soplará de poniente y será fuerte en Alborán, y localmente muy fuerte en el entorno de Melilla, además de contar con intervalos fuertes en el Estrecho. En el resto del país, habrá predominio de viento de componente norte, con rachas muy fuertes en áreas de montaña e intervalos fuertes en Canarias, Cantábrico oriental y el norte del área mediterránea peninsular.

El episodio invernal, hasta el domingo

Este cambio de tiempo significativo iniciado este martes se mantendrá probablemente hasta el domingo, cuando se dará por finalizado este episodio de precipitaciones generalizadas, heladas, descenso térmico y nevadas, más propio del invierno que de finales de abril, según el pronóstico de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). 

La borrasca mediterránea que está produciendo este tiempo invernal empezará a alejarse el jueves hacia el este y solo influirá en el extremo este de la Península y Baleares, aunque el viento fuerte tenderá a amainar en el conjunto del país.

Sin embargo, ese mismo día por la tarde o noche llegará una nueva borrasca atlántica que empezará a afectar al extremo oeste de la Península, donde dejará chubascos generalizados que el viernes y el sábado se extenderán al resto de las zonas. La AEMET prevé que las precipitaciones más intensas se producirán en las laderas sur de los sistemas montañosos.